Grapeshot y Evil Impulse ahuyentan fantasmas en Madrid
Desde un par de horas antes se empezó a dejar caer la gente por las taquillas del Gruta 77. Se había anunciado el ansiado sold out en las redes y los que lo habían dejado para última hora corrieron para conseguir entrada y no perderse el concierto.
La sala tuvo que sacar a la venta diez tickets más que los músicos no habían utilizado para que nadie se quedara fuera y también volaron. Alrededor del local los reencuentros con saludos y abrazos eran continuos. Se notaba que había muchas ganas tanto por parte del público como de las bandas de disfrutar de una descarga de metal en bruto.
Pasadas las 21:30h se abrieron las puertas que exhibían unos carteles con la información sobre las medidas covid que eran obligatorias para entrar al interior y además se entregó al público una octavilla con las mismas. Mascarilla obligatoria y demás historias del todo conocidas que empiezan a quedar anticuadas. Dentro todo preparado para comenzar la descarga de dos bandas en su mejor momento presentando sus nuevos y espectaculares trabajos.
Cinco minutos sobre las 22:00h empezó a salir por los altavoces la voz del Fary hablando sobre la mandanga y los de Ciudad Real saltaban al escenario del Gruta para arrancar poderosos con “Son Of The Devil” de su último disco ‘The Brotherhood’. El cuarto trabajo de Evil Impulse es otra gran muestra de su buen hacer mezclando el metal con un poco de groove, de southern y volcándolo en el escenario con extrema aptitud e ilusión.
Evil Impulse: descarga infernal
Antonio a la voz tomó la parte delantera del escenario con su poderosa voz y esos guturales del demonio mientras los guitarras se apostaban detrás de él a los lados, el bajista en medio de ellos y el batería cerrando la formación detrás del todo como es costumbre. Siguieron con “Uppercut” sin respiro, también del último disco y con un sonido que les hizo justicia. El ritmo no cayó en ningún momento y la gente en la sala empezó a moverse cada vez más frenéticamente.
Al terminar de tocarla, el cantante saludó al público. Afirmó: “¡Que ganas de volver a veros!” y aludió a que se mantengan las medidas covid aunque Ayuso ya nos lo recuerda todos los días y atacaron “Valley Of Silence” del anterior álbum ‘The Umbroken Ritual’ para enlazar con “Who’s Gonna Kill Who?” del disco de mismo título tras la que dio las gracias una vez más por volver a ver las caras de la gente y poder dar conciertos normales y para ello pidió un poco de baile para “To All My Enemies”.
Con “Ancient Paradox” volvieron a “Who’s Gonna Kill Who?” sin freno pero con una pausa lenta a la mitad del tema para poder bailar juntitos aunque la tregua dura poco y la tralla estalla nuevamente. Antonio anunció que venían Grapeshot a continuación con su nuevo disco ‘Suckcess’ bajo el brazo y que el próximo tema era una versión. Estaban dudando si hacer una cover de Black Sabbath o una canción tradicional de las Islas Fidji y se decidieron por “Sabbath Bloody Sabbath”, un humilde homenaje a los maestros que seguro Tony Iommi y compañía hubieran disfrutado.
Después, tras preguntar a gritos: “¿Qué tal va el Gruta?” y confirmar: “Hoy hemos reventado el aforo”, presentó al nuevo guitarra Jesús y al batería que les acompañó esta noche echándoles una mano: Rodrigo de Lucas. Mientras Víctor a la guitarra y Pedro al bajo junto a Antonio siguieron siendo la base fundacional de Evil Impulse que llevan casi una década de trabajo recorrida. Y continuaron con “Chained Shadows” de ‘The Brotherhood’, “When The Killers” y la aplastante “Everlasting”.
Antes de acabar, recordó Antonio que es un «puto orgullo y placer» tocar para los presentes acompañando a Grapeshot y dio paso a “Lonewolf”, donde el público se vino arriba y levantó sobre sus cabezas a un seguidor de la banda. “The End Of The Road” puso punto final después de más de una hora de concierto sin respiro. Las caras de satisfacción de la banda mostraron todo el tiempo que llevaban esperando este momento.
Grapeshot arrasa Madrid
Antes de la medianoche la música tranquila de la película “Fargo” presagió la tormenta que se avecinaba. Como original pie de micro se pudo ver en el escenario un barril de cerveza con una pila de latas de tus marcas favoritas de birra haciendo de mástil. Los madrileños Grapeshot tomaron posiciones sobre las tablas del Gruta 77. Esteban Muñoz el cantante al frente del escenario, los guitarras Borja Cabello y José Poveda detrás de él a los lados, en el medio Miguel el bajista -la última incorporación a la banda- y Marcos De La Calle a la batería detrás de todos.
Empezaron con “Walk In Sand” de su último disco ‘Suckcess’ que interpretaron en su totalidad sin olvidar canciones de su anterior disco ‘All About To End’ que junto a ‘The Scene’ completan su discografía. Un trabajo como banda que comenzó a finales de la primera década del siglo XXI y que ahora explota con un gran álbum de trash, southern, groove, stoner y metal a borbotones. “Un placer motherfuckers. Somos los putos Grapeshot” gritó Esteban y mientras se solucionaban unos pequeños problemas siguió preguntando: “¿Qué tal los Evil Impulse? Nos toca igualarles. ¿Y mi cerveza? Sin cerveza no toco. Es un concierto de Grapeshot y hay que pasarlo de puta madre».
Una vez solucionados los problemas en el escenario Esteban presentó un tema de un videoclip que han estrenado hace poco y que se llama “Out Of My Hands”, de las más pegadizas, tras la que volvió a dar las gracias y dijo que se sienten muy a gusto allí arriba. Continúan con un par de canciones de ‘All About To End’. La primera fue “Naked Emperor” sobre la fábula del emperador desnudo al que sólo un chaval se atreve a decirle la verdad. Era un negacionista bromeó Esteban.
La segunda fue “Hamster Wheel” para volver a ‘Suckcess’ con la más rollo stoner “Right On”, “Morning Rally” sobre esos días en los que sale por la mañana al curro, llegas un poco tarde y si ves un semáforo un poco tonto te lo saltas, el rally mañanero que dedica a su mujer Kiara y “Parracide” sin perder ni un gramo de intensidad y potencia en la ejecución de los temas. Después tocó el turno de “Johnny” sobre un jonkie de Móstoles de los años ochenta para volver a ‘Suckcess’ con “Cold Hustler”.
En “Parasites” Esteban utilizó como mástil para el micrófono una recortada. Somos parásitos de esta tierra y nos tiene que eliminar. Lo de Marcos a la batería fue brutal demostrando su amplia experiencia y maestría. Esteban dio las gracias a Evil Impulse y al Gruta 77 por poder hacer su primer concierto de pie tras la pandemia –sólo habían actuado tocando seis canciones en la fiesta de la sala Hysteria como ganadores de la batalla de bandas de la organización Metal Vicio Madrid- y anunció la canción que tiene que ver con el mástil de la recortada: “Calumet” que es la pipa de la paz de los indios.
“Esto va llegando a su fin. Quedan un par. Y vamos a tocar “Beholder”. Maese Marcos deléitanos con esos golpes” y la sala se puso boca abajo. “Ahora sí que nos vamos. Hay que jugar todo a una carta. ¿Os sabéis el estribillo?” Con “All In” el bajista vuela sobre el público y Esteban hizo explotar un cañón de confeti con papelitos plateados. La fiesta en todo lo alto antes de retirarse por unos segundos.
A la vuelta Miguel el bajista presentó al grupo a gritos y Esteban recordó que hay un videoclip rodado en el cementerio de Sad Hill en Burgos y cuya canción se llama “We’ll Return” y es la que tocaron a continuación. “Habrá muchos más conciertos ahora que se ha terminado el puto virus. La última en castellano” Se titula “A Hostias” sentenció Esteban para terminar una descarga bestial cerca de las 1:30 de la madrugada. Enseguida la banda se bajó al público para mezclarse con su gente y volver a vivir lo que por mucho tiempo no se ha permitido.
Texto: Ángel Corral | Fotos: Paco García
Promotor:Grapeshot
Día:2021-11-13
Hora:21:30
Sala:Gruta 77
Ciudad:Madrid
Teloneros:Evil Impulse
Puntuación:8
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