God Is An Astronaut, de Barcelona al espacio
Uno de los grandes del post-rock internacional llegaba a la ciudad condal, y esta era una buena oportunidad para ver a God Is An Astronaut escasamente dos meses antes de que la formación vuelva a España para tocar en el Resurrection Fest 2018.
El pasado miércoles en la sala Razzmatazz 2, a las 20:30h y con rigurosa puntualidad, la banda invitada Xenon Field se encargaba de calentar motores y emociones para God Is An Astronaut, en lo que sería la primera fecha en nuestro país, seguida de la cita del jueves en la madrileña sala Caracol. Todo lo sucedido en la sala barcelonesa te lo cuenta, de manera muy resumida, Sara Amantegui.
Xenon Field: a por todas
El joven dúo, también llegado de Irlanda, supo defender la responsabilidad de abrir para unos grandes del post-rock a lo largo de toda la gira europea, con sus dos guitarras y numerosos periféricos. Su sonido recuerda en determinados momentos a bandas de mayor envergadura como 65 Days Of Static y nos deleitaron con un show intenso y más que correcto durante aproximadamente media hora.
La atmósfera de God Is An Astronaut en Barcelona
Tras una pausa y el doble de aforo, comenzaron a sonar las primeras notas de este recién estrenado ‘Epitaph’, de apenas unos días de vida, que sabe hacer honor a su título por la composición de sus canciones. Cristalinas, tranquilas, aunque con determinada oscuridad, la que transmitiría un epitafio situado en un apacible campo santo, sonorizado mediante guitarras más robustas y rasgadas pero a ritmo lento y pesado. Así es como comenzaron su apoteósico show: «Epitaph» y «Mortal Coil», con delicados acordes, vibrantes y sobrecogedores.
El cuarteto, con su nuevo teclista, hizo un híbrido perfecto en su setlist, viajando por casi todas sus etapas, y ataviados con un juego de luces sencillo aunque más que destacable, así como ciertas corales en este inicio, que acompañaban a la perfección cada una de sus canciones, trasladándonos visualmente a presenciar desde una noche estrellada a una aurora boreal de tonos verdes y azules.
Del comienzo de su recién nacido «Epitaph» volvieron a sus auténticos inicios: «The End of the Beginning», canción que abre el primer álbum del mismo nombre, cargaba una atmósfera algo más ecléctica, y tras ésta llegó «Frozen Twilight», con unas notas en guitarra más sensibles y dolidas, único tema del «A moment of Stillness», seguida de «All Is Violent Is Bright» y «Fragile».
Aquí incluyeron 2 nuevos tracks de su último trabajo: «Seance Room» y «Medea». Es donde se percibe una contundente batería y unas marcadas distorsiones de guitarra, con un sonido más pesado y ‘mindfuck’, digno del ya mencionado epitafio; para dar lugar de nuevo a una de sus piedras angulares: «Forever Lost», que precedía a «Suicide by Star», donde hicieron volar al público con guitarras más pausadas, largas y soñadoras.
Volvieron dando una rápida pincelada al ‘final del comienzo’, interpretando «From Dust to Beyond», segundo track de su álbum debut, antes de finalizar el épico show con «Centralia» y «Helios/Erebus», que lo utilizaron sabiamente para cerrar el bolo de manera épica, rápida e indolora.
Los irlandeses ofrecieron un repertorio bastante completo, aunque se echó en falta una parada por su álbum homónimo como «Echoes». Sin duda, un encuentro cósmico con quienes son una de las mayores bandas del género, que se coronan como tal, entre la realeza galáctica del post-rock tras el concierto de God Is An Astronaut en Barcelona.
Texto: Sara Amantegui | Fotos: Elena Marco
Promotor:Eclipse Group
Día:2018-05-09
Hora:20:30
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Xenon Field
Puntuación:8
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.