La conquista friki de Gloryhammer en Barcelona
Llegaba una de las noches más esperadas para los fans del power metal más cachondo e irreverente, y es que como viene siendo costumbre, Gloryhammer han armado un cartel en que aúnan a varias de las bandas temáticas más prominentes del momento, de esas que no han dejado de crecer en los últimos años, para convertir sus conciertos en algo memorable.
El quinteto hace mucho que dejó de ser ese loco proyecto de Bowes para ser una bestia con nombre propio, y desde que el año pasado lanzaran ‘Legends from Beyond the Galactic Terrorvortex, no han cesado un empeño de hacerse un hueco en lo más alto del olimpo del heavy metal.
Wind Rose, o como una cover puede ponerte en boca de todos
Los italianos fueron los primeros en saltar al escenario, y desde los primeros acordes de “Wintersaga” lograron conectar muy bien con el público, pues practican un power metal muy cercano al de los cabezas de cartel. Su perspectiva es cuánto menos interesante, pues han llegado a dónde están principalmente por ir ataviados como enanos y lucir sus mismos peinados y barbas, y no es raro el samaritano que opina que sus pintas son mejores que su música.
Pese a todo su concierto fue bastante entretenido, entusiasmando especialmente a los sectores más jóvenes de entre el público, y aunque temas como “Drunken Dwarves” o “To Eerebor” gustaron y funcionaron bien en directo, el tema que todo el mundo esperaba era su versión de “Diggy Diggy Hole”, cover que los ha puesto en el mapa y les ha dado (quizás) más atención de la que merecen. Aun así, calentaron bien Razzmataz 2, y solo el tiempo dirá si son una banda de versiones o podrán crecer hasta el infinito.
Nekrogoblikon, divirtieron a pesar de desentonar
Los estadounidenses a priori parecían no pegar mucho en el cartel, con un estilo bastante más cañero y una voz gutural, pero su propuesta delirante cuajó muy bien entre los fans de Gloryhammer, asiduos de lo absurdo y exagerado. Una fórmula abocada al fracaso que logró que se formaran los primeros pogos y walls of death. Para los que no conozcan a la banda, se denominan a sí mismos una banda de metal de humanos, pese a que uno de los integrantes es un trasgo en pijama que se dedica a hacer de cheerleader y a beber cervezas sobre el escenario.
El concierto en sí mismo fue tan delirante como la propia banda, y la locura alcanzó su cúspide cuándo tocaron la celebrada “Dressed as Goblins”, en que la audiencia estalló en pogos que se propagaron por toda la sala, solo para sorprender a todo el mundo con una canción tan alegre e infantil como “Magic Spider”. Fue su primer concierto en Barcelona, y por el resultado de su show, no descartaría que se llevaran a un buen puñado de nuevos fans que podrían poblar su primer concierto propio.
Gloryhammer demuestran porqué no dejan de crecer
La banda logra algo que no está al alcance todas: trasladar el contenido y la temática de su música a sus directos. No es raro en el metal que un grupo que se jacta de ser los reyes de la fiesta luego sean muy sobrios en directo, o que, para sorpresa de todos, bandas con un sonido deprimente que hablan sobre el suicido y el fin del mundo, le arranquen una sonrisa al respetable haciendo el tonto y, en general pasando un buen rato sobre el escenario. Gloryhammer son Gloryhammer en sus discos y en sus conciertos, y hacen todo lo que uno esperaría de una banda que escribe canciones sobre unicornios no muertos.
Empezaron con un “The Siege of Dunkheld (In Hoots We Trust)” en el que se corearon hasta los coros en latín de la intro, una muestra de la inmensa devoción que los fans sienten por el contenido de las canciones, a la que siguió un “Gloryhammer” que hizo saltar hasta al último hombre. La banda sabe divertirse y sabe divertir en el escenario, sin dejar de sonreír ni un segundo, haciendo gestos de combate y enfrentándose entre ellos, ya fuera con Zargothrtax o con un pipa disfrazado de goblin que se incursionaba en el escenario para hacerles la vida imposible a nuestros héroes.
El ritmo del concierto fue trepidante, y eso que Angus McFife interactuaba con el público constantemente, ya fuera para presentarse a sí mismo (en “Angus McFife”) o para decirle a la audiencia que había acudido al concierto a lomos de un dragón mágico (“Magic Dragon”). Los músicos se creen los papeles que interpretan, manteniendo pura la magia inherente de este proyecto tan único y fascinante llamado Gloryhammer, y es que algo tan sencillo como ser un poco serio o desagradable, podría ser suficiente para arruinar su música para siempre.
“The Land of Unicorns” marcó el primer gran wall of death de la banda, logrando que el público ebullera hasta el punto de convertir los pogos en una constante en un género en el que son pocos habituales. Uno de los puntos álgidos vino de la mano de “Questlords of Inverness, ¡Ride to the Galactic Fortress!”, en que la banda le regaló una camiseta firmada a un fan que fue haciendo crowdsurfing hasta la barra para conseguirle una cerveza a la banda. Momentos así hacen de sus conciertos algo especial, y es que más allá de la música, los tejemanejes del directo son un aliciente en sí mismo.
Una pequeña intro al más puro estilo Hulk Hogan precedió a una “Hollywood Hootsman” que sonó extraordinariamente veloz y sirvió para celebrar la completa rehabilitación de Hoots, que había estado con medicación y había llegado a actuar en silla de ruedas. Algunos de los momentos más memorables vinieron con la ejecución a gritos de un goblin en “Goblin King of the Darkstorm Galaxy” o el empuñe de un gran martillo en “Legend of the Astral Hammer”, que fueron partícipes de que el concierto nunca se sintiera lento o demasiado largo.
“Maters of the Galaxy” y “Hootsman” de su trabajo más reciente sirvieron para cerrar el primer set de la banda, que pronto volvió al escenario con una “Rise of the Chaos Wizards” muy celebrada y que una vez más logró una atronadora interacción con un público que se sabía al dedillo cada verso y estribillo. La comercial y facilona “Universe on Fire” consiguió un sorprendente wall of death pese a ser de las canciones más tranquilas de la banda, que concluyó por todo lo alto con un tema favorito de los fans como es “The Unicorn Invasion of Dundee”, una muy buena decisión a la que le siguió la coronación de Hootsman como rey de Dundee.
Al que no le guste la música o lo desternillantemente absurdo de Gloryhammer, es muy posible que les convenzan sus directos divertidos y con unas revoluciones altísimas. Los músicos se lo pasan incluso mejor que la audiencia, lo que de por sí es difícil, y su entusiasmo es tan sincero como contagioso. No creo que se descabellado pensar que, a base de hacer concierto magistral tras concierto magistral, este grupo que comenzó como una banda y una parodia termine siendo uno de los principales referentes del power metal, pese a que, a día de hoy, ya sean toda una fuerza en sí misma.
Texto: Marc Fernández | Fotos: Sofía Osorio
Promotor:Rock N Rock
Día:2020-01-31
Hora:19:00
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Nekrogoblikon, Wind Rose
Puntuación:8
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