Glenn Hughes deslumbra en Avilés
El vocalista y bajista británico Glenn Hughes se presentaba en Avilés el pasado viernes, después de pasar por Barcelona, Madrid y Bilbao, dentro de la gira “Classic Deep Purple Live”.
El Teatro Palacio Valdés de Avilés fue testigo del brillante broche de oro a esta mini gira por nuestro país, que se saldaba con cuatro noches en las que se colgó el cartel de “sold out”. Tras la marcha de Ian Guillan y Roger Glover, Glenn Hughes dejaba Trapeze y se incorporaba a Deep Purple en los primeros años setenta. Con Deep Purple grabaría los discos “Burn”, “Stormbringer” y “Come taste the band”, en estos tres discos se centra el repertorio de la gira “Classic Deep Purple Live” con la que Glenn Hughes nos vino a visitar.
Pocos artistas poseen un curriculum tan dilatado y con el caché que tiene el de Glenn Hughes, además de su paso por bandas tan fundamentales en la historia del rock como Deep Purple y Black Sabbath, hay que sumarle su participación en proyectos tan interesantes como Black Country Communion, California Breed y Hughes/Turner Project entre otros.
Glenn Hughes pone en pie al Teatro Palacio Valdés
Pasadas las nueve de la noche y con un coqueto Teatro Palacio Valdés hasta la bandera, saltaba Gleen Hughes y su banda al escenario. El papel ya se había agotado hace meses, sólo quedaban a la venta unas pocas entradas en taquilla, lo que da idea de que la expectación por ver de nuevo a Glenn Hughes en Asturias era alta, no en vano habían transcurrido once años desde la última visita del músico por estas tierras.
El repertorio de esta noche estaría basado exclusivamente en los clásicos de Deep Purple, de una etapa muy concreta,la que abarcó de 1973 a 1975, periodo en el que se grabaron los discos en los que participó Glenn Hughes: ‘Burn’, ‘Stormbringer’ y ‘Come Taste The Band’. La banda arrancaba el recital con “Stormbringer” y “Might Just Take your Life”, a espaldas de Glenn colgaba un gran telón en el que se veía su rostro en una foto de los años setenta, acompañándolo sobre el escenario una banda compuesta por Ash Sheehan a la batería, Jesper Bo Hansen al teclado y el danés Soren Andersen a las seis cuerdas.
Todos los músicos cumplieron a la perfección , siempre con Glenn llevando la voz cantante y el resto de la banda manteniéndose en un discreto segundo plano, para no robarle ni un ápice de protagonismo. Glenn Hughes que con el pelo largo, gafas oscuras y unas largas patillas, que ocultaban buena parte de su rostro, lucía su imagen más hippie. Para rematar, en la camiseta que llevaba puesta este joven de sesenta y siete años se podía leer la palabra “Freedom”.
El tercer tema en sonar fue “Sail Away”, la audiencia disfrutaba de un magnífico sonido en el Teatro Palacio Valdés, este buen sonido fue la tónica general durante toda la noche, además Glenn Hughes demostró encontrarse en un magnífico estado de forma, tanto físico como vocal, luciéndose en las notas más altas como pocos de su generación pueden hacer en la actualidad. Seguro que a todos se nos vienen a la mente nombres como Ian Guillan o David Coverdale que serían devorados por Hughes en cualquier escenario a día de hoy, según lo que pudimos ver la noche del viernes en Avilés.
Hughes agradecía las constantes muestras de cariño que recibía por parte de una audiencia, que a estas alturas del concierto, ya estaba totalmente entregada. El músico británico se extendía en la presentación de los temas, enviando mensajes de paz y amor, recalcando la importancia que ha tenido la música en su trayectoria vital y como puede ayudar a salvar a las personas e incluso a un mundo tan chungo como el que nos ha tocado habitar.
“You Fool No One” adornado con unas pinceladas de “Hardball Shooter” darían pié a el punto menos brillante de la noche, que sería sin duda, el excesivamente largo solo de batería de Ash Sheehan. Casi diez minutos de sol que llegaron a aburrir a buena parte del personal, a pesar de la pulida técnica del músico y de adornar el solo derramando agua sobre la caja para que esta saliera dispersada por los impactos de las baquetas. En realidad el solo sirvió para que Glenn y el resto de la banda se dieran un buen respiro y nos ofrecieran una segunda parte del show totalmente memorable.
Después de “You Keep on Moving” y “Gettin’ Tighter” que Glenn Hughes dedicó a la memoria del desaparecido guitarrista Tommy Bolin, con el que grabó el disco “Come Taste The Band” y al que dedicó un emotivo recuerdo. El concierto entraba ya en su recta final con una grandiosa “Mistreated”, que Hughes alargó notablemente con sus florituras vocales, haciendo que el público se levantara de sus asientos y ya no se volviera a sentar en todo lo que restaba de concierto.
Llegan los clásicos
El ambiente se caldeaba por momentos en el Teatro palacio Valdés y la temperatura siguió subiendo cuando llegó el turno de la archiconocida “Smoke On The Water”, que fue coreada por todos los asistentes, en la que Hughes intercaló un sentido fragmento de “Georgia In My Mind”. Después de una gran ovación y un breve paso por los camerinos, la banda regresaba al escenario con el público totalmente rendido a los pies del músico británico, al que sólo le restaba rematar la faena, cosa que hizo por todo lo alto con una celebrada versión de “Burn”, con la que se ponía el punto y final a casi dos horas de concierto, en las que los clásicos de Deep Purple sonaron de forma magistral.
Finalizaba así una excelente velada de la mano de una leyenda viva: “La Voz del Rock”, que se despidió prometiendo volver, ojalá sea así, de momento nos quedamos con el recuerdo imborrable de la noche del pasado viernes.
Texto y fotos: Nacho García
Promotor:Funhouse Production
Día:2019-04-05
Hora:21:00
Sala:Teatro Palacio Valdés
Ciudad:Avilés
Puntuación:9
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