Gaahl’s Wyrd y el black metal superan las expectativas en Barcelona

A pesar de que el sonido no es uno de los fuertes de la sala Bóveda, las bandas Gaerea, Saor y Gaahl’s Wyrd se dejaron la piel en el escenario ante un público completamente entregado, que disfrutó a tope de lo que fue una oda al black metal en todos los sentidos.

La cita fue muy puntual. A las 19:00h abrieron puertas y, poco después, los portugueses Gaerea, fieles a su estilo, comenzaban su cautivador espectáculo. Este enigmático quinteto, del que aún se desconoce la formación, ha sacudido la escena moderna del black metal con su propuesta introspectiva y su particular imagen. Ha evolucionado de manera vertiginosa en los últimos años y prueba de ello es su reciente álbum ‘Mirage’, con el que sorprendieron gratamente a su audiencia después del éxito de su anterior disco.

Gaerea (Foto: Andrea Rodríguez)

Precisamente con una canción de este álbum empezaron su performance, “Conspiranoia”, un trance atmosférico a través de guitarras melancólicas e intensas. Después ya dieron paso a varias canciones de su nuevo disco, que suponen toda una montaña rusa de emociones con la decadencia y la desesperanza como eje vertebral.

Gaerea (Foto: Andrea Rodríguez)

Lograron crear una atmósfera inquietante entre humo, con su cantante gesticulando sin parar, de rodillas como si implorase penitencia y desgañitándose en cada canción. Todo ello para deleite de los espectadores, que no quedó indiferente ante el calibre de calidad que mostró la formación. La actuación se hizo corta y los espectadores se quedaron con ganas de más.

Una hora llena de épica en forma de metal

Mientras Saor preparaba el escenario, más gente llegaba para admirar lo que se venía encima y el ambiente se iba caldeando En esta ocasión no contarían con la presencia de un violinista en el directo. La influencia folk de los escoceses es altamente notable tanto en su estética (el símbolo celta del trisquel nunca puede faltar) como en su música.

Saor (Foto: Andrea Rodríguez)

De hecho, su último disco ‘Origins’, cocinado durante la pandemia, está inspirado en mitos y cuentos de las tierras escocesas, un homenaje a las raíces de este pueblo. La canción del mismo nombre dio apertura al concierto con un vocalista que se podía apreciar que realmente sentía todo lo que cantaba y tocaba, lo cual resultó conmovedor para todos los asistentes. Agradeció de corazón que el público acudiese a presenciar su concierto.

Aunque también hubo espacio para otros clásicos de sus anteriores discos, más emocionales, metafóricos e inclinados hacia el folk metal. Por ello se diría que es un enfoque más abierto y accesible con potencial más que de sobra para amenizar la velada.

Expectativas más que superadas con Gaahl

Y, finalmente, la guinda del pastel. La sala se llenó por completo y la audiencia esperaba impaciente la aparición de Gaahl, una de las figuras más icónicas e hipnóticas del black metal, con su proyecto Gaahl’s Wyrd. Mucho nostálgico de los míticos Gorgoroth acudió a mostrarle sus respetos. Su euforia era más que evidente y estaban ansiosos por que tocaran algún cover. Evidentemente sus deseos se vieron cumplidos, ya que estaba claro que no podían faltar varios de sus clásicos de sus antiguas bandas. Y, como no podía ser de otra manera, el público enloqueció cuando comenzaron los acordes de “Carving a Giant”, “Alt Liv” o “Exit-Through Carved Stones”.

Gaahl’s Wyrd (Foto: Andrea Rodríguez)

Desde la inicial “Ghosts Invited”, Gaahl demostró que su voz rasgada es una de las más trabajadas en el panorama blackmetalero, y en muchos de sus temas, la banda consiguió cautivar a todos los allí presentes, a pesar de que el sonido en esta sala no siempre acompaña.  Sin embargo, y aunque Gaahl fuera el protagonista absoluto del evento como si de un orador se tratase, la banda que lo acompañaba no era, ni mucho menos, malos músicos.

Gaahl’s Wyrd (Foto: Andrea Rodríguez)

Todos y cada uno de los miembros jugaba su papel, con unas guitarras que sonaban atronadoras. Cabe destacar que Gaahl mantuvo el contacto con el público en todo momento, dando la mano a varias personas y dirigiéndose a ellos con frecuencia con esa mirada penetrante y terrorífica que lo caracteriza, algo que obviamente no pasó desapercibido. El resto de la banda protagonizó momentos épicos típicos del género cuando, por ejemplo, alzaron sus guitarras como alabando a un ente superior por su proeza allí realizada.

Gaahl’s Wyrd (Foto: Andrea Rodríguez)

Una propuesta en general bastante oscura pero variada y bien desarrollada que ofrece una visión diferente. Al finalizar, el batería se quedó sólo y agradeció la asistencia a los que allí se encontraban. Dejaron un muy buen sabor de boca de un concierto que será complicado de olvidar y demostrando, una vez más, que la escena del black metal sigue más viva que nunca y con un esplendo que, lejos de decaer, continúa yendo a más.