La oscura fiesta nórdica de Finntroll en Madrid

Otra de esas giras que parecía que jamás tendría lugar, por fin pudo ejecutarse en una fría noche madrileña en la céntrica sala Mon. El tour liderado por Finntroll contaba además con la presencia de los islandeses Skálmöld y los fineses Brymir aterrizaba en nuestro país y eran muchas las incógnitas que dejaba este cartel, ya que son demasiados conciertos seguidos sobre todo en este mes de noviembre y la asistencia era un dato preocupante.

Finalmente la cara que cogió la sala fue bastante respetable, con entre doscientas y trescientas personas finalmente a pesar de una apertura de puertas bastante pobre en cuanto a la cola que aguardaba a la entrada, y es que también hay que tener en cuenta que se trata de un martes a las seis de la tarde (se adelantó unos diez minutos de lo previsto). Resaltar además en este aspecto, que aunque el público no fue muy numeroso, sí fue especialmente participativo con todas y cada una de las agrupaciones de la velada.

Tras los pasos de los gigantes fineses

La noche comenzó con Brymir, quienes se dieron a conocer inicialmente por ser un grupo de covers. Tomando como referencia a bandas como Ensiferum o Children Of Bodom, son claras sus influencias en su sonido, el cual discurría inicialmente con el tema que da nombre a su último trabajo “Voices In The Sky”, todo un trallazo que funciona muy bien en directo.

Brymir (Foto: Óscar Gil)

Si hay que poner una pega a su show sería el abuso de sonidos pregrabados o problemas de guitarra en alguna parte de cortes como “Borderland”. Sin embargo, también cabe destacar puntos positivos como los grandes coros, o un final aplastante con “Fly With Me” y la formidable “Wings Of Fire”, sin duda alguna de lo mejorcito de su show. Sonido muy mejorable de un combo que conectó bastante bien con un público en el que únicamente dos personas habían oído hablar de ellos, ¡gran presentación!

La mitología islandesa vive

Trece años atrás en Reikiavik nacía un canto a la historia islandesa llamado Skálmöld con un estilo entre el vikingo y folk metal, con la idea de acercar sus sonidos tradicionales a un género como el heavy metal, y se puede determinar que lo han conseguido. El pistoletazo de salida llegaba con la reconocible y coreada “Gleipnir”, magnifico estribillo que daba paso a otros cortes como “Miðgarðsormur” y una dinámica completamente distinta a la canción anteriormente mencionada, destacando ese arranque ‘riffero’ a mitad de composición.

Skálmöld (Foto: Óscar Gil)

Hubo tiempo por supuesto para “Niflheimur” y ese binomio formado por la desgarrada voz de Björgvin Sigurðsson y el riff demoledor que acompaña durante todo el tema, y para cómo no “Niðavellir” y ese ritmo tan divertido que hace estragos en un público que celebra y agradece piezas como esta o la siguiente “Að Vetri”, extremadamente melódica desde el inicio, sin duda alguna de lo mejorcito de su show.

Skálmöld (Foto: Óscar Gil)

“Kvaðning” es pura melodía, la masterpiece de los islandeses que describe a la perfección su trabajo. Concierto que fue de menos a más con un final apoteósico, una comunión completa entre público y banda, de la cual hay que destacar su gran trabajo a nivel vocal, funcionando a nivel coral de forma excelente.

Hicieron bailar hasta a los cuervos

Turno después del combo finés que encabezaba la velada, unos Finntroll que tras varios aplazamientos y cancelaciones regresan a España con su último lanzamiento “Vredesvävd”, que vio la luz allá por 2020. Con la presencia al frente de Mathias «Vreth» Lillmåns, los fineses arrancaban una presentación amena, divertida y muy completa.

Finntroll (Foto: Óscar Gil)

“Att Döda Med En Sten” muestra el lado más black de la banda con un inicio atronador, mientras “Nedgång” tiene ese ritmo y ese sonido inconfundible de los nórdicos. La misteriosa intro de “Ylaren” conduce a un corte más denso y repetitivo en su estribillo, que contrasta a la perfección con la divertida y melódica “Människopesten” de su aclamado “Nattfödd”, grandísimo acierto.

Finntroll (Foto: Óscar Gil)

De nuevo la acertada “Den frusna munnen” vuelve a explotar el lado más melódico, misterioso y fiestero de los ‘trolls’, dejando paso a una “Solsagan” que arranca con ese sonido más black, desembocando en un corte de lo más coreable y pegadizo, encontrando una importante respuesta y ‘feedback’ por parte del respetable, de lo mejorcito de su set siempre.

Finntroll (Foto: Óscar Gil)

“Svartberg” es ese clásico que nunca puede faltar en sus conciertos con un ritmo vacilón muy reconocible, mientras “Slaget vid blodsälv” desata la polca finesa vertiginosa que hace estragos en una pista que no para de moverse al son de esta pieza, encontrando un estribillo y melodías muy coreadas por un público que iba de menos a más claramente. Vuelta a “Nattfödd”, y es que su sonido es completamente único como demuestra “Fiskarens fiende”, ¡qué cantidad de elementos tan pegadizos y remarcables!

Finntroll (Foto: Óscar Gil)

También hay que hacer caso al último elepé del combo escandinavo, y “Ormfolk” a pesar de estar encuadrado en un disco no tan excelso sí que tiene ese sonido tan característico y tan celebrado. “Nattfödd” no podía faltar para poner a saltar a toda la pista con esa cadencia tan archiconocida, que desemboca en otro corte de este álbum, cómo no la formidable “Trollhammaren”, con toda la sala Mon coreando cada nota y sobre todo ese poderoso estribillo, es increíble que en algunos sets hayan prescindido de esta obra maestra. La cabalgada de “Skogsdotter” parece introducir un ‘western’ para tornarse de nuevo en una auténtica fiesta descontrolada con un riff magnífico que conduce las hostilidades.

Finntroll (Foto: Óscar Gil)

Se acerca peligrosamente el final con “Mask” y su gran estribillo que remonta un corte un tanto plano, para cerrar momentáneamente la velada, y es que aún quedaban tres balas en la recámara. “Under bergets rot” es la primera de ellas con otro estribillo de lo más efectivo, la archicoreada y extremadamente bailable “Jaktens tid” desataba de nuevo el pogo interminable, para cerrar con “Midvinterdraken”, una perfecta despedida con unas transiciones impecables.

Show cargado de pits, de bailes, de sonrisas, y de tres bandas de lo más divertidas y amables tanto dentro como fuera del escenario, es muy difícil toparse con músicos tan cercanos y que además tengan la capacidad de regalar a Madrid en este caso una magnífica noche en todos los aspectos.