Evanescence triunfa por la nostalgia en Madrid

El cambio de milenio trajo consigo una vorágine innegable de cambios. En el ámbito musical, las bandas de rock gótico lideraban la escena junto a las de nu metal, y grupos como Evanescence o Linkin Park colmaban las listas de éxito de aquella época, creando una influencia innegable que se extendería hasta el día de hoy.

En otro orden de cosas, las agrupaciones de gothic/synphonic metal, como los grandes protagonistas de este texto, junto a grupos como Nightwish o Within Temptation realzaron la figura de la mujer en el mundo del metal, hasta la fecha ocupada por el sexo masculino. El hecho de tener una frontwoman relegó el papel de guitarra solista abriendo la veda a un avance de inclusión que siguió desarrollándose, por supuesto, en los años posteriores.

Sobra decir, por tanto, el hype que trae consigo la gira de Evanescence, que no sólo llena de nostalgia a todos ellos que pasaron la pubertad junto a sus canciones, si no que el hecho de haberse pospuesto en numerosas ocasiones, ya se sabe por qué, ha aumentado indudablemente las ganas de ver a los norteamericanos.

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

Este ‘World’s Collide Tour’ ha contado originalmente con el acompañamiento de Within Temptation, pero las numerosas demoras, han dado como resultado que su paso por España haya quedado desprovisto de sus invitados especiales. Aun así, ni este hecho, ni la desafortunada suerte de actuar un lluvioso miércoles impidieron a la capital disfrutar de una banda que hacía 10 años que no pisaba la ciudad; pues su última visita fue en el Sonisphere Festival de 2012.

La primera vez de Tigress en tierras españolas

A falta de tener a Within Temptation, los encargados de romper las hostilidades fueron Tigress, que se subieron al escenario del Palacio Vistalegre a darlo todo desde los primeros acordes de «Power Lines». Desde 2015, la formación inglesa defiende un estilo que oscila entre la versión rockera de Billie Eilish y una nueva versión de Avril Lavigne adolescente, un aperitivo perfecto para recibir a Evanescence minutos más tarde.

Tigress (Foto: Nocnar Tosnophal)

Continuaron con su nueva a “Letter To Death” con una Katy Jackson que se mostró pletórica en todo momento. Su único disco, ‘Pura Vida’ fue el más representado con cortes como “Choke” o “Feel It” que llenaron la pista de un ambiente festivo. Con cortes como “Headache” o “Alive” consiguieron ganarse al público madrileño en su primera visita a nuestro país, haciendo que el tiempo de espera antes de las estrellas principales fuera más que agradable. “Disconnect” puso el punto final a la actuación de los ingleses.

Carpe Diem

Queda de manifiesto que la trayectoria de Evanescence no ha sido de aquellas cargadas de numerosos trabajos de estudio. Tan solo 4 avalan su carrera, aunque el éxito de su debut con ‘Fallen’ bien les habría servido para vivir de ello ha día de hoy. El último, publicado el pasado año tras una década sin lanzar un larga duración es el que ha dado lugar a esta gira. Y, aunque de primeras es el más flojo de la colección, “Broken Pieces Shine”, “Made Of Stone” y “Take Cover” hicieron deleitarse a los miles de congregados en el recinto, y que sería el gran protagonista de la velada.

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

Pero claro está que para que el primer momento álgido pudiera tener lugar tuvo que llegar “Going Under”, uno de los pocos hits que sonaría en el Palacio Vistalegre durante la tarde del miércoles. Las novedades seguían llegando, esta vez de la mano de “Wasted On You”, precedente de una de las perlas escondidas, “Lacrymosa”.

Hubo tiempo incluso de hacer un medley, y asimismo crearon sinergia “Lose Control”, “Part Of Me” y “Never Go Back”, aunque a juzgar por la emoción de los presentes cualquiera que no conociera a la la formación americana no se hubiera atrevido a pensar que fueran nuevos temas. «No sabemos lo que traerá el mañana, pero sí sabemos que hoy estamos aquí todos juntos», así agradeció Amy Lee la presencia y animó a todos a disfrutar del momento presente antes de encarar la bonita «Far From Heaven».

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

Siguió utilizando el piano de cola de color negro que había emergido de las profundidades del escenario durante el corte anterior. No obstante, las dotes de Amy Lee con el instrumento no podían quedarse ahí y se utilizó también para «Your Star».

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

Pero está claro que con piano o sin él Amy Lee acapara todas las miradas. Su voz y su actitud son la fuerza motora de la banda, y por ende de sus directos, por lo que ya sea detrás del piano o correteando por el escenario, se mantiene vívida y deslumbrante a cada momento. Todo ello sin desmerecer la labor que hicieron los guitarristas Troy McLawhorn y Tim McCord, que junto a la recién incorporada bajista Emma Anzai (también en las filas de Sick Puppies) y el batería Will Hunt consiguieron que la base instrumental de cada tema sonase a las mil maravillas.

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

El tintineo del cascabel anunció así la dulce llegada de «End Of The Dream», que acabaría desembocando en un mar de contundencia para enlazar con “Better Without You”. Pero, sin duda alguna “Call Me When You’re Sober”, del también mítico ‘The Open Door’ del ya lejano 2006, fue una de las más coreadas de la recta final junto a “Imaginary” del ‘Fallen”.

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

“Aunque el mundo se vuelva loco no dejes de luchar» fue el discurso para recibir a la reivindicativa «Use My Voice», pues aparte de hacer pasar un buen rato, no hay mejor manera de usar el rock n roll que como arma de protesta. Lee no se dirigió en demasiadas ocasiones a su público, pero cuando lo hizo, verificó que todas sus palabras contasen.

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

“Blind Belief” fue la última de las novedades en ser recibida, antes de que llegase el momento más esperado. No hizo falta más que el piano y un foco, para que casi a capella resonase “My Immortal”, preciosa e imprescindible a partes iguales que a más de uno hizo saltar las lágrimas. Para terminar, no quedaba otra más que “Bring Me To Life”. La canción que fue el primer sencillo del grupo, y formase parte de la BSO de la pelñicula ‘Daredevil’ puso en pie hasta la última alma presente. A partir de sus primeras notas, se puede descubrir la magia que llegó a posicionar a Evanescence en la fama mundial con esta canción.

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

No hubo fuego ni ninguna ornamentación extra, tan solo un juego de luces que convirtieron el espacio de actuación en una forma triangular. La banda norteamericana se nutre de una calidad impecable, y un sonido de libro para alcanzar una buena reputación en sus conciertos. Se echaron en falta algunos clásicos como “Lithium”, pues su set estuvo basado prácticamente en su reciente estreno.

Evanescence (Foto: Nocnar Tosnophal)

Aunque hay que alardear el signo de gran confianza en sus nuevas composiciones, innovando así en su show y no tirando únicamente de clásicos como parecen nutriese otra clase de bandas. Sea como fuere, contemplar oír cantar a Amy Lee en directo siempre es un delite, y el final del tour se solventó con un buen hacer por parte de los músicos. Solo queda rezar para que no tarden otra década en volver a visitar la capital.