Eluveitie y Lacuna Coil enamoran Madrid
Los helvéticos retornaron para conquistar España con su nuevo trabajo ‘Ategnatos’. Como el título del disco indica, Eluveitie renacen con este último trabajo mucho más fuertes y endurecidos, pero conservando la esencia folk celta que tanto les caracteriza.
Tras afrontar varios cambios de miembros a lo largo de su carrera, Christian “Chrigel” Glanzmann mantiene Eluveitie más vivo que nunca. Por alguna razón lo ancestral conecta con un determinado elemento que se encuentra latente en nuestro interior. Cuando uno escucha música como la de Eluveitie, es como si se despertara algo que impregna nuestro ADN, como si nuestra mente recordara lo que nuestro ser tenía olvidado desde hace siglos.
Queramos o no lo folk es algo que llevamos en nuestra genética. Es nuestra propia historia y el cuerpo de los presentes en la Black Box del Palacio de Vistalegre reaccionó a esa llamada de los antiguos. Los suizos lograron conectar a todo el público transmitiendo un gran sentimiento de hermandad y tuvieron un éxito arrollador.
Unos teloneros dignos de cabezas de cartel, los aliados perfectos.
Los primeros en tocar fueron Infected Rain. Una potentísima banda de Moldavia que hace patente la fuerza sobre el escenario con un estilo muy de última generación a lo Parkway Drive o Jinjer.
Algo está pasando con las cantantes con guturales del este que se están alzando como las grandes voces del metalcore. Al igual que la de Tati Shmaylyuk, la voz de Lena Scissorhands es absolutamente impactante. Además, su carisma e incontrolable energía traspasa el escenario y es contagiosa. Esta ya no tan joven banda cuenta con cuatro discos.
El último se llama ‘Endorphin’ del que tocaron “The Earth Mantra” o “Black Gold”. Una banda que merece la pena descubrir si te gusta el género. Siguieron una tradición, no comenzar el último tema sin armar un buen circle pit, lo que fue una absoluta buena locura.
Llevar en una gira a una banda tan grande como Lacuna Coil es un privilegio. La banda de la carismática Cristina Scabbia y Andrea Ferro ofrecieron una gran presentación de su último lanzamiento ‘Black Anima’. Desde el primer momento supieron movilizar al público con temas como “Blood, Tears, Dust” del disco ‘Delirium’, pero la mayor parte de su setlist se compuso de temas, por supuesto, de su último trabajo como “Layers Of Time” o “Reckless”, en los que Scabbia mostró todo su poderío vocal.
Con “Layers Of Time” quisieron mandar un mensaje, el tiempo todo lo cura y ellos querían que el público dejara sus problemas fuera de la sala y disfrutaran del momento presente. Muy comunicativos y siempre agradecidos a sus fans saben muy bien cómo conectar con ellos.
No pudo faltar su versión de “Enjoy The Silence”, canción de Depeche Mode. También de su previo trabajo, ‘Delirium’ eligieron “House Of Shame”. Prosiguieron con “Sword of Anger” que abre ‘Black Anima’.
En “Veneficum”, que tiene una línea vocal muy complicada, la voz de Cristina sonó como un coro con refinado lirismo, y no olvidaron sus discos más clásicos con “Heaven’s a Lie”, para terminar con “Nothing Stands In Our Way”.
Madrid unido por el clan de Eluveitie.
Tres dríadas aparecieron en el escenario y alzaron sus cánticos a coro, pidiendo el favor de los dioses, a modo de introducción a lo que estaba por venir. Comenzaron a sonar los tambores que presagiaban el comienzo del primer tema, “Ategnatos”. De esta manera saltaban Chrigel y su clan al campo de batalla rugiendo y blandiendo sus guitarras para emitir salvajes riffs, lo que fue un inicio de concierto épico.
Recuperaron la dualidad de la musicalidad de las flautas y los ritmos extremos con “King”, del disco Origins. Sonó poderosa como un rey y sublime gracias a un violín maravilloso de la mano de la simpática Nicole Ansperger. Eluveitie venían a presentar su último trabajo ‘Ategnatos’, del que también seleccionaron para seguir con la fiesta la grandiosa “Deathwalker”. Hicieron un inicio extremo y potente con el que no hicieron prisioneros.
Dieron a continuación algo más de aliento al público para dar paso a uno de los momentos más especiales de la noche, era el turno de “Call Of The Montain” o también llamada “De Ruef Vo De Bärge”. Chrigel dejó al público elegir si quería que la cantasen en inglés o en su idioma natal, el romanche. La gente se decantó por la segunda opción y Fabienne Erni la cantó preciosa en su lengua materna.
“Quoth The Raven”, perteneciente a uno de sus discos más celebrados: ‘Everything Remains As It Never Was’, fue introducida por el dulce sonido de la zanfona de la polaca Michelina Malisz. La flauta de Mateo Sisti bajó sus habituales frenéticas revoluciones marcando un ritmo más bailable, mientras que la preciosa voz de Fabienne fue luz absoluta entre la rudeza de las voces de Chrigel, aunque ella se animó también a rugir en esta canción como su compañero.
La lira en The Slumber al igual que la voz de la que la manejaba eran el elemento dulce de la combinación agridulce que se creaba en esta melancólica y folk canción con las flautas y la voz desgarrada de Chrigel. A continuación, con la épica “Worship” fueron completando este setlist dominado por esta obra espiritual que es ‘Ategnatos’.
Era el turno en ese instante de la parte del concierto más álgida de la noche, de la que Fabienne Erni fue la protagonista. Sobre un sonido ambiente que parecía lluvia, empezó a cantar a capela un canto celta con el que consiguió sobrecoger y maravillar a todo el público, quien terminó conteniendo hasta la respiración. Así dieron paso a la mítica “Epona” que hizo bailar como locos al personal, y fue uno de los momentos de mayor disfrute. Fabienne Erni también consiguió bordar con su preciosa voz otro clásico muy importante de los suizos, “A Rose for Epona”. Uno de los temas con los que consiguieron poner los pelos de punta a las almas habitantes de la Black Box.
Se puede entender que muchos echen de menos a la maravillosa Anna Murphy, quien tenía una voz única, pero el talento de Fabienne es desbordante. Los registros que alcanza con su voz son altísimos, variados y la forma en la que puede rugir y rasgar su voz también es espectacular. Es justo decir que ella fue una de las delicias de la noche y se nota que Christian Glanzmann sabe muy bien con quien unir fuerzas. Su imagen sobre escenario sujetando su harpa celta y roqueando como la que más fue poderosísima. Como ver a la mismísima diosa Rigani con su lira en carne y hueso.
Continuaron repasando su último álbum con “Ambiramus”, una canción que tiene una energía muy especial, en directo gana mucho y es realmente pegadiza. Después llegó el momento de continuar rescatando material de ‘Helvetios’ con “Havoc”. Un huracán de violines, zanfona, guturales y flautas celtas arrasaron el escenario y animaron a todos a salir a pelear al campo de batalla, aunque ese campo de batalla pueda ser para muchos la vida rutinaria. Bajaron también un poco la intensidad brutal de sus temas con la bellísima y reconfortante “Breath”, con tintes menos folk y más roquera, el guerrero tiene también que volver a casa y descansar.
Es muy impresionante la forma que tienen de encajar con el metal instrumentos tradicionales que podrían sonar muy caóticos si no se saben emplear bien, pero se nota que son unos músicos muy expertos y cada elemento sonó en directo donde tenía que sonar, y en su justa medida, para no entorpecer todo lo demás. De la misma forma, que fue muy admirable la manera en la que Christian controló en todo momento el tocar sus flautas celtas y al segundo lograr colocar su voz para cantar con sus guturales. Todos estos factores anteriormente nombrados también fueron muy apreciables en la arrolladora “Helvetios”. Dejaron los temas más potentes para esta parte final del espectáculo con un tema como “Thousandfold” o la extrema “Rebirth”, en los que lucía menos lo tradicional y mucho más el metal con unos solos de guitarra electrizantes.
El cierre no pudo ser mejor, eligieron la canción que todos los fans de Eluvietie estaban esperando, la mítica “Inis Mona”. La canción que hace referencia a la isla de Anglesey, situada en Gales, donde los druidas tenían su santuario, fue la razón por la que todo el público se puso a saltar y a cantar. Una maravillosa forma de concluir su espectáculo por todo lo alto. Fueron sublimes estos helvéticos, un espectáculo que no debéis dejar pasar nunca.
Texto: Rosa Chenlo | Fotos: Javier Bragado y Kaisla Virtanen
Promotor:Route Resurrection Fest
Día:2019-11-28
Hora:19:10
Sala:Black Box (Palacio de Vistalegre)
Ciudad:Madrid
Teloneros:Infected Rain y Lacuna Coil
Puntuación:9
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