Noche de folk y metal en Barcelona

Eluveitie regresaron a lo grande a la ciudad condal para presentar su nuevo disco, 'Ategnatos', formando un tremendo y variado cartel capaz de agotar todas las entradas de la mediana de las Razzmatazz.

No es fácil que un concierto de metal cuelgue el cartel de sold out un miércoles cualquiera pero motivos le sobraban a esta noche para conseguirlo. Un lustro sin disfrutar de Eluveitie encima de un escenario es demasiado tiempo y si además le acompaña para la ocasión una apuesta segura como Lacuna Coil y un entrante demoledor como Infected Rain el menú resulta de lo más apetecible.

A pesar de los innumerables cambios de formación que los suizos han ido sufriendo a lo largo de su longeva historia y que nos ha dejado recientemente una nueva noticia en forma de nuevo grupo, Cellar Darling, Chrigel Glanzmann es todo un superviviente y no hay quien le pare. Pero mejor comenzar por el principio.

Infectados por una lluvia eléctrica

Los moldavos Infected Rain salieron a por todas ante una Razzmatazz 2 que presentaba un aspecto tremendo, con una fuerza y potencia que aglutina la mezcla de estilos como el nu metal o el metalcore para el deleite de un buen puñado de seguidores que se agolpaban en las primeras filas.

Infected Rain (Foto: Javier Bragado)

Lena Scissorhands es pura dinamita y le sobra voz para dejar completamente atónito al personal. Todo vestido con un traje de carisma y energía capaz de dejarte exhausto al ritmo de la inicial «Mold» o la traca final en forma de «Sweet, Sweet Lies», amen de una pequeña representación de su último lanzamiento, ‘Endorphin’. Corto pero intenso.

Infected Rain (Foto: Javier Bragado)

El tiempo no pasa para los italianos

Poder gozar de una banda invitada de la altura de Lacuna Coil es todo un lujo y Cristina Scabbia, Andrea Ferro y los suyos no fallaron sacando músculo en vivo con algunas de las canciones que forman su reciente ‘Black Anima’, arrancando con «Blood, Tears, Dust» y poniendo aquello patas arriba de la mano de la archiconocida «Nothing Stands In Our Way».

Lacuna Coil (Foto: Javier Bragado)

La química que forman el dúo vocalista queda ya a estas alturas completamente fuera de discusión, con dos registros innegablemente distintos pero que se entienden a la perfección sobre el escenario. Agresividad, elegancia y melodía que funcionó con la precisión de un reloj suizo gracias a temas como «Our Truth», el célebre cover de Depeche Mode, «Enjoy The Silence», o la maravillosa «Heaven’s A Lie» que, obviamente, no podía faltar a la cita.

Lacuna Coil (Foto: Javier Bragado)

Una pena no poder disfrutar de un show más extenso por parte de los italianos pero todos los que se acercaron a la céntrica sala salieron más que satisfechos de su intachable actuación. Sin artificios ni un gran despliegue escénico tras ellos pero con una sobriedad que muchos quisieran para si.

Lacuna Coil (Foto: Javier Bragado)

Un canto a la grandeza del metal

Volvieron a apagarse las luces de la sala y un cristalino coro saltó al escenario como preludio de lo que estaba por venir. «Ategnatos», corte que da título a su reciente obra, supuso el pistoletazo de salida a su actuación y llenó aquello de música y músicos para el deleite de los suyos, con Glanzmann como absoluto maestro de ceremonias.

Voces guturales, melódicas, masculinas y femeninas, se daban de la mano bajo el manto de instrumentos tan dispares como el arpa, la flauta, la guitarra y el violin, sin olvidarnos de la extraña a la par que hipnótica zanfona. «L’Appel Des Montagnes», «Quoth The Raven» o «Epona» iban repasando su discografía para gozo de sus seguidores en un perfecto recital de ambiente festivo. Y no era para menos.

Eluveitie (Foto: Javier Bragado)

La delicada voz de Fabienne Erni se mezclaba en perfecta armonía con la de su compañero al micrófono y la mítica «Epona», «A Rose for Epona»o la pegadiza «Ambiramus» seguían desatando la tormenta perfecta. Eso sí, pocas cosas se pueden comparar con el ambiente que se crea al son de «Inis Mona» en un viaje atrás en el tiempo hasta recalar en su ‘Slania’, que viera la luz hace ya más de una década.

Eluveitie (Foto: Javier Bragado)

Una noche prácticamente perfecta de las que sirven para entender y valorar toda la grandeza que esconde un género como el metal, con todas sus influencias y vertientes. Un espectáculo con un cartel que, francamente, lo tiene muy fácil para conquistar a casi cualquier tipo de público. Y mañana turno para Madrid.