Eclipse: el último coletazo de hard rock del año en Madrid

Una vez más quedó demostrado como Suecia sigue siendo la factoría del rock por antonomasia. Un trono que únicamente podría ser arrebatado por Finlandia en lo que a términos de metal se refiere y que pocas veces abre miras más allá de sus fronteras. Pero Eclipse ha encontrado cobijo en nuestro país e incluso ellos mismos describen a España como su segunda casa, un arropo que le brindan sus seguidores en cada una de sus visitas.

No es habitual que el cuarteto de demore tanto en pisar tierras ibéricas, pero por motivos obvios que no vale la pena mencionar un millar de veces más, la visita de los suecos tuvo que esperar un lapso de 3 años para poder llevarse a cabo nuevamente. Un aplazamiento que no hizo más que incrementar las ganas de los fans más acérrimos, cual olla a presión, de ver a sus ídolos pisar el escenario.

Éxtasis momentáneo

Lo que hace algo más de una década comenzase como un proyecto de estudio entre Silvia Idoate y Jorge Olloqui -vocalista y guitarrista respectivamente-ha acabado convirtiéndose en una de las formaciones de hard rock melódico con más nombre de nuestro país.

Xtasy (Foto: Nocnar Tosnophal)

Hasta la fecha,  Xtasy cuenta con tres discos de estudio y un reciente EP titulado ‘Fuerza Interior’, mezclado y remasterizado por el mismo Erik Martensson, vocalista de Eclipse. Huelga decir que su aparición como apoyo no fue, por tanto, casual.

Xtasy (Foto: Nocnar Tosnophal)

“Perfect Strangers”, de su álbum ‘Eye Of The Storm’ (2020) fue la encargada de abrir boca para continuar la descarga con “Nowhere To Run”. El conjunto de Noaín tuvo que hacer frente al retraso de la apertura de puertas, por lo que su actuación tuvo que comenzar unos minutos más tarde. Lo que podría haber sido un hándicap fue bien aprovechado por la banda navarra para conseguir llegar a un mayor número de personas.

Xtasy (Foto: Nocnar Tosnophal)

Aunque cabía esperar que el show fuese más plano y lineal que la de Eclipse, el conjunto acabó en comunión con parte del respetable con cortes como “Welcome To My World” o “Nowhere To Run”. Hubo tiempo incluso para presentar la reivindicativa “A Luchar” cuyos versos, esta vez en castellano, fueron dedicados a las mujeres del lugar por parte de la vocalista. “Die Young” puso punto final su media hora sobre las tablas.

Emociones y adrenalina a partes iguales

Mirando el repertorio de Eclipse con anterioridad, podría parecer, en un principio, que el hecho de añadir una media de 6 o 7 temas de un último trabajo en un set de un concierto resultase excesivo. Queda de manifiesto también que este último ‘Wired’ no es ese “Armaggedonize” que acabó de consolidarles como banda en el 2015.

Eclipse (Foto: Nocnar Tosnophal)

Pero necio de aquel que infravalore la confianza de Eclipse en sus nuevas composiciones, y en cómo se las apaña la banda para hacer que todos los engranajes funcionen a la perfección en cada una de sus actuaciones. Y sí, esos engranajes son cada uno de los temas que dan vida a la lista de canciones, unos que cualquiera que viese a los suecos actuar por primera vez, nunca hubiera pensado que estaban recién salidos del horno.

Eclipse (Foto: Nocnar Tosnophal)

Dicho esto, no se necesita mucho más para saber que “Roses On Your Grave” y “Dying Breed” se cubrieron de gloria al inicio de un show que desprendería adrenalina por los cuatro costados. “The Masquerade”, que se inclina más por ser un himno de batalla que un hit de rock n’ roll consiguió trasmitir la fuerza propia de sus versos, al igual que la animadas “The Storm” y la nueva “Run For Cover” lo harían minutos más tarde.

Eclipse (Foto: Nocnar Tosnophal)

El primer momento álgido llegaría de la mano de “Runaways”, uno de cortes favoritos del vocalista Erik Martensson, y de la audiencia, por supuesto. Aprovechando la adrenalina de ésta le llegó el turno a “Carved In Stone” balada por antonomasia de su nuevo ‘Wired’ y que fue capaz de emocionar y captar la atención de los presentes aun siendo interpretada básicamente en acústico.

Eclipse (Foto: Nocnar Tosnophal)

En el ecuador del show, le tocó brillar al batería Philip Crusner, hermano del último miembro en formar parte de las filas de la banda, el bajista Victor Crusner. Lo que al principio parecía golpes directos de dar rienda suelta a la imaginación del batera, terminó en una sentencia de notas acompasada con los compases de la famosa cantata “Carmina Burana” de Carl Orff.

Eclipse (Foto: Nocnar Tosnophal)

Todo ello para volviese a reinar la magia junto a “Battlegrounds”. Desde hace un par de giras, el cuarteto ha llevado el tema a la experimentación en lo que a sus interpretaciones en vivo se refiere, dándole un tono acústico y de balada. El hecho de potenciar así el tema hace que sus versos lleguen más al oyente y brille más que la versión original de estudio.

Eclipse (Foto: Nocnar Tosnophal)

Si hay una canción imprescindible en la carrera de eclipse podría decirse que es “The Downfall Of Eden”. No solo es de las favoritas de sus seguidores, si no que encierra algo especial. “Vamos a seguir tocando esta canción hasta el día que muramos” llegó a recalcar el señor Martensson antes de encarar los primeros acordes. Y es que, desde su composición en 2017, el tema ha escalado puestos hasta lo más alto, hasta el punto de convertirse en uno de los cortes que más encierra la personalidad del grupo.

Eclipse (Foto: Nocnar Tosnophal)

Del disco de ese mismo año (‘Monumentum’, 2017) apareció “Black Rain” con su contundencia, invadiendo las notas de Magnus Henriksson la totalidad del espacio de la sala Mon de Madrid. Como una bomba a punto de estallar, se dibujaba en el horizonte el final del show, con una cuenta atrás que iba a ser difícil de detener. “I Don’t Wanna Say I’m Sorry” hizo saltar a todos los congregados, pero “Never Look Back” tampoco se quedó atrás.

Eclipse (Foto: Nocnar Tosnophal)

Las recién estrenadas “Twilight” y “Saturday Night (Hallelujah)” encajaron a las mil maravillas entre la recopilación escogida para este tour, haciendo gala de su inminente calidad. “Viva La Victoria” hizo las labores perfectas como broche de oro, y es que, aunque en la anterior gira fue aquella que abrió cada velada, su energía la ha convertido con el paso del tiempo en la pieza perfecta para acabar un espectáculo por todo lo alto.

Eclipse dan vida a ese tipo de shows en los que no se puede dejar de cantar, bailar y disfrutar. El devenir de los años les ha dado la oportunidad de labrarse una personalidad en la que mezclar las influencias del rock n’ roll más clásico con la potencia del sonido del nuevo milenio, encajando a la perfección para los amantes del género. La última parada de su periplo español se libró con éxito, y poco más puede decirse que le quede a los suecos por conquistar en nuestro país.