Ensoñación progresiva con Dream Theater en Madrid
Cuando se cumplen 20 años desde su publicación, Dream Theater vuelve a rememorar ‘Metropolis Part II: Scenes From A Memory’ disco clave en la trayectoria de la banda, al ser su primer trabajo conceptual, aquel que abrió las puertas a una nueva forma de enfocar su creatividad.
El aniversario redondo era el motivo ideal para recuperar el álbum en su integridad y escuchar canciones que, de otro modo, no tendrían cabida en el repertorio de la banda estadounidense. Dream Theater es, por derecho propio, el grupo de metal progresivo de mayor calibre y dicho estatus les permite limitar sus conciertos a los grandes recintos y ofrecer al público actuaciones de gran duración, propulsadas por un espléndido montaje escénico y audiovisual.
Arranque con LaBrie a medio gas
El quinteto norteamericano dividió el show en dos bloques claramente diferenciados. La primera hora de actuación se basó en su material más reciente, con su flamante ‘Distance Over Time’ como eje principal, aunque también hicieron lugar a otras perlas de su dilatada discografía. A repasar las portadas de sus diferentes trabajos vino precisamente la emotiva proyección introductoria, que marcó el tono inicial del show, al ritmo de la inspirada “Untethered Angel”, corte de gran gancho, efectivo para abrir la velada.
El sonido fue irregular al comienzo, con el bombo de Mike Mangini ausente, la guitarra de John Petrucci excesivamente estridente y un desajuste generalizado en lo que a la mezcla se refiere. Sin embargo, el aspecto más llamativo fue el de la voz. James LaBrie desafinó desde el primer segundo, desfigurando las melodías vocales que acompañan a las canciones. Su desacierto fue clamoroso en el tramo final de “Fall Into The Light” y provocó la fría respuesta del público, que espera algo más por parte de una banda de semejante calibre. Afortunadamente, el resto de los miembros rayaron a un nivel excepcional.
El sonido fue mejorando de forma progresiva y las imágenes que emanaba la pantalla ubicada tras la batería propulsaron la experiencia del personal, que se vino arriba cuando la banda recuperó dos perlas fascinantes como “A Nightmare To Remember” e “In The Presence Of Enemies, Part I”. Los responsables instrumentales ofrecieron un recital interpretativo mayúsculo en ambos cortes, combinando pasajes altamente técnicos con otros puramente ambientales, hilvanados y ejecutados a la perfección.
El respetable pudo percibir al grupo disfrutando sobre el tablado, pletórico, impartiendo una clase magistral de creatividad y compenetración. La atrevida sección central de “Barstool Warrior” y la más atmosférica “Pale Blue Dot” elevaron el tramo final de la primera fase del concierto.
Vuelta al génesis conceptual
Tras un receso de quince minutos, llegó la hora del plato fuerte de la noche. Dream Theater revisitó su primer álbum conceptual, acompañado por una producción más ambiciosa con la que no pudieron contar hace dos décadas, en la gira de presentación original, como la banda explicaba recientemente en la entrevista concedida a The Metal Circus. ‘Scenes From A Memory’ también fue determinante en lo relativo a la formación de la banda, ya que marcó el debut de Jordan Rudess como teclista, convertido actualmente en pieza creativa fundamental en el engranaje estadounidense.
El álbum aborda el descubrimiento de la vida pasada del protagonista Nicholas, vida en la que encarnó a una mujer llamada Victoria Page y se vio involucrado en una trama de amor, infidelidad y muerte. La banda plasmó esta historia conceptual en fragmentos de animación y proyectó en la pantalla imágenes para ilustrar su narración. Todo ello fue recibido con furor por parte del público, que se rindió ante el quinteto de forma inmediata con las primeras notas de la pinkfloydiana “Regression”. La apasionada respuesta dejó en evidencia que el disco en cuestión era la principal razón por la que el personal acudía al evento del cuarteto estadounidense. La simbiosis entre ambas partes fue total en las memorables “Overture 1928” y “Strange Déjà Vu” y hasta el propio LaBrie remontó el vuelo con una considerable mejora interpretativa.
La brillantez progresiva se hizo palpable en “Fatal Tragedy”, la melancolía en “Through Her Eyes” y ambos elementos llegaron a fundirse por completo en “Home”, corte con el que la banda alcanzó alcanzó el clímax de la velada. “One Last Time” sirvió para poner al público a cantar al unísono, hasta el punto de desgarrar sus gargantas, mientras que la monumental “Finaly Free” cerró el círculo conceptual. Para entonces, todos los allí presentes eran conscientes de la inmensidad del espectáculo musical que habían presenciado.
A la conclusión de ‘Metropolis Part II: Scenes From A Memory’ la banda abandonó el escenario, pero tras breves instantes volvió por última vez para redondear su actuación con material más reciente. De vuelta en su disco más reciente,“At Wit’s End” fue el tema escogido para poner el punto y final a la velada. La canción aúna riffs progresivos, solos virtuosos y líneas vocales pegadizas y materializó un gran cierre, representando las diversas vertientes compositivas del grupo.
Al sonar la última nota y encenderse las luces generales, el público se mantuvo frente al escenario durante varios minutos, aplaudiendo de forma incansable, tratando de reconocer el inmenso trabajo de Dream Theater. La banda acababa de deleitar a los asistentes durante casi tres horas con una actuación de altísimo nivel. La euforia fue generalizada y, aunque la sala se vació por completo, el impacto de lo presenciado siguió resonando durante toda la noche entre los asistentes.
Texto: Mikel Yarza | Fotos: Javier Bragado
Promotor:Rock N Rock
Día:2020-01-31
Hora:20:30
Sala:Wizink Center
Ciudad:Madrid
Puntuación:8
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