Download Madrid 2019: Slipknot y Amon Amarth suben el nivel del festival
Después de una jornada inicial muy flojita (la que más en lo que llevamos de estas tres ediciones de Download en España), el segundo día del festival consiguió remontar a base de bolazos de todo tipo. Slipknot a base de temazos y caña, Amon Amarth con su fuerza vikinga plagada de fuego, Berri Txarrak con su despedida, Megara con su particular puesta en escena y Graveyard (los de Barcelona) con su death clásico incrementaron el nivel del viernes, pero el aforo del evento, aunque creció bastante, no llegó a las cifras de otros años.
Swimming With Wolves
La segunda jornada la abría la banda madrileña Walking With Wolves, quienes practican un metalcore para adolescentes con tintes técnicos al estilo Periphery. Presentaban su primer disco ‘Parallels’, el cual ha salido tras la entrada de Daniel Culebras a la voz. Un fichaje que, remitiéndome tanto al disco como al concierto, nos hace echar de menos a Rich, primer frontman que gozaba de mejores dotes tanto vocales como escénicas.
No obstante, en lo instrumental son unos fieras, e incluso en los coros, donde Johan y Alan denotaron una solvencia ejemplar. Veremos qué les depara el futuro. El calor no impidió el movimiento entre el respetable, quien fue además premiado con una buena dosis de manguerazos para apaciguar la ira de Helios, protagonista de la tarde. Cuando el agua genera más protagonismo que el concierto, sabes que estás en el infierno.
El debut de Kontrust en Madrid
Dicen que siempre hay una primera vez para todo, y en este caso, para Kontrust era la primera vez que tocaban en Madrid. Nada más y nada menos que bajo 40ºC para meterse al público en el bolsillo, pero les bastó con los primeros temas, y es que su crossover hard rock es un estilo peculiar que mezcla hasta elementos del polka. Si a eso le añades su particular vestimenta con petos negros y el perfecto castellano en el que su vocalista, Stefan, se dirigía al respetable poco más hay que decir para describir su propuesta. Venían presentando su nuevo álbum, ‘Explositive’, del que sonaron «Dance» y «Just Propaganda». Pero otros temas suyos como «Rise Me Up» o «Bomba» también calaron en el público. Aunque la temperatura fuera insoportable, la fiesta de los austriacos Kontrust fue un más que buen comienzo de jornada.
Graveyard: son españoles, pero podrían ser de Suecia
Una de las controversias que se montó cunado se confirmó el cartel completo del Download Madrid 2019 fue que muchos de los aficionados pensaban que Graveyard era el grupo de hard rock sueco. Pues no, era la banda española de death metal con toques de doom catalana. No son suecos (como dijo su propio líder al poco de comenzar después de que se solucionasen pequeños problemas técnicos), pero podrían puesto que el death metal que despliegan es muy difícil de encontrar en nuestro país. Ese sonido clásico del death primigenio se ve claramente en las influencias de la formación, y su indumentaria y estilo sobre el escenario también dejan ver que el rollo ochentero está presente en todos los ámbitos del grupo.
Bajo el abrasador calor madrileño, los de Barcelona salieron cigarro en mano (como se vio en el caso de su guitarrista, Javi), una muestra más de esas imágenes que eran tan típicas no hace tantos años sobre las tablas y que se han perdido últimamente. La definición del sonido de las guitarras no terminó de ser la mejor desde el público, pero el empaque en conjunto dejó claro que Graveyard saben lo que hacen y cómo lo hacen. El agua entró en escena cuando operarios del festival llegaron con una manguera a «regar» al personal, lo que refrescó a las cientos de fans que se congregaron en el stage 3, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta la hora, la temperatura y que coincidían con Kontrust en uno de los escenarios principales.
El extremo calor no impidió que se produjesen los primeros circle pits y mosh de la jornada y eso complementado con temas como «With Fear And Thirst», «Faces Of The Faceless» o la nueva «Winds Like Daggers» logró que los presentes se les olvidase un rato que el sol pegaba fuerte para disfrutar de sus canciones y su agresividad plagada de oscuridad.
Red Fang traen el rock n’ roll
Salen cuatro tíos al escenario, uno con una lata de cerveza a medio beber y se ponen a tocar. Así son Red Fang, un cuarteto de stoner rock originario de Oklahoma que no necesita más que sus instrumentos y su carisma escénica para partirte la cara con un bolazo. En tiempos donde las producciones audiovisuales parecen cada vez más un “must”, Red Fang resisten como si de Asterix se tratase a base de riffs pesados y sinergia.
El público, tímido de inicio, fue poco a poco disfrutando del avasallamiento de los americanos. Gustaban más y más, incluso en la zona VIP, donde lo único que parecían estar haciendo algunos era esperar a que saliese Corey Taylor con una acústica a cantarles Snuff y dar la turra sobre cómo Slipknot les salvó la vida con 12 años. Tengo curiosidad por haber visto sus caras tras el repertorio de los de Iowa.
Pero esto a Red Fang les da igual, puesto que saben que no tienen nada que demostrar. Ellos a lo suyo, hacer rock and roll y dejarse la piel en el escenario. No faltaron sus grandes clásicos así como su último single “Antidote”, y el calor no pareció ser inconveniente para el respetable, quien poco a poco conectaba más con la rudeza de los americanos. Sin apenas intervenciones entre temas, en 50 minutos, Red Fang triunfó en el Download Festival de la capital.
El Altar Del Holocausto: bendiciones y buenas tardes
La misa llegó al Download Festival Madrid con los nacionales El Altar Del Holocausto que sobre las 19:05 de la tarde salieron al escenario 4 ocultos tras su habitual sotana blanca. En este concierto no existieron los pies de micrófono y tomó protagonismo la cruz instalada acompañando a la batería. Los miembros de la banda demostraron que no hace falta ser rudo y rápido para ser virtuoso, y que generar un ambiente especial sobre el escenario sin grandes parafernalias es difícil, fundamental y escaso.
No pararon de animar a las cientos de personas que se habían acercado a pesar de que el sol aún pegaba con fuerza, y es que entre el público se oían comentarios del tipo: «Ya te dije yo que estos tíos eran un espectáculo», algo complicado por su música instrumental y con pinceladas down. Hubo aplausos, saltos y gritos en el público, y al no tener que cantar y tener el signo del anonimato, la banda se puso cara a cara con los fans para hacerles olvidar el calor en más de una ocasión.
Tocaron algunas de las composiciones de su primer trabajo, ‘She’ como «El que es bueno es libre aún cuando sea esclavo» y algunas de su nuevo proyecto ‘It’ como «I · Because Evident Is God’s Wrath from Heaven Against All Impiety and Injustice of Men, That They Stop the Truth with Injustice». El sonido no fue excelente pero sí de 8, algo que se aprecia cuando alguna vez has escuchado su acústico. Está claro que El Altar Del Holocausto es una banda que merece la pena ver en directo a pesar de que nunca sabremos quienes son, cuántos años tienen o como se llaman. Podrían ser hombres, ancianos, podrían ser niños, mujeres o alienígenas.
Ánteros cumplen con su cometido
Rondan las ocho de la tarde y el sol sigue quemando en el parking de la Caja Mágica. En un hueco en el escenario tres, al tiempo que Rival Sons desarrolla su show, los barceloneses Ánteros se disponen a hacer lo propio ante unas cuantas decenas de personas. La banda formada en 2015 cuenta con miembros de grupos de renombre en la escena como Toundra o Viva Belgrado, y en su haber tienen únicamente un trabajo de estudio titulado «Cuerpos Celestes».
Aun así, este no es el primer festival importante en el que aparecen, pues también han actuado en el Resurrection Fest y han salido de gira por Europa. En cuanto a su propuesta, cabe destacar el buen sonido y desarrollo de la parte instrumental o melódica, rompiendo en cierto modo la dinámica la parte de los guturales. Aún así la actuación de los de Barcelona estuvo correcta ante los ojos de aquellos que por un rato quisieron alejarse de la muchedumbre de los escenarios principales.
Rival Sons suben el listón
Comienza la buena chicha con Rival Sons, quienes, acompañados de una lona preciosa, salían a escena con su rock setentero bebiendo de Led Zeppelin pero sin ser Greta Van Fleet. El punto dulce perfecto. Estuvieron pletóricos, convirtiendo el ardiente asfalto en una pista de baile tanto para sus fans como para los que llevaban camisetas de Suicide Silence. Dicen que nada une más que la música, y puede que el rock clásico sea de los géneros que más unan.
Jay Buchanan posee unas dotes vocales maravillosas, dominando amplios registros vocales que, en los momentos álgidos de las canciones, se ven acompañados por los otros cuatro músicos que le acompañan. Además, tiene un carisma muy peculiar como frontman, dándole un punto de originalidad muy suculento para el espectador. Michael Miley, batería, no para de lanzar baquetas por el aire (que las coja es otra cosa), Scott Holiday saca una guitarra distinta por tema, haciéndolos todos únicos en sonido y Dave Beste está a lo suyo con su bajo. Al cuarteto se le une un teclista con una barba de casi medio metro y nos queda una banda de lo más variopinta, como su música.
El público sigue bailando entre manguerazos que acaban siendo casi excesivos, los cánticos en favor de los californianos se multiplican y la conexión banda-audiencia es ya inevitable. Estamos ante una de las bandas de rock del momento, lo sé, lo sabes, lo sabemos. Ya no hay tren que pare a Rival Sons más que el tiempo que les queda. Se nos queda buen sabor de boca y mal olor de la depuradora, por lo que su próxima visita a nuestro país será una peregrinación obligada. Gracias, Rival Sons, por mantener la antorcha del verdadero rock and roll viva aún.
Megara y su personal país de las maravillas
La pista del escenario 4 se llenaba de gente para recibir a los madrileños Megara. Una misteriosa voz nos conducía de lleno al espectáculo, y es que los locales siempre van más allá de música en cada actuación. Desde bailarinas disfrazadas de guerreras galácticas, hasta la aparición de algún que otro personaje más, todo combinado con diversos bailes comandados por su vocalista Kenzy.
Y por supuesto, todo combinado en color fucsia (tienen un show y una música tan característicos que hasta han creado su propio estilo: el fucksia rock). Durante su show hubo tiempo para presentar su nuevo álbum ‘Aquí Todos Estamos Locos’, y entrelazar los temas de su debut, ‘Involución’; así como de felicitar a Sonia y Raquel por su compromiso. No es de extrañar que en apenas un par de años de vida la banda esté en boca de todos y es que originalidad no les falta.
Amon Amarth: sin barco, pero CON FUEGO
Mucha gente ya hacía tiempo para Slipknot desde Red Fang en el main stage 1, pero el entrante previo no tenía desperdicio. Amon Amarth traían toda su «fiesta vikinga» al Download Festival Madrid 2019 como bien dijo su frontman Johan Hegg, y así lo demostraron desde el principio.
No traían el drakkar por el que mucha gente les conoce, pero en su lugar ampliaron su producción a una buena cantidad de fuego a lo largo de todo su show con llamaradas en múltiples direcciones. Para suplir el barco (långskip para los más puristas), Amon Amarth se trajo un casco con cuernos a los lados por el cual muchos conocen a los vikingos, y además de eso salieron dos figurantes vestidos de vikingos y empezaron a luchar espada y escudo en mano en una performance que apoyaba a los suecos mientras tocaban «The Way Of Vikings».
A esta actuación llegaban con su recién estrenado ‘Berserker’, álbum con el cual han dado un paso más allá para llegar a un público más generalista dentro de la escena metalera, pero no olvidaron sus clásicos como «The Pursuit Of Vikings» (que abrió el directo), «Crack The Sky», «Death In Fire» o «Guardians Of Asgaard» entre otras. Además del fuego, humo y plataforma de batería nueva, la formación se trajo varios telones que mostraban las portadas de distintos trabajos de estudio como del anterior ‘Jomsviking’ o del recién lanzado ‘Berserker’.
La gente estaba muy arriba, y la gran labor de Johan Hegg para levantar a los presentes y hacerles brindar con su gjallarhorn junto a toda la escenografía que plantó Amon Amarth en el Download 2019 generó que el ambiente se encontrase por las nubes (como las llamas que disparaban) cuando todavía quedaba el plato fuerte de la noche. El «viva España» de Hegg unido a la bestia que apareció en la simulación de una tormenta nórdica y una lluvia de chispas finiquitaron un bolazo muy serio, probablemente el más épico del festival esta edición hasta ese momento (junto al de Sabaton la noche anterior en el escenario 2).
Will Haven: headbanging coreografiado
De nuevo Estados Unidos estuvo presente en este festival con los californianos Will Haven. Jeff Irwin, Grady Avenell y compañía salieron al escenario 3 sobre las 21:30 de la noche de la jornada del sábado para poner sobre la mesa su evolución desde 1997 (cuando presentaron su primer disco). Su último trabajo se estrenó en 2018 y por primera vez en la capital madrileña hemos visto en directo sus nuevos temas como «Winds of Change» o «The Son». Entre sintetizadores, guitarras, batería y bajo destacó la desbordante energía de su vocalista que no dejo ni un minuto de prácticas headbanging extremo.
Sin embargo, la banda es de por sí bastante estática, a excepción de su cantante, sus miembros apenas se mueven. En el Download Festival trajeron un show muy desnudo y sincero sin ningún tipo de espectáculo adicional y su punto más característico es sin duda el headbanging coreografiado. En algún momento pareció que tenían problemas técnicos pues su guitarrista abandonó por un momento el escenario, aunque no se notó nada más allá del sonido escaso habitual de los escenarios. Eso sí, al terminar agradecieron la presencia y calor de su público con un aplauso compartido.
Stone Temple Pilots: más vivos que nunca
Entre Amon Amarth y Slipknot había hueco para que Stone Temple Pilots ofrecieran una buen muestra de su grunge en el mainstage 2. Aunque en los ’90 la banda se formara unos kilometros apartada del foco donde surgió dicho estilo, los americanos han llevado el grunge por bandera hasta nuestros días. Iniciaron el show en este Download Festival con «Wicked Garden», un tema que se encuentra precisamente en su álbum de debut, ‘Core’ (1992). Es obviamente en este disco en el que se centró el setlist de la banda de Los Ángeles,y es que las bandas de este calibre siempre suelen echar la vista atrás para elaborar sus setlist.
Más aún con una historia como la de Stone Temple Pilots, y es que en el punto de mira estaba su vocalista Jeff Gutt, pues muchos aún añoran al fallecido Scott Weiland. Para maravilla de todos, Gutt estuvo a la altura de las circustancias, haciéndonos casi olvidar a Weiland en algunas ocasiones. El ritmo del show se desarrolló con pocos altibajos, poniendo quizá un punto negativo al lento duelo entre los hermanos DeLeo que se hizo algo innecesario. Algunos temas que destacaron fueron «Vasoline» o «Sex Type Thing» que ponía punto final a la actuación.
Lovebites: woman power japonés
La conquista del género femenino quedó clara con las grandísimas Lovebites que salieron sobre las 22:20 de la noche al escenario 4 pisando fuerte. Japón siempre genera intriga y mucho fandom, y su concierto no fue menos en el Download Festival Madrid, llevando a un público muy dispar y bastante numeroso, incluyendo a los fans de Enter Shikari qué curioseaban desde la valla del Stage 3. Para ser una banda nipona es muy libre y aunque en ocasiones se notasen toques de coreografía y gestos pactados, las chicas derrocharon energía y espontaneidad.
Tocaron algunos de sus temas más conocidos como «The Crusade» o «Don’t Bite the Dust», todas ellas muy power metaleras que sonaron decente aunque un poco caóticas al poner en juego rapidez, volumen y cantidad. Fue bastante gracioso ver a su vocalista sostener una nota aguda durante mucho tiempo pidiendo al público que la aplaudiese y animase para ver cuánto aguantaba sin coger aire. Hasta la últimos minutos hubo público, sin embargo pocos minutos antes de terminar comenzaron los escapes rápidos para no perderse a la banda cabeza, Slipknot.
Slipknot: regreso a lo grande
Ahora sí, la primera aglomeración de gente llegó al Download. Slipknot eran los más ansiados de la jornada (y, junto con Tool, del festival) y la locura empezó a florecer cuando sonó la intro de AC/DC con el tema «For Those About To Rock (We Salute You)» después de otros clásicos como «Walk» de Pantera o «The Four Horsemen» de Metallica. La lona gigante con el logo de la banda cubría todo el escenario mientras se pasó de la canción de los australianos a la intro del propio grupo «(515)», y la explosión de júbilo se produjo cuando ésta se convirtió en «People = Shit», la lona fue absorbida hacia arriba y Corey Taylor y los suyos se presentaron después de una década en Madrid.
(sic), uno de sus canciones más contundentes, prosiguió la fiesta, y tras un «puta madre» de Taylor, «Get This» enloqueció a todos los presentes gracias a la velocidad frenética que posee el corte. Sid Wilson con su nuevo papel con el que parece el oráculo de Vikings fue el más activo en el escenario hasta ese instante y el resto del concierto. Su presencia en las cintas de andar con bailes permanentes que trasladó a otros lugares del set y sus escenas junto al nuevo miembro (aún desconocido) de la percusión sustituto de Chris Fehn en las que le perseguía y le vejaba / pegaba fueron algunas de las partes más allá de los hits de Slipknot, el fuego y sus barriles que más complementaron el show.
Volviendo a lo que fue el directo en sí, la concatenación de temazos no cesó a lo largo de la actuación completa de los de Iowa con un sonido a la altura de su espectáculo. La nueva «Unsainted» llegó y dejó claro que los fans tienen muchas ganas del nuevo trabajo de los norteamericanos, ‘We Are Not Your Kind’ (que sale el 9 de agosto y, como hemos podido escuchar, quizás defraude al mayor sector de sus aficionados, aunque eso lo hablamos otro día…), con todo el respetable coreando el último single lanzado por la banda.
«Disasterpiece» continuó esa gran contundencia que llevaban para dar lugar a uno de los himnos de Slipknot: «Before I Forget». La gente se puso a botar más si cabe, y si a esta le añades después «The Heretic Anthem» con Corey pidiendo al público que cuando el diga «if you’re five five five then I’m…» (con una versión en la que dijo «cinco cinco cinco») y todos contesten «six six six», el éxito está más que asegurado. La euforia estaba por las nubes, y otro de sus clásicos referentes terminó de elevar el listón al cielo de Madrid.»Psychosocial» atronó con los percusionistas machacando los barriles y los asistentes haciendo lo propio en la pista.
El fuego en algunas de las canciones y el escenario especial que han incluido en este tour era la principal baza de Slipknot en cuanto a lo que producción se refiere, pero se centraron más en descargar su música sobre Madrid llena de rabia que en esa parte. El show continuó por todo lo alto, y así temas de distintos álbumes como «The Devil In I», «Prosthetics», «Vermillion», «Custer» y «Sulfur» fueron cayendo como martillos. Antes de los bises, «All Out Life» sirvió para presentar otro de sus nuevos cortes (que no forma parte del nuevo álbum) y para que celebrasen que justo se cumplía el 20º aniversario del disco homónimo de Slipknot.
«Duality» hizo saltar a todos los presentes antes de marcharse breves instantes y regresaron para finiquitar con «Spit It Out», donde jugaron con el respetable para que se agachase casi al completo y de ese modo se pusieran después a botar como nunca antes en la noche y cerraron definitivamente con «Surfacing», con la que todos los que acudieron a ver a la formación estadounidense se dejó hasta su última dosis de energía. En esta gira se han quedado fuera del setlist canciones míticas como «Wait And Bleed» entre otras, pero el nivel fue alto en ese sentido y mostró que prácticamente todos los temas que tocó Slipknot hicieron vibrar a sus seguidores. Una muestra de autoridad del grupo, que se reivindicó en su regreso una década después.
Enter Shikari: el todo en uno
Los ingleses llevan años girando por Europa y la capital madrileña ha sido su casa en varias ocasiones los últimos tiempos y por esto, a pesar de coincidir con los grandísimos y esperados Slipknot en horario tuvieron una asistencia bastante aceptable. Rou Reynolds y compañía aparecieron sobre el escenario casi diez minutos después de la hora prevista y mientras esperábamos su comienzo su equipo aún estaba haciendo pruebas de sonido, pues los instrumentos les habían llegado media hora antes del concierto y no habían tenido ocasión de hacerlo antes.
Esto produjo que hubiese algunos golpes de sonido turbulentos, además de por supuesto las limitaciones que ya conocemos de estos escenarios y la magia de Enter Shikari sobrepasó estos límites. Comenzaron haciendo chistes, pidiendo a Corey y compañía (con esa educación británica) que por favor bajasen el volumen de su música en el Stage 1. Tocaron algunos de sus mejores temas como «You Are Not The Winner» o «Torn Apart» y dejaron claro durante el día de ayer que son de lo más diferente que hay ahora mismo en escena (al menos en directo). Lo tuvieron todo con muy poco: baile, artes visuales, música, experimentación y por supuesto unos momentos de Reynolds con su público a pie de asfalto.
Todo es cuestión de actitud
La mayor putada para una banda dentro de un festival es sin duda coincidir con el mayor cabeza de cartel. Es lo que le sucedió a The Baboon Show, la banda sueca de punk, que comenzaba su show minutos después de que Slipknot descargasen su «Psychosocial» en el escenario principal. A eso hay que sumarle que The Baboon Show es un grupo fácil de ver por nuestras tierras, no obstante eso no fue motivo para que los escandinavos se vinieran abajo, sino más bien todo lo contrario.
Este grupo es un show en sí mismo. La excéntrica personalidad de la cantante, Cecilia Boström, combinado con su peculiar voz gritona dota a la banda de una propuesta divertida, distinta, reivindicativa, y curiosa. Solo hubo que ver el momento en el que saltó a hacer crowdsurfing tras interpretar «Me, Myself & I». Otros temas que destacaron fueron los que dan forma a su nuevo disco ‘Radio Rebelde’.
Berri Txarrak: Agur
Los vascos salieron a escena también con retraso bajo los aplausos y silbidos de impaciencia de su público. Berri Txarrak sonaron increíblemente bien, hasta ahora uno de los conciertos de esta edición que mejor han sonado, algo peculiar ya que solamente son tres miembros. Son pocos en número y mucho en energía, pasión, fuerza y limpieza. En su público se juntaron los fans más acérrimos de la banda y el resto de los seguidores de Slipknot que aún no querían irse a casa, por lo que el Stage 2 estuvo muy lleno a pesar de las horas y el cansancio.
Eso sí, mucha gente sentada disfrutando más tranquilamente de su música. Tocaron algunos de sus temas nuevos como «Spoiler» pero también otros más viejos y míticos como su clásico «Jaio. Musika. Hil» y su Oihu, para cerrar. Gorka Urbizu además anunció que estarían en Madrid en el WiZink Center el próximo mes de noviembre, otra fecha más de su gira de despedida, que dejó satisfechos a los fans que pedían más tiempo con la banda el día de ayer.
Leprous modo Dios
Por fin Leprous suenan como una banda de primer nivel. Ni con Devin Townsend ni en la But gozaron de un sonido a la altura de sus grandiosas composiciones. Aunque, para poder percibir esto, uno no debía estar entre las primeras filas. Los huevos como dos Main Stage 1 al empezar, después de Slipknot en el 1 y The Baboon Show en el 4, con “Bonneville”, tema que abre su aclamadísima última obra ‘Malina’. Y con Berri Txarrak zurrando de fondo. Ole vosotros.
La congregación de público fue sobresaliente, con una buena parte siendo grandes seguidores de la banda. Ya sabéis cómo es el mundo del prog: si te mola una banda, te sabes hasta la última subdivisión de corchea en séptima menor aumentada. Y eso mola. Einar y los suyos se sintieron muy cómodos sobre el escenario, con el repertorio protagonizado por temas de su último largo, pero donde “The Price” se estableció como el gran hit junto a “From the Flame” para cerrar. Leprous, ya estáis tardando en traernos un nuevo disco con el que volarnos la cabeza otra vez.
Perturbator: ¿Download o Tomorrowland?
Ya muy tarde pero perfecto para la ocasión salió James Kent al escenario, más conocido como Pertubator. Perfecto para la ocasión porque ya solo quedaron aquellos que querían darlo todo hasta el final en la jornada de ayer. Algunos bailaban y otros simplemente se tumbaban en el suelo a dormir la mona después de un largo día de calor y conciertos. El setlist comenzó de menos a más, con temas mucho más lentos y progresivos hasta que escalonadamente fue subiendo la intensidad para llegar a composiciones con toques más House o techno, pasando por los platos «She Moves Like a Knife» o «Vantablack».
La sensación era que podíamos estar en el Download Festival Madrid o en Tomorrowland (aunque no por su escenografía). Tampoco hubo un gran espectáculo programado con Perturbator, como mucho las luces que acompañaron en sincronía a la musica. Sin embargo, fue interesante ver nuevas formas de generar buena música con una mesa de mezclas y una batería acústica sonando en el instante. Además, es poco habitual ver a un DJ haciendo headbanging a la vez que pincha. Perturbator fue junto con Enter Shikari de lo mas diferente de la jornada dos de esta edición, a pesar de las horas y el cansancio, y cerró el día que dejó la sensación de algo más de frenetismo y gente que el anterior, pero con un Download a medio gas.
Texto: Arya Blues, Diego Solana, Tamara Ruiz, Dani Bueno | Fotos: Paco García y Sergi Ramos
Promotor:Live Nation
Día:2019-06-29
Hora:17:45
Sala:Caja Mágica
Ciudad:Madrid
Puntuación:9
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