Devin Townsend: dosis de felicidad y pulpos por doquier en Madrid

Hablar de Devin Townsend es sin duda referirse a una de las personalidades más excéntricas, talentosas e infravaloradas del panorama metalero. Difícil de contemplar en vivo en nuestro país fuera del marco festivalero, hizo su última visita como acompañante especial de Dream Theater, por lo que sobran los motivos para calificar esta actuación como una de las especiales del mes de marzo.

Tras una ristra de conciertos con entradas agotadas, la asistencia a este mermó en gran medida, quizá basándose en la heterogeneidad de su público y la sobrecarga de fechas remarcadas en el calendario para los amantes de la música. Lo que sí es cierto es que quien asiste aun show de este hombre no queda nunca indiferente.

Fixation, jóvenes promesas

Quitarle las telarañas a un recinto de dimensiones considerables a primera hora de la tarde, estando este medio vacío, es algo a lo que echarle valor. Lejos de venirse abajo con la escasa afluencia de público la joven banda se vino arriba y animó a las pocas personas que llenaban apenas cuatro filas tras la valla anti avalancha. Desde Noruega, Fixation dieron una lección de energía y de como mezclar de manera soberbia el post rock, el metalcore y los tintes de rock de estadios en cortes como “Ignore The Disarray” o “Bloodline”.

Fixation (Foto: Clara Gallego)

Jugar en primer lugar y ser los más desconocidos del lugar no es una tarea sencilla, pero a base de disciplina, humildad y simpatía el quinteto ganó adeptos a su causa. “What We Have Done” cerró su escaso tiempo en escena con una muestra excelente de los cortes que formarán parte del primer disco de su trayectoria. Una carrera que no ha hecho más que comenzar.

Klone, experiencia exprimida

Más acorde al estilo del artista principal fue el que desarrollaron Klone. Los franceses brillaron por desarrollar una atmósfera casi hipnótica con la que consiguieron captar la atención de una audiencia, ya mayor que en la actuación anterior. Fue protagonista su último ‘Meanwhile’, con cortes desde “Elusive” o “Within Reach”, aunque, como cabía esperar la cover de Björk, “Army Of Me” fue la que más caló.

Klone (Foto: Clara Gallego)

El escaso tiempo en escena corrió en su contra, pues hubieran resaltado todavía más de haber contado con unos minutos extra. “Keystone” o “Bystander” dieron buena muestra de su rock atmosférico introspectivo, que brillaba según la banda ahondaba en cada capa melódica. “Yonder” puso punto final a una actuación donde el sonido fue exquisito, igual para el combo de bandas.

Feliz San Patricio

Sí. La celebración del concierto coincidía con la festividad irlandesa, algo que no habría interferido en absoluto de no ser porque el protagonista de este texto se dedicó a buscar personas disfrazadas de Leprechaun entre la multitud, y también de pulpo, ya que estaba. Pero así es él. Quien no le conozca, puede haber oído referencias a sus bromas en el escenario, pero quien lo haya vivido en primera persona sabe que no comienza a tocar sin soltar alguna y presentar primero a sus compañeros de escenario. Así apareció la sosegada “Lightworker” preludio de introducción a su nuevo trabajo ‘Lightwork’, faro iluminador de toda la actuación. No tardó en aparecer “Kingdom”, más movida y cañera haciendo alusión al ‘Epicloud’ para abrir paso a “Dimensions”.

Devin Townsend (Foto: Clara Gallego)

Este corte marcó uno de los puntos álgidos de la velada, y es que al fin y al cabo el señor Townsend no deja de ser un showman. Los shows van tan ligados a su personalidad que el público anda expectante de ver qué inventa en cada ocasión. Haciendo honor al pulpo de la portada de su nuevo trabajo, sacó uno de los múltiples citados animales marinos al frente para hacer sonar el theremín con sus tentáculos y eructar frente al micrófono antes de encarar dicho tema.

Devin Townsend (Foto: Clara Gallego)

Risas aparte, llegó “Why?”, perla del ‘Epitaph’, minutos más tarde con aires de himno haciendo muy buena combinación con “The Fluke”. Pero, aunque cañera, el punto de éxtasis lo marcó sin duda “Deadhead”, único guiño a The Devin Townsend Band. Si bien es cierto que las composiciones de su nueva etapa son las grandes protagonistas de sus actuaciones, el vocalista siempre sabe cómo hacer alusión a su pasado y hacer que encaje con su presente para crear el aura deseada cada noche.

Devin Townsend (Foto: Clara Gallego)

Y de atmósferas inconfundibles, la de “Deep Peace”. Si alguien es capaz de anonadar a la audiencia en un tema que no es pegadizo, ni lento, ni fluido, ese es Devin. Y creando un mar de luces en la pista, sumió a los presentes dentro de un tema que de por sí, por sus características hubiera tenido otro tipo de contemplación, típica de los cortes de prog.

Devin Townsend (Foto: Clara Gallego)

El contraste lo marcó “Heartbreaker”, que no solo hizo acopio de calidad musical, sino donde el vocalista aprovechó para lucir una peluca de color verde de la forma más hortera y divertida al mismo tiempo, proporcionando uno de los momentos más memorables del evento.

Devin Townsend (Foto: Clara Gallego)

“Spirits Will Collide” y sus reminiscencias al góspel siguió manteniendo al público animado para que “Truth” hiciera el papel transicional para que “Bad Devil” acabara de encender la mecha de un público que festejó cada instante de dicho corte. Puede que los conciertos de metal progresivo siempre se fragüen para ser disfrutados de un modo más contemplativo que otros estilos del abanico del metal, pero Devin Townsend añade tal cantidad de gradientes que es imposible quedarse en el sitio.

“Call Of The Void”, aventajada de su nuevo ‘Lightwork’ fue la primera en sonar tras el breve parón para los bises. Fue “Love?” la que puso el broche de oro con sus tintes un metaleros. Todo un detalle para aquellos amantes de la Strapping Young Lad que no han llegado a disfrutar de dicha banda en directo.

Devin Townsend (Foto: Clara Gallego)

El viaje astral de Devin Townsend se llevo a cabo de la manera más efectiva posible. Sea como sea el artista siempre muestra su mejor faceta, entreteniendo a sus seguidores de la forma más personal posible. Aunque al vocalista no le haría falta tirar de espectáculo para encandilar a nadie, pues cátedra le sobra para tirar de maestría. De cualquier forma, sus conciertos no pasan desapercibidos, y de ellos siempre se sale, mínimo, con una sonrisa.