Un concierto de Devin Townsend implica ser visitados por una de las personalidades más extravagantes del metal, pero también por uno de los músicos más eclécticos y con más facetas, de ahí y de su excelsa creatividad lo de "cerebro galaxia". Tras una retahíla de álbumes exitosos, el manifiesto enemigo de los conciertos en vivo se plantó en Barcelona para conquistar a una sala que se rindió tanto a su genialidad musical como a su humor (dentro de su baja asistencia, que se hubiera adecuado mejor a la segunda de Razz que a la primera).

La nota amarga de la noche sin duda fue el poco éxito de convocatoria, y es que aunque con Devin humo el suficiente escándalo como para disimularlo, lo cierto es que la afluencia fue bastante baja, haciéndose especialmente notable con la actuación de los teloneros, cuando también pudo apreciarse que la mitad de las barras estaban cerradas. Una lástima que un espectáculo así pasara desapercibido en la propuesta cultural barcelonesa, pero es bien sabido el riesgo que existe al planear un concierto entre semana.

Fixation, calentando la noche

Ser la primera banda en una noche en la que el cabeza tiene nombre y apellido es algo así como ser alguien del montón en una app de ligoteo: has de trabajar más para conseguir lo que otros tienen sin esfuerzo y debes compensar aportando un extra. Si de algo pudieron alardear Fixation fue justamente de derrochar simpatía y humildad, aún con la sala medio vacía y pendiente de que el reloj avanzara con premura.

Fixation (Foto: Elena Marco)

Pese a todo, su estilo gusto entre los madrugadores que les observaban con casualidad, recibiendo con curiosidad cada uno de los cortes. Gustó especialmente la dupla «X» y «X», en la que los jovencísimos músicos lo dieron todo como si estuvieran en Woodstock. No fueron la revelación de la que fuera a hablar todo el mundo, pero si que aportaron si granito de arena con un show muy agradable.

Klone, hipnotismo y potencia

Los siguientes en atacar las tablas fueron Klone, que con una confianza acorde con su veteranía, saltaron sobre Razz con un sonido que a ratos era más potente que el de Fixation, pero que sobretodo brilló por su atmósfera. Desde el minuto 1 se volcaron en crear un aura de falsa tranquilidad sobre la que construyeron un concierto con muchos grandes momentos, presentando a unos músicos extraordinarios en sus instrumentos y confiados en sus interacciones con el público.

Klone (Foto: Elena Marco)

Lo bueno que tienen los públicos como el que reúnen esta clase de conciertos es que son bastante abiertos a casi toda clase de propuestas, por lo que cuando tocaron temas como “Immersion” o “Rockert Smoke”, consiguieron una atención y unas interacciones nada despreciables para un estilo tan contemplativo. Como ya ocurriera con Fixation, las expectativas estaban puestas sobre una sombra tan larga como la de Devin, a lo que si se le suma su breve setlist, propició que el concierto se hiciera ligero, aún cuando fue totalmente disfrutable.

Devin Townsend, la locura desatada

El concierto de Devin Townsend arrancó con la melancólica “Lightworker” del reciente ‘Lightwork’, que iba a ser el gran protagonista de la noche. Aún siendo una canción reciente, fue recibida como si se tratara de un clásico tocado hasta la saciedad, siendo su estribillo cantado hasta la saciedad entre abrazos y olas en sintonía que le dieron un qué especial, como cuándo vas de niño a un campo de fútbol y ves al público haciendo la ola por primera vez.

Devin Townsend (Foto: Elena Marco)

Tras un inicio tan luminoso, hubo una pincelada más pesada de la mano de la querídisima “Kingdom”, en la que el público se sumó a la música para llenar los coros del tema, solo para regresar a ‘Lightwork’ de la mano de “Dimensions”, que con su atmósfera ecléctica y de muchas capas, fue introducida por uno de los muchos pulpos de peluche que poblaban el escenario, que fue usado como un sintetizador. Sí que hubo una reacción algo más fría por parte del público, pero debe considerarse que este tipo de música muchas veces reclama más una observación sosegada que no una interacción alocada.

Devin Townsend (Foto: Elena Marco)

Por el contrario, el primer momento memorable de la noche vino de la mano de “Why?”, una de las joyas del laureado ‘Empath’, que con su atmósfera y energía entre power ballad y banda sonora de Disney, puso a toda la sala a cantar con pasión. Cabe destacar que Devin dejó la guitarra para centrarse en el micrófono, a fin de poder ponerse teatrero sobre el escenario. Es en momentos así en los que se aprecia que su espectáculo rebosa espontaneidad, no solo por sus graciosas interacciones por el público, sino por la forma en que se dedica a recoger atrezzo de los fans en primeras filas o saludando por sorpresa a uno de los empleados de seguridad que trabajaba junto al escenario.

Devin Townsend (Foto: Elena Marco)

Hubo varias personas con lágrimas en los ojos, y no es para menos, pues la pasión que el propio Dave le puso a su ejecución vocal invitaba a sumirse en la apasionada letanía de su música, en convencerte de la verdad de su mensaje y simplemente dejarte llevar al son de una experiencia musical inimitable. Curiosamente, entre cada canción hay una extraña interacción que alimenta esta aura, de esas cosas que si te las dice un amigo que les ha visto en directo dices: «Si, es algo que haría Devin Townsend«.

Devin Townsend (Foto: Elena Marco)

Tras un momento de tanto éxtasis, a “The Fluke” le costó un poco más arrancar, pese a ser un tema con bastante más energía, solo para que la energía del show resucitara de la mano de “Deadhead”, el único corte de “The Devin Townsend Band” en caer, que con atrapó la atención de todos desde las primeras notas de su recordado riff. Se nota que Devin sabe elegir los temas de sus anteriores proyectos con mucho ojo, y aún cuando sus cortes más recientes siguen siendo los protagonistas, sabe cuáles de los antiguos casan mejor con la atmósfera que busca crear cada noche.

Devin Townsend (Foto: Elena Marco)

Al final, gran parte del espectáculo de un concierto así depende de lo mucho que el bueno de Devin impregna la experiencia con su propia personalidad, como hizo antes de encarar “Deep Peace”, cuando deseó a todos los asistentes que les deseaba una paz profunda y auténtica. Parecerá una tontería, pero detalles así, aunados por supuesto con la pasión y entrega de los artistas, son los que pueden sacar adelante temas que no son ni breves ni pegajosos.

Devin Townsend (Foto: Elena Marco)

“Heartbreaker” sirvió para que tanto Devin como la banda que lo acompañaban pudieran sacar pecho de su inmensa calidad musical, pues se trata de esas canciones en las que cualquier otro artista habría tirado con descaro de pistas pregrabadas y otros polémicos elementos. En contraste, la tranquila y algo más convencional “Spirits Will Collide” reactivó al público con su curiosa aura de himno de iglesia. La audiencia, por lo demás, pasaba de los cánticos a una suerte de hipnósis sonriente, totalmente incapaces de apartar los ojos del escenario.

Devin Townsend (Foto: Elena Marco)

La grandilocuente y orquestal “Truth” se sintió como una majestuosa transición que preparó el epílogo del concierto, que continuó con el juguetón inicio de “Bad Devil”, en la que Devin pudo exprimir al máximo sus capacidades actorales sobre las tablas, sacando a reducir un catálogo de expresiones faciales que habrían humillado hasta al mismísimo Heath Ledger, aunque eso no impidió que se vieran varios bailoteos a lo largo y ancho de la sala. Se apagaron las luces y hubo desbandada del escenario, señal de que se aproximaban los bises.

Devin Townsend (Foto: Elena Marco)

El primero en caer fue “Call of the Void”, otro corte ganador de ‘Lightwork’ y que supuso un contraste con el habitual retorno por todo lo alto con el que tantas bandas intentan sorprender a su audiencia, atrapando de nuevo a Razzmatazz con su atmósfera tranquila y esperanzadora. Para culminar la noche hubo la infaltable visita a Strapping Young Lad, concretamente a un “Love?” que subió al máximo los niveles de energía brutal y cruda, resultando una despedida por todo lo alto de la que había sido una noche memorable.

Texto: Marc Fernández | Fotos: Elena Marco

Promotor:Madness Live!

Día:2023-03-16

Hora:20:00

Sala:Razzmatazz

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Exhorters, Klone

Puntuación:8