La fugaz explosión de DevilDriver y Jinjer en Barcelona

El verano no suele ser una buena época para hacer conciertos de sala. El hecho de que los festivales copan las agendas de los fans a la música unido a que el resto que completa dichas fechas son las vacaciones genera que tener la asistencia de un directo alejado de la época estival sea más próspero para este tipo de actuaciones.

A pesar de ello y de tener una parte de la sala cerrada por este motivo, DevilDriver y Jinjer llegaban a Barcelona con la intención de destruir todo a su paso antes de viajar hacia el Leyendas del Rock 2018 justo después de esta velada. Con los ucranianos, la sala ya tenía un aforo considerable dentro de las posibilidades que ofrecía el recinto con la zona acotada para generar una sensación de lleno debido al menor espacio.

Otra vez Jinjer, y otra vez bien

Jinjer saltó al escenario de Razzmatazz 2 sin contemplaciones. Empezó dando caña y acabó del mismo modo. Tatiana y los suyos no quieren dar respiro a los seguidores de la banda, sino que buscan tocar el mayor número de temas posibles en el tiempo disponible que tienen para su bolo, por lo que en el concierto de Jinjer en Barcelona lo que más se pudo apreciar fueron los grandes éxitos de la banda hasta el momento. Desde «Who’s Gonna Be The One» no pararon de dar cera, y en su actuación sonaron otros trallazos como «Captain Clock«, «Words Of Widsom«, «Just Another«, «I Speak Astronomy«, «Pisces» o la indescifrable en nuestro idioma «Желаю значит получу» entre algunas destacadas de la noche.

Jinjer (Foto: Mavi Parra)

El único pero que se le puede poner a esta banda en directo, aparte de interactuar poco en esta ocasión con el público, es el hecho de llevar una guitarra sampleada. Para un grupo de estas características, llevar su música por completo al directo le daría un punto más por encima de lo que ya hacen, que es de gran calidad y con un estilo que está haciendo que dé igual que visiten una, dos, tres o las veces que sean España en un año, ya que siempre lo petan.

DevilDriver: corto pero intenso

Más de media hora tuvieron DevilDriver para acicalar el escenario a su gusto, algo poco común y que permitió que todo estuviese adecuado al concierto que llevarían a cabo los estadounidenses. Pese al gran tirón de los ucranianos previamente, se notó nada más arrancar el bolo de los norteamericanos, que eran a quienes habían ido a ver con los que dejarse la piel la mayoría.

DevilDriver (Foto: Mavi Parra)

La manera de manejar al público del frontman y vocalista de la banda, Dez Fafara, fue llevada como la seda, ya que todos los aficionados presentes en Razzmatazz 2 tenían el ánimo por las nubes para entregarse por completo al show de DevilDriver. El espectáculo de los californianos no dio tregua alguna al respetable, lo que a la larga le llevó a un pequeño problema, y es que el tiempo de la actuación del grupo se redujo a menos de 1 hora, unos 55 minutos aproximadamente, algo que a muchos de los asistentes les pareció excesivamente poco.

DevilDriver (Foto: Mavi Parra)

La excusa de su visita a España podía ser la de la publicación de su trabajo más reciente, «Outlaws ‘Til The End, Vol. 1», sin embargo, este disco de versiones metaleras de country clásico se vio relegado a un segundo plano para interpretar los temas de toda la vida de DevilDriver, y fue así como, con «End Of The Line» al comienzo y «The Mountain» al final pasando por otros temazos como «Hold The Back Day«, «Sail» o «I Could Care Less» entre otros hicieron que el público catalán botase empedernido en cada canción de los de Estados Unidos.

El metal sureño unido a un buen sonido y a un juego de luces que acompañó la velada consiguió potenciar más el concierto de DevilDriver en Barcelona, el cual demostró que la experiencia del grupo, con más de 15 años encima de los escenarios, hace de esta banda uno de los referentes del estilo que interpreta y que su presencia en festivales como el Leyendas del Rock, al que acuden este año, no es de casualidad, sino fruto del trabajo duro de una formación que sabe cómo levantar al público en cada corte y cómo animarlo para que se expriman hasta el final, a pesar de que, como en la noche del jueves 9 de agosto, el periodo durante el que estuvieron tocando para Barcelona se hiciese demasiado efímero.