Hace al menos dos años que el Download Festival andaba en la cabeza de la promotora Live Nation. Primero fue Pino Sagliocco, un histórico de la promoción de conciertos, quien manifestó a esta web que se estaba trabajando en traer el festival a España. Pero finalmente fue Javier Arnaiz, uno de los socios que andaban detrás de la versión española del añorado Sonisphere, quien puso en marcha la maquinaria y -igualmente bajo la marca de Live Nation- trajo por primera vez el Download Festival a España.

Mucha, mucha gente

Un festival como el Download no es fácil. Además de su modelo de negocio -esencialmente un franquiciado del nombre y la marca, ya establecidas a nivel internacional- que provoca que la producción del evento sea mucho más exigente económicamente se suma el hecho de que los carteles que ha ido promoviendo el Download original, el inglés, son inmensos. Toda gran banda que se precie, quiere tocar en Download. Incluso AC/DC que rehuyen de los festivales como de la peste negra, han tocado en el Download británico. Así pues, había que estar a la altura de la leyenda y esa era la primera cuestión que había en nuestra mente cuando nos desplazamos a La Caja Mágica, en Madrid, para disfrutar de esta primera edición del festival en suelo español.

Cabe decir que la elección de Madrid no es casual. El tipo de metal al que está orientado Download tiene mucho más tirón en Madrid que en Barcelona, aunque finalmente el grueso del público venía de todas las partes del país. Oficialmente se dice que el Download congregó en su primera jornada a 33.000 personas y, a juzgar por lo que se pudo ver en el recinto, es perfectamente factible que andasen sobre esas cifras reales, lo cual supone todo un éxito de convocatoria.

Retrasos en la apertura

La tarde no empezó bien, de todos modos. Un retraso en la apertura de puertas provocó airadas quejas del público y alguna hoja de reclamación. Las cosas de acceso eran eternas (más de un kilómetro y medio en algunos momentos)  pero es algo que se está volviendo común en los accesos a cualquier evento, dados los nuevos protocolos de seguridad que se están forzando dados los últimos acontecimientos terroristas. El primer día de cualquier festival siempre es algo más difícil que los siguientes y Download no fue la excepción. Lo que si que es intachable es el cuidado y mimo que se ha puesto a los accesos y la señaletica en el festival, algo que muchas veces no se cuida lo suficiente y aquí estuvo a la altura. Una vez entrados al recinto, dos carriles marcados con pantallas led luminosas como las de una autopista marcaban el camino de entrada y el de salida.

El recinto

El recinto es gigante. En una gran esplanada cubierta de césped artificial se sitúan los escenarios principales, el Main Stage 1 y el Main Stage 2. Un poco más retirados, a unos cinco minutos andando, se encuentran los escenarios secundarios 3 y 4, más reducidos en dimensiones y en lustre técnico. El recinto es agradable e invita a relajarse cuando no está viendo a los grupos. Es más, la colocación del césped artificial provoca un efecto realmente espectacular: el recinto está limpio. No hay vasos de minis aplastados en el suelo y ríos de cerveza cruzando bajo tus pies. El servicio de limpieza es intenso pero por otro lado, rara vez vi a un asistente ensuciando indiscriminadamente el césped artificial.

Los servicios abundan en Download: desde la atención a la plataforma y servicios para personas de movilidad reducida hasta la longitud y cantidad de personal dirigida a las barras, todo está orientado a hacer que el festival sea una experiencia cómoda en la medida de lo posible. Porque, seamos sinceros, los festivales no son cómodos en España, en general. Tan solo hace tres o cuatro años se ha comenzado a prestar la atención necesaria al confort y eso ha venido dado principalmente por las producciones que realizan grandes festivales de otros géneros como Benicassim o BBK Live. De hecho, uno de los motivos importantes por los que el Download tiene razón de ser es porque su otro hermano, el Mad Cool, que se celebra en dos semanas, comparte muchas de las infraestructuras. Eso hace que racionalizar el gasto permita prestar más atención a los detalles y a la comodidad de los asistentes.

El inicio de Inmune, Code Orange y Kaothic

Tras recoger nuestras correspondientes acreditaciones estuvimos esperando a la apertura de puertas, que bajo nuestros ojos tardaron media hora  -he leído a gente que han entrado hasta dos horas tarde -, así que las redes sociales del festival en general volvían a arder como una hormiga cuando la sigues con una lupa en verano. Conseguimos entrar para ver un par de canciones, así como el ambiente que Morti junto a su banda desgranaban lo poco que pude acercarme a verles.
Code Orange era lo siguiente en mi lista para ver en el festival, con un ambiente un poco más caldeado, recibiendo una primera oleada más grande de fans que lo dio todo durante su actuación. De hecho se podía ver a más de uno sudando la gota gorda como si no hubiese mañana. La formación proveniente de Pennsylvania venía presentando su última larga duración Forever, abriendo su actuación con el tema que da nombre al disco. Quizás en lo personal me sorprendió muchísimo que tres de los miembros: Eric Balderose, Reba Meyers  y Jami Morgan fueran vocalistas tal, sobretodo este último que además es el baterista de la banda.
Tras unos minutos viendo la actuación de los de Pennsylvania, me acercaba al tercer escenario para ver a la banda de Alberto Marin, Kaothic, que en lo personal me calaron muy hondo. A pesar de no recibir una asistencia masiva (cosa que es una pena), he de reconocer que la actuación de esta joven promesa dará mucho que hablar si siguen haciendo cosas como las de ayer. La banda descargo un potente setlist distribuido entre sus dos discos: “Lights & Shadows”, “Order to Chaos”, así como una versión de Alice in Chains en la que Zyrus demostró de lo que es capaz de hacer con sus cuerdas vocales.

Hactivist y A Day To Remember encienden el festival. House of Pain triunfan.

Hora de volver a los escenarios principales con Hacktivist, quienes venían a arrasar el segundo escenario de los principales. Con un pequeño retraso que luego se fue solucionando para ir enlenzando con los horarios correspondientes. Su actuación tuvo muchísima aceptación, dejando a la gente saltando desde principio a fin y obviando el calor que hacía. Venían presentando su  último disco de larga duración “Buszy”, consiguiendo ganarse al público como si nada.
Volvíamos a los escenarios grandes con los de Florida, A Day To Remember, quienes ya tuvieron una afluencia masiva de gente. Su actuación fue de lujo, con un sonido más que nítido y con un Jeremy McKinnon que estaba en su estado más pletórico. Confetti, pelotas de playa, un invitado extra, eso es lo que nos regalaron mientras arrasaban el escenario principal del Download. Cada uno de sus temas fue muy bien recibido, pero cuando sonó All I Want, desato la locura entre los asistentes al concierto.

Nunca tendré palabras para describir lo de HOUSE OF PAIN. Empezaron siendo un simple grupo de hip hop para pasar a experimentar y, gracias a ese riesgo muy bien meditado, lograr fama mundial. Se presentaban en Download Madrid con ganas de pasarlo bien y desde el primer minuto, pese al retraso generalizado que sufrió más de un impaciente, gozaron de un público con ganas de escuchar buena música. Los americanos respondieron con lo mejor saben hacer: un show cargado de buen sentimiento que creó un ambiente de (si me permite la expresión) muy buen rollo con canciones míticas como “Jump Around”.

Five Finger Death Punch y Gojira, triunfadores del primer día

USA da muchas bandas con calidad que consiguen llenar en su tierra natal. De todas ellas, muy pocas logran cruzar el charco y menos arrasar. FIVE FINGER DEATH PUNCH es uno de ellos y ha alcanzado una meta sin retorno. Aunque la tensión pueda apoderarse de ellos, todos somos humanos, saben que si paran la maquinaria dirán adiós a una credibilidad trabajada.

Los de Estados Unidos se presentaban en Madrid sin su cantante, Ivan Moody, y por ello el morbo estaba asegurado. Pese a la circunstancia, sus seguidores demostraron fidelidad y ser una marea numerosa desde primer hora. Cuando llegó su momento: arrasaron ante una banda impresionada y entregada a ellos. Tommy Vext, de BAD WOLVES, centró muchas miradas pero conquistó al respetable desde el primer segundo, con un “Lift Me Up” apoteósico y con la cover de “We Will Rock You” de QUEEN. Dependiendo de la zona que estuvieses el sonido variaba pero la energía del show no. Parecía que llevaban años tocando juntos pero Vext no olvidaba su posición de invitado; “Got Your Six” fue un ejemplo de ello. “Jekyll and Hyde” fue de otro planeta y “Burn MF” hizo arder a más de uno por la conducción de Tommy. “Coming Down” fue la intensidad personificada y cuando parecía que todo había acabado y se retiraba, “The Bleeding” unió a todos bajo una misma luz.

Gran concierto de FIVE FINGER DEATH PUNCH en el Download. Fue una hora totalmente intensa con una sincronización excelente. Han venido para quedarse, en el festival madrileño lo demostraron y en su gira con IN FLAMES lo certificarán.

Los franceses Gojira empiezan a hacer varias incursiones en nuestro país, ya nos deleitamos con ellos en el Resurrection Fest del año pasado. Ahora nos tocaba recibirles en el escenario dos antes de Linkin Park para que nos molieran la cabeza con sus temas como: “Vacuity”, “L’Enfant Sauvage”, o las nuevas: “The Cell”, “Stranded”. A pesar de que Magma no sea un disco fácil de asimilar a la primera, en sus directo cada uno de sus temas son capaces de volarte la cabeza.

Linkin Park, entre Pinto y Valdemoro

Siete años de ausencia de Linkin Park en nuestro país provocaron que la expectación fuese muy alta ante el show de Chester Benington y los suyos. Su último disco, “One More Light”, es una castaña de dimensiones bíblicas. Días atrás, a Chester le soltaban un “birrazo” en el Hellfest francés, una muestra del sentir de algunos de sus fans llevado al extremo. Pero lo cierto es que la banda tiene hits para aburrir, aunque eso se resuma en descolocar al público con un viaje continuo entre lo antiguo y lo nuevo. A fin de cuentas, hace tres lustros de “Hybrid Theory” e “In the End” suena tan lejana como “Never Gonna Give You Up” de Rick Astley sonaba en 2002.

Se nota que la banda está en un momento de su carrera en el que no sabe muy bien lo que quiere, pero al final las canciones y la ejecución les salvan de la quema. Musicalmente, se quieren distanciar de lo que fueron pero al final saben que el público quiere lo que quiere.

Salieron a escena con la nueva “Talking to Myself” y “The Catalyst”. Un par de temas más allá ya estaban tocando “One Step Closer” y la reacción del público fue muy distinta, de jolgorio absoluto. Era curioso ver a todo un sector de público noventero (recordemos que Download es un festival muy nostálgico para esa generación) darlo todo con Linkin Park pese a todos los prejuicios respecto a los últimos discos. Son la banda de una generación y el público estaba dándolo todo.

Lamentablemente, a medida que fue avanzando la actuación y pese a los grandes hits como “Crawling”, “In the End”, “Numb” o “Faint”, Chester fue perdiendo fuelle y aquello comenzó a ser un poco difícil de ver. Cuando en el bis tocaron la nueva “Heavy” ante la estupefacción de una gran parte del público, aquello ya no lo salvaba nadie.

Los otros grandes: Lizzies, Porco Bravo, Dark Tranquillity y Monster Magnet

La variedad existente en el festival es una gran parte de la gracia del cartel. Muchas de las bandas no tienen nada que ver unas con otras y eso contribuye a que el público se reparta de manera bastante óptima por los cuatro escenarios, cuando incluso tres actuaciones se están solapando.

Lizzies sufrieron algo más para congregar público pues engancharon el final de Five Finger Death Punch y el inicio de Gojira, pero las madrileñas sacaron su heavy metal de las cavernas ochenteras con sabor a NWOBHM y consiguieron captar la atención de unos cuantos cientos. Con algo más de gente contaron Porco Bravo que, pese a coincidir con Linkin Park, se llevaron la gloria absoluta, firmando uno de los shows más canallas, gamberros y divertidos que se pueden ver hoy en día. Chester Bennington puede ir de moderno todo lo que quiera, pero no puede luchar contra un Manu “Gallego” que se grapa un periódico al pecho, le prende fuego y se lanza a cantar entre el público poco después. Fueron pura diversión de mal gusto, como el rocanrol debe ser.

Dark Tranquillity salieron a actuar ante muy poca gente pero a medida que fueron desgranando canciones, el escenario se fue llenando y fueron de menos a más. Cuando iban por “The Treason Wall” la cosa ya explotó y la banda se vino arriba definitivamente. Mikael Stanne es un absoluto bestia en directo y la nueva formación con Peter Iwers y Chris Amott es seguramente la más mortífera que jamás han tenido.

Los escenarios grandes llegaron a su final de actividad-más o menos, faltaba el tributo a AC/DC- con Monster Magnet, con un rejuvenecido Dave Wyndorf comandando a un público ya muy festivo y pasado de vueltas, pese a que a la una de la madrugada aún teníamos una temperatura cercana a los 30 grados, una auténtica bestialidad. Empezaron con “Dopes to Infinity” y se dedicaron a lo que todos conocemos: “Powertrip”, “Look to your Orb for the Warning”, “Tractor” y demás hits de su tremenda discografía de stoner psicodélico. Cerraron con “Space Lord” y nos quedamos muy a gusto.

Texto: Sergi Ramos, Alex Hidalgo, Carlos de la Puente

Fotografías: Sergi Ramos, Paco Garcia Otero

Promotor:Live Nation

Día:22-06-2017

Sala:La Caja Mágica

Ciudad:Madrid

Puntuación:8