El fiestón de Dance With The Dead en Barcelona

El dúo estadounidense de synthwave/metal están haciéndose un hueco entre los grandes de un género en auge, pese a su tibia acogida de público en Barcelona.

El synthwave parece ser más que una moda pasajera. Cada vez son más los metaleros enamorados de un género que tira de nostalgia para apelar a públicos de todas las edades. Así se pudo comprobar en el concierto que Dance With The Dead dieron por primera vez en Barcelona, al cual asistieron incluso familias con niños que estaban realmente emocionados por ver por primera vez en la ciudad condal al dúo (trío en este caso) formado por Justin Pointer y Tony Kim al cual se le une en directo John Terry a la batería.

Qué mejor manera de dar la bienvenida a octubre, el mes de Halloween que con una buena dosis de nostalgia por el universo del terror de los años ochenta. La fecha contenía algo de mágico, aunque fueron menos de los esperados los que finalmente la disfrutaron. Poco antes de dar comienzo el show de Daniel Deluxe, que ejercería de telonero, la sala Razzmatazz 2 (dividida por la cortina que delimitaba todavía más el espacio) presentaba un aspecto algo desangelado en cuanto a asistencia.

Calentando motores con Daniel Deluxe

Puntual como un reloj suizo, salía a escena Daniel Deluxe. Él, su mesa, un buen sonido y un juego de luces imponente se encargarían de dejar al público bien calentito para el acto principal. Su propuesta es digna de after distópico de ciencia ficción. La electrónica de carácter minimalista y experimental dejó perplejos a algunos miembros del respetable cuando se inició su actuación. Sin embargo, su show medido con precisión cirujana, fue creciendo exponencialmente y sus ritmos machacones terminaron poniendo a bailar y a vitorear a gran parte de los allí congregados.

Daniel Deluxe (Foto: Mavi Parra)

De hecho, se podía ver alguna camiseta del artista entre el público. Un público que, cuando la temperatura del show empezó a subir, se entregó al cien por cien a la causa. A base de build ups dignos de algo que podría verse en Tomorrowland, el danés liberaba todo su potencial en forma de drops explosivos que ponían a todo el mundo a saltar y dar palmas, acompañado de un geométrico juego lumínico a base de focos direccionales que ya lo quisieran muchos cabezas de cartel. La mezcla perfecta entre lo ambiental y lo festivo cautivó a los asistentes a lo largo de 45 sorpresivos minutos.

Dance With The Dead, fiesta de guitarras

Pocos minutos antes de las 21:30 Justin Pointer, Tony Kim y John Terry salían a escena sin más anuncio que la oscuridad que daría visibilidad a la gran producción en forma de luces led que conformaban el background del escenario para la actuación de Dance With The Dead.

Dance With The Dead (Foto: Juan Ramón Felipe)

El show se inició con “March Of The Dead”, el mismo tema con el que se abre su nuevo álbum ‘Driven To Madness’, y en el cual han participado dos de los más grandes artífices de la creación del género retrowave: el maestro del terror  John Carpenter y su hijo Cody Carpenter, que ayudaron a componer esta intro tan guitarrera que ilustra a la perfección lo que propone el grupo para sus directos. El metal toma el protagonismo absoluto y aquello se convierte en una encarnizada batalla de riffs y poderosas melodías capaces de levantar a los muertos.

Así quedó claro cuando sonó la enérgica “Go!”, uno de los más conocidos himnos de la banda que puso la musculatura de las nucas del respetable a trabajar si querían sobrevivir a la intensa sesión de headbanging que tenían por delante. Por el momento, la parte electrónica se limitaba a backing tracks, ya que no sería hasta la siguiente “Andromeda”, que Pointer tomaría posesión del imponente teclado que gobernaba la parte derecha del escenario y que iría alternando con su guitarra regularmente a lo largo del show.

Dance With The Dead (Foto: Mavi Parra)

El sonido de la sala, que había empezado algo descompensado haciendo que la batería se comiera todo lo demás, mejoró a partir de este tercer tema, volviéndose nítido y permitiendo disfrutar con claridad de los matices de la técnica de Kim , que se encargaba de las melodías principales y disfrutaba luciendose subido a la tarima central mientras el público le vitoreaba.

Lo viejo y lo nuevo, el mismo entusiasmo

Su nuevo e imponente trabajo ‘Driven To Madness’ fue el claro protagonista de la noche. Los temas nuevos se sucedían uno tras otro. ‘Sledge’ y ‘Firebird’ desataron los clásicos cánticos “lolololo” del público que tanto fascinan a los músicos cuando visitan España. El respetable estaba entregado a la causa en su gran mayoría, y un pequeño pogo se abrió en el centro en el que la fiesta se vivió de forma más intensa. Había baioletos, headbanging y muchas sonrisas por toda la sala.

Dance With The Dead (Foto: Juan Ramón Felipe)

El tema más antiguo que el trío tocaría aquella noche fue ‘Thrasher’, perteneciente al disco “Out Of Body” de 2013. Una muestra de puro synth ambient ochentero que pondría a bailar al zombie del propio Lucio Fulci. Tras ella, la guitarrera ‘The Man Who Made A Monster’, que cuesta creer que pertenezca a su disco de caras B.

Tanto los temas nuevos como los antiguos eran recibidos con gran entusiasmo. El grupo encadenó todo el concierto sin mediar palabra consiguiendo un ritmo endiablado que no dejaba respiro alguno Dos clásicos: ‘Riot’ e ‘Into The Shadows’ sonaron antes de volver al momento actual con la industrial ‘Hex’, que puso las nucas del personal a hacer ya un sobreesfuerzo considerable.

Dance With The Dead (Foto: Juan Ramón Felipe)

Encarábamos ya el tramo final del concierto. Sin embargo el ritmo, que todavía no se había roto ni una sola vez, seguía siendo frenético e inquebrantable. Las melodías eufóricas de ‘A New Fear’ y ‘Wyrm Of Doom’ despedían el nuevo disco antes de dar paso a una última composición propia en forma de ‘Get Out’, otra cara B que podría ser uno de los mejores temas de cualquiera de sus discos.

Dance With The Dead (Foto: Juan Ramón Felipe)

Del mismo modo que Carpenter Brut hacen con su versión de la discotequera ‘Maniac’ de Michael Sembello, Dance WIth The Dead finalizaban su concierto abrazando su vertiente más rockera versionando ‘Kickstart My Heart’ de Mötley Crüe, uniendo a todo el público en cánticos gracias a los clásicos “Whoa, yeah” de su estribillo casi inaudible desde el backing track.

Dance With The Dead (Foto: Mavi Parra)

Está claro que Dance With The Dead todavía no gozan, al menos en nuestro país, del estatus de mastodontes del género como Carpenter Brut o Perturbator, pero lo que sí demostraron aquella noche en Razzmatazz es que tienen todo el potencial para conseguirlo.