D-A-D: Disneyland deslumbra Madrid
Hay que echar la vista atrás, concretamente al año 2014, para dar con la última vez que D-A-D ofrecieron un show completo en la capital. La que es considerada una de las bandas más internacionales de Dinamarca cuenta con un gran elenco de seguidores por toda Escandinavia, sin embargo en territorio español la cosa cambia, por lo que cada uno de sus conciertos vale oro para sus fieles.
Con motivo del 35 aniversario del nacimiento del grupo, y del lanzamiento de su nuevo disco, Disneyland After Dark anunciaron una serie de fechas en la que finalmente Bilbao, Barcelona y Madrid tendrían un show completo de los daneses. Para la gira de presentación del recién estrenado ‘A Prayer For The Loud’, los invitados especiales serían Hangarvain, quienes romperían las hostilidades, en este caso, ante un frío público en la sala Copérnico de Madrid.
Sentimientos enfrentados con Hangarvain
Tras un retraso de media hora en la apertura de puertas, finalmente pasadas las 20:00h, Hangarvain hicieron acto de presencia en el escenario. La incómoda demora propició en cierta medida la notoria afluencia de público para su actuación, pues por nuestras tierras la banda procedente de Italia es bastante desconocida.
El cuarteto de Nápoles defendió un hard rock blusero bastante dinámico que consiguió enganchar a una pequeña parte del respetable. Vinieron presentando su cuarto trabajo de estudio, ‘The Great Machine’, del que sonó su primer tema “Rock Down The House”.
Su vocalista Sergio Toledo Mosca mostró una actitud impecable durante los escasos treinta minutos de actuación, al igual que el resto de sus compañeros, buscando animadamente que el público corease los estribillos de sus canciones. El desconocimiento de los temas y la impaciencia por ver a las estrellas principales dio como resultado que tan solo unos pocos respondieran a las súplicas del cantante mediterráneo. Una descafeinada versión de la famosa “Black Betty” de Ram Jam consiguió algo más de gancho, aunque por mucho empeño que pusieron los chicos, Hangarvain se marchó del escenario sin emocionar en gran medida a los presentes.
La espera llegó a su fin
El citado retraso incrementó la impaciencia de los muchos congregados en la pista de la sala Copérnico. 45 minutos de espera, es cuanto tuvo que pasar para que el técnico probase el sonido de la infinidad de guitarras y bajos que la banda trae consigo siempre. Finalmente a eso de las 21:15h comenzaron por fin a escucharse los primeros acordes de la potente “Burning Star”. 8 largos años han transcurrido hasta que por fin los daneses han sacado nuevo material al mercado. ‘A Prayer For The Loud’ se ha hecho mucho de rogar pero que, nada más salir ha enamorado a los fieles seguidores D-A-D, pues encierra ese particular rock blusero tan marca de la casa, y que se había disipado en la etapa más experimental del grupo.
Tras el nuevo corte, el cuarteto comandado por Jesper Binzer empezó a descargar su artillería más pesada con “Evil Twin” y “Jihad”, esta última perteneciente a ese ‘No Fuel Left For The Pilgrims’ que en 1989 lanzó a los Disleyland After Dark al estrellato. A golpe de clásico continuó la euforia, esta vez con “Rim Of Hell” antes de presentar “Nothing Ever Changes”.
De la era de los 2000 llegó “Everything Glows”, un tema que no tiene la fuerza de los nombrados anteriormente, pero que sin embargo sigue conteniendo ese toque estrambótico que la hace tan especial. Las nuevas “A Prayer For The Loud” y “The Sky Is Made Of Blues gozaron de muy buena acogida, aunque sin duda “Grow Or Pay” se llevó la palma, pues el ‘Riskin’ It All’ es otro de los trabajos imprescindibles de los nórdicos.
Dando forma al ecuador del concierto, llegó la hora de que el bajista Stig Pedersen acaparara el protagonismo. Aparte de haber cambiado de bajo ya incontables veces, el carismático músico demostró su solvencia también a las voces e interpretó “Jackie O’” y “Riding With Sue”. Su momento de gloria le sirvió para demostrar lo competente que es también en ese ámbito, y no solo al mando de sus extraños bajos de dos cuerdas. Y es que gran parte del peso del característico sonido de D-A-D recae en sus manos. Con sus bajos fabricados por el mismo llega a dar las notas más altas a falta de un par más cuerdas como acostumbran a tocar el resto de bajistas. Por no hablar de la infinidad de formas que tienen: una cruz de hierro, la calavera de su logo, cohetes, etc.
La presentación de su nuevo trabajo siguió fluyendo con “The Real Me”, enlazada a la perfección con “I Want What She’s Got”, coreada hasta la saciedad por petición de Jesper. Otra delicatesen fue “Monster Philosophy”, uno de los temas más vanguardistas de la banda pero que sin embargo es sin duda otra de las indispensables en los set.
“No Doubt About It” fue la última canción en llegar, tanto del nuevo disco como de la primera parte del concierto. En esta ocasión las miradas se centraron en el baterista Laust Sonne, quien tuvo su momento de gloria antes de que el señor Binzer le dijera en nuestro idioma: “vamos Laust, mata la batería”. Minutos más tarde la banda se despidió para regresar minutos más tarde aclamados por sus fieles.
La primera en caer en los esperados bises fue “Bad Craziness” que haciendo buen acopio de su nombre desató la locura en la pista. Entre más bromas “Sleeping My Day Away” dejó al guitarrista Jacob Binzer mostrar sus virtudes a las seis cuerdas en un alargado solo vitoreado por el respetable. Como cabía esperar, la querida “Laugh ‘N’ A ½” se interpretó únicamente con los hermanos Binzer sobre el escenario, acompañados de sus guitarras acústicas y decenas de voces coreando las estrofas a petición de los artistas. “It’s After Dark”-como no podía ser de otra forma- pondría la guinda a una noche pletórica en la que banda y público disfrutaron al máximo.
En la Copérnico se pudo disfrutar de una banda que se sintió cómoda sobre el escenario, en plena forma y que ofrece noche tras noche shows espectaculares cargados de personalidad. 35 años de carrera dan para mucho y resumirlos en un concierto de dos horas no es tarea fácil. En el set se echaron de menos temas como “D-Law” o “Overmuch” o el hit, “Girl Nation”, pero el respetable salió más que satisfecho, y es que D-A-D ofrecieron uno de sus mejores conciertos en Madrid.
Texto: Tamara Ruiz | Fotos: Pol Mascaró
Promotor:Madness Live
Día:2019-11-28
Hora:19:00
Sala:Copérnico
Ciudad:Madrid
Teloneros:Hanvargain
Puntuación:9
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