Los daneses D-A-D volvieron a demostrar que sus más de 30 años de carrera dan para mucho sobre un escenario. A pesar de que no contaron con el calor de mucho público en la sala Stage Live de Bilbao, ofrecieron una clase de hard rock de gran nivel.

Ni el más optimista de los asistentes que llegaron a la Stage Live el pasado martes, se hubiese imaginado la fabulosa lección de Hard Rock que los daneses D-A-D impartirían, más aun, viendo la pírrica asistencia que presentaba la sala cuando aún andaban los teloneros sobre las tablas. Menos de treinta personas que sin duda auguraban lo peor.

Hangarvain: rock sin alma

Los italianos Hangarvain dieron lo mejor de ellos mismos frente a los que iban acercándose con cuentagotas, aunque en ningún momento consiguieron levantar los ánimos del respetable. Su puesta en escena se mostró trabajada y sólida, pero dejaba entrever a poco que uno se fijara, en lo vacía que resultaba su propuesta. Hard Rock sin demasiada alma, pretendiendo llenar con oficio, lo que las propias canciones no podían. Dispensaron unos cuantos cortes de corte pelín setentero, tratando de interactuar más de la cuenta con el público en los coros y rematando con una desangelada  versión del mítico “Black Betty” de Ram Jam. Olvidables.

Hangarvain (Foto: Unai Endemaño)

Arranque potente de D-A-D

El guion de la noche cambió drásticamente cuando los D-A-D subieron sobre el escenario de la Stage Live. Un par de guitarrazos les bastaron para demostrar que aquello iba a ser un bolo de los de nota alta. “Burning Star” sería la escogida para romper las hostilidades, con un sonido perfecto que se mantendría a lo largo de toda la actuación. Desde el primer momento mostraron su inequívoca voluntad por presentar como dios manda su último redondo, ‘A Prayer For The Loud’.

Retrocedieron un par de décadas hasta “Evil Twin”, para dejar el camino despejado al primer latigazo del ‘No Fuel For The Pilgrims’, el trabajo que les encumbró a finales de los ochenta. Como la banda danesa más exitosa del pasado siglo. De esta manera “Jihad” puso patas arriba la sala, haciendo que por primera vez los aficionados se pusieran a saltar de alegría. El característico estilo de los de Copenhage, mezclando Punk con Sleazy macarra, demostró lo bien que sigue funcionado a día de hoy, al tiempo que nos trajo a la memoria los tiempos en los que el Hard Rock gobernaba el mundo sin fisuras.

D-A-D (Foto: Unai Endemaño)

Nuevo temas y repaso a su carrera

Otro pelotazo de su obra cumbre ‘Rim Of Hell’ mantuvo la tensión en el ambiente y nos dio tiempo para poder disfrutar del primer gran solo del señor Jacon Binzer, quien no necesitó quitarse la chistera en toda la actuación, para ir clavando todos y cada uno de los punteos que tocaban. Todas las miradas sin embargo se las irían repartiendo Stig con sus estrambóticos bajos de dos cuerdas y Jesper ejerciendo de frontman de la vieja escuela.

D-A-D (Foto: David Bellota)

Retomarían de nuevo su última oración para el volumen, esgrimiendo una potente “Nothing Ever Changes” a la cual siguió sin pausa alguna, el fantasmagórico “Everything Glows”, otro momento en el que la gente pudo fliparlo con los cambios de ritmo calculados de los daneses. Unos cambios que también brillaron en el emblemático corte que da nombre a su reciente LP.

D-A-D (Foto: Unai Endemaño)

Entrando en el ecuador de la actuación D.A.D. colocaron uno de sus cortes más emblemáticos, “Grow Or Pay”, recordando cómo lo arriesgaron todo a principios de los noventa, tratando de dulcificar su propuesta para romper la banca, aunque fracasaran frente a las nuevas tendencias que surgían por aquellos tiempos. Sin que resultase para nada forzado, continuaron con otro pelotazo de su último redondo, demostrando la continuidad a prueba de bomba que siempre han tenido sus creaciones y lo fácil que les sigue resultando componer canciones que podrían ser hit singles en un mundo justo.

D-A-D (Foto: Unai Endemaño)

Le tocaría el turno a Stig de ponerse a las voces, y cabalgar sobre “Jackie O”, mostrando la faceta country punk de la banda, esa sobre la que se fundó Disneyland After Dark y que aporta aún más personalidad a un conjunto ya de por sí muy personal. De la misma manera retomarían otro pelotazo de su primera época, e invocarían los siniestros ritmos que contenía “Riding With Sue”. El oeste danés apareció por un rato sobre una Stage Live feliz y cantarina.

D-A-D (Foto: David Bellota)

Tras un “The Real Me” que sirvió para subrayar la presentación en sociedad  del último LP, llego el momento de la traca final, primero con un poderoso “Reconstrucdead” y después con “I Want What She´s Got” a modo de nuevo clásico. Su pegadizo ritmillo sirvió a Jesper para contonearse y para invitar a los asistentes a canturrear más de la cuenta.

D-A-D (Foto: Unai Endemaño)

Una vez que se decidieron a recordar los tiempos “experimentales” de la pasada década, no se cortaron en lanzar el “Monster Philophy” sobre los asistentes, contagiando buen rollo y sonidos un poco más de vanguardia. De todos modos, antes de irse a los bises, volvieron a los tiempos más clásicos de su último trabajo, dejándonos un entretenido “No Doubt About It”, con un espectacular solo de batería por el medio, a cargo del señor Laust Stone.

Resulto especialmente divertido, en este punto del concierto, el hecho de que Jesper animase al respetable a gritar “Hey Laust Kill That Drums”, llegando al punto de traducir la mencionada frase con la hilarante expresión “Matar Al Baterista”. Fue sin duda la anécdota más graciosa de un concierto ya de por si divertidísimo.

D-A-D (Foto: Unai Endemaño)

Final cargado de historia

Dejarían para el remate final, posiblemente los cuatro cortes más famosos de su historia. Primero el movido “Bad Craziness”, seguido del himno “Sleeping My Day Away” cantado casi en su totalidad por el público presente y un “Laugh n´a ½” íntimo, sentido y acústico. Zanjarían su comparecencia a lo grande con el inmortal “It´s After Dark”, recordando su primer trabajo, y dejando un enorme hueco para que Jacob se luciese con un solo estelar.

D-A-D (Foto: Unai Endemaño)

Algo más de media hora en definitiva que se pasó volando, frente a un conjunto que demostró tener el culo pelado de recorrerse enormes festivales por todo el mundo y al que las salas, le vienen como anillo al dedo. Un conjunto que sigue brillando a pesar de que no mucha gente parezca acordarse de él, y que en Bilbao tuvo un emotivo reencuentro con los fans que se han ido ganando,  en sus más de treinta años de carrera ininterrumpida.

D-A-D (Foto: Unai Endemaño)

Texto: Unai Endemaño | Fotos: Unai Endemaño y David Bellota

Promotor:Madness Live Productions

Día:2019-11-26

Hora:21:00

Sala:Stage Live

Ciudad:Bilbao

Teloneros:Hangarvain

Puntuación:8