La Renga se impone a Marea en Cosquín Rock 2023
Después de la primera edición del Cosquín Rock en España en 2021 -con ciertas medidas de seguridad sanitarias, ya que se vivían tiempos pandémicos- se esperaba una segunda edición al año siguiente.
Aunque incluso se confirmaron fechas tras finalizar una edición en la que participaron Robe, Ciclonautas, Ciro y Los Persas y Los Zigarros entre otros, en el recinto Marenostrum de Fuengirola, imperó el silencio y se ponía en duda la reválida. Por suerte, la organización del festival originario de Argentina ha vuelto a la carga este año. A diferencia de su edición debut, sería de una sola jornada en vez de dos, pero fiel a su filosofía, el cartel estaría compuesto por bandas argentinas y españolas.
De nuevo se celebró en el magnífico e idílico recinto Marenostrum de la localidad malagueña. Bocanada y Marea -como cabezas de cartel- serían los grupos representantes de España, mientras que el mítico Skay Beilinson y sus Fakires y los no menos históricos La Renga, cubrirían el cupo de bandas argentinas. Un cartel en el que el rock era el único protagonista.
Bocanada: encargados de abrir el festival
La segunda edición del Cosquín Rock en España arrancaba con Bocanada, la banda de Berriozar que también están actuando como teloneros de Marea en su presente gira. El quinteto liderado por Martín Romero tenía la obligación de caldear un amplio recinto en el que todavía quedaba mucha gente por entrar, y cumplieron con creces su cometido. Además, tuvieron que buscar de forma rápida a un sustituto temporal de su bajista Rupi Ruperez, y el también miembro de Ciclonautas, Jabiertxo Txo Pintor Santos, se adaptó a la perfección a pesar de tener que salvar con urgencia la papeleta.
“Para Siempre”, tema de su último trabajo ‘Ahora que lo leones duermen’, sirvió de motor de arranque de una banda que tardó poco en transmitir su energía y vitalidad en directo. Martín es puro nervio y no paró de recorrer arriba y abajo el enorme escenario del Marenostrum. Su camiseta la hizo añicos en este primer tema, y curiosamente fue el único de esta reciente entrega la que formó parte del setlist.
Con “Tu nombre se escribe con sangre” y “Más animal”, hicieron un recorrido a sus casi dos décadas de carrera musical, y no tardaron mucho en ganarse al público gracias a su poderoso rock lleno de buenas letras y estribillos pegadizos. Contaron también con un invitado de lujo, Kutxi Romero, pero no sobre el escenario. El hermano del cantante de Bocanada no dudó en animar el cotarro desde las primeras filas, aunque desapareció casi al instante ya que le estaba robando el protagonismo a la banda que estaba actuando porque no paraba de acercarse seguidores con afán de sacarse la foto de rigor.
“Que me arranquen el pellejo”, “Comiendo soles” y “La madriguera” fueron afianzando un show castigado por las altas temperaturas que siguieron subiendo de la mano de “Bocanada” y “Río”. Con “Mala Hierba” y “Campo a través” cerraron un concierto que dejó muy buen sabor de boca entre todos los presentes. Con toda seguridad, después de su entrega sobre las tablas ganaron muchos seguidores en esta calurosa tarde.
La veteranía de Skay y Los Fakires
Eduardo “Skay” Federico Beilinson fundó Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota –también conocidos como Los Redondos- en 1978, y ya contaba por aquel entonces con cierto bagaje musical tras pasar por varias bandas. En 2002, una de las bandas más exitosas de la historia del rock de Argentina se disolvió, y tras separar su camino con el cantante Indio Solari, comenzó otra etapa en su carrera que él llama solista con banda. Dicho de otra forma, uno de los más legendarios guitarristas argentinos pisaba el escenario del Cosquín Rock y ya era mucho el público ansioso de disfrutar de sus temas y de los clásicos de Los Redondos.
Sin más decorado que un sobrio telón negro de fondo, Skay y sus acompañantes salieron al ritmo de la oriental “La luna en Fez”. Un tema muy apropiado a modo de introducción para la locura que invadió el recinto con “El pibe de los astilleros” y “Nuestro amo juega al esclavo” de su histórica banda. El pogo creció de forma exponencial, y a pesar de que con “El Golem de Paternal”, “Aves migratorias”, “Aplausos en el cosmos” y “La trama invisible” había cierto control dentro del caos, todo explotó con “Jijiji” de Los Redondos. Tanto, que tuvieron que cortar su actuación y retirarse todos los músicos porque se derribaron varias vallas de seguridad que separa al público del escenario.
Después de varios y largos minutos, y cuando la seguridad estaba completaba, volvieron a la carga con “Yo soy la máquina” y “Presagio”. No parece que Skay Beilinson tenga 71 años y volvió a recordar con energía a su antigua banda con “Criminal Mambo”, en la que deja más que patente sus bondades a las seis cuerdas. Con “¡Corre, corre, corre!” y la magnífica “Oda a la sin nombre”, volvió la revolución entre los asistentes, y la banda siguió dinamitando su actuación con otro tema de Los Redondos: “Todo un palo”.
A pesar de la interrupción y el retraso por el vuelco de vallas, con “Lejos de casa” el guitarrista y cantante de La Plata y sus Fakires cerraron un show en el que dejaron claro que la veteranía es un grado. Todo un lujo contar con un músico tan reputado en esta nueva edición del Cosquín Rock siempre arropado por sus compatriotas, y que, como no podía ser de otra manera, ofreció un show para el recuerdo.
Cosquín Rock explota con La Renga
La veteranía es también un plus para La Renga -35 años de carrera lo avala-, pero su potencia en directo lo es más. Antes de que se abrieran las puertas del recinto, ya se percibía en el paseo marítimo aledaño las ganas que había de presenciar su directo. Innumerables banderas personificadas que dejaban claro su amor y pasión por La Renga, inundaban los exteriores y luego los interiores del recinto. Hay pocas palabras para describir la pasión con la que viven los argentinos la música, pero es casi parecido a la emoción con la que sienten el fútbol.
Hay que dejar claro que los de Buenos Aires siguen siendo una banda activa, en el sentido de que continúan publicando nuevos trabajos y presentándolos en vivo. A comienzos de 2022, pusieron a la venta ‘Alejados de la Red’, y desde entonces están tocando estas nuevas canciones ante sus seguidores, conocidos como “los mismos de siempre”. Sus clásicos siguen ahí, y no faltan en sus shows, pero conviven con su nuevo material. Algo que dejaron más que claro al arrancar con “Buena pipa”. Hicieron gala de sus tintes metálicos con “A tu lado” y el pogo ya estaba en plena ebullición. El personal de seguridad del foso tuvo bastante trabajo, y tuvieron que sacar a gente del público que necesitaba asistencia sanitaria urgente.
Ya sea por la añoranza a su tierra natal a través de las canciones de La Renga o por la intensidad de su descarga, el ambiente de volvió electrizante y mágico. Es una sensación única la que se vivía con “Tripa y corazón”, “Elefantes pogueando” y “El twist del pibe” como parte de la banda sonora de la noche. Pero si hay que hacer mención a un momento particularmente mágico, fue con la “Balada del diablo y la muerte”. Todo un clásico que arrancó cada letra de las gargantas de todos los presentes.
Casi sin tiempo para respirar, el grupo seguía golpeando con nuevos y viejos temas como “El rito de los corazones sangrando”, “Desnudo para siempre (o despedazado en mil partes)”, “A la carga mi roncanrol”, “Detonador de sueños” y “Canibalismo metálico”. Y así, hasta 19 temas de un repertorio que dejó más que satisfechos a sus apasionados seguidores, que no pararon de subir intensidad con “Cuándo vendrán”, “Corazón fugitivo”, “La razón que te demora” o “Panic show” entre otras.
Para el fin de fiesta de este concierto memorable reservaron dos enormes temas: “El final es en donde partí” y “Hablando de la libertad”. En ambos, la combinación con los instrumentos de viento es bestial, y mucho más en vivo. Chizzo, Tete (que no paró ni un segundo durante todo el show) y Tanque dejaron más que claro por qué se les considera uno de los grupos más grandes de Argentina. Cada año que pasa, cada concierto que ofrecen, son mejores. Cualidades claves para un grupo que quiere dejar escrito su nombre en la historia del rock en español.
Marea: cabezas de cartel tras el vendaval
La música no se puede considerar una competición, pero estaba más que claro que después de las descargas de Skay y los Fakires y La Renga, la banda navarra tenía una difícil misión. Más si cabe cuando varios miles de personas comenzaron a abandonar el recinto al finalizar el concierto de los argentinos. Sin embargo, Marea cuenta con una base fiel de seguidores que le iban a poner las cosas más fáciles.
Dentro de su reciente “Gira sin riendas” para presentar ‘Los potros del tiempo’, Marea tenía en su agenda encabezar esta segunda edición del Cosquín Rock. Al ser cabezas de cartel, gozarían de toda su escenificación, por lo que al comenzar con “Otra cicatriz”, la maquinaria empezó a funcionar a pleno rendimiento. Siguieron con temas de su última entrega como “Más me duele a mí” y “La grillera”, y poco a poco, el público empezó a subir la temperatura.
Kutxi no tuvo inconvenientes en reconocer que había que caldear más el ambiente, ya que no era fácil “tocar después de estos dos hijos de p***”, que «nos han ganado por goleada”. Así que, después de estas palabras que iban dedicadas con cariño, fueron desgranando temas de su carrera como “Mierda y cuchara”, “El temblor” y “Manuela canta saetas”. Este último fue recibió con más emoción, y es que todos los temas de discos como ‘Besos de perro’ o ‘28.000 puñaladas’, suelen ser los favoritos de sus seguidores.
A pesar de ello, Marea confía en su nuevo material, y alternándolo con sus clásicos, interpretó a lo largo de todo su concierto los once cortes que lo componen. “El más sucio de los nombres”, “Ceniciento”, “Buena muerte” o “Se acaba el baile”, se iban intercalando con éxitos como “Corazón de mimbre”, “Que se joda el viento” o “Alfileres”, y la respuesta del público era más que notable.
En el ecuador del concierto, su vocalista le dedicó unas hermosas palabras a Boni, fallecido miembro de Barricada, y acto seguido interpretaron una versión de “El trompo”, más que digna de mención. Mientras tanto, el dinamismo en escena lo ponían el guitarrista Colibrí y su bajista Piñas, que son puro nervio y parecen que le queman los pies a cada segundo.
La segunda parte de su actuación estuvo plagada de clásicos, y la emoción se palpaba en el ambiente de manos de “La rueca”, “La luna me sabe a poco”, “En tu agujero” y “Como los trileros” antes de los bises. No tardaron mucho en volver, y mientras caían unas pocas gotas de lluvia, encararon su trayecto final con “Jindama”, “El perro verde” y “Marea”. El quinteto navarro no la tuvieron todas consigo, pero aun así, consiguió ofrecer un concierto de gran nivel que cumplió con todas las expectativas.
Se cerraba otra edición del Cosquín Rock en el Marenostrum de Fuengirola, un recinto en el que todos los asistentes cuentan con muchas comodidades para estar varias horas sin ningún tipo de problemas. Sus asistentes ya están contando los días para que se confirme una tercera edición, porque en ambas experiencias se ha disfrutado de grandes e históricas bandas tanto argentinas como de España.
Texto: Luciana Peralta y Satur Romero | Fotos: Satur Romero
Promotor:Cosquín Rock
Día:2023-06-17
Hora:17:00
Sala:Marenostrum
Ciudad:Fuengirola
Puntuación:8
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