Una de las propuestas más interesantes para ir culminando este año, era la que enlazaba bajo las raíces del stoner rock a la furibunda dupla conformada por los norteamericanos Clutch y los suecos Graveyard. Redondeando el cartel otros suecos Kamtchatka que venían a presentar su buen estado de forma.

Kamtchatka – Power Trio con ínfulas hippys

Los encargados de abrir las hostilidades en una noche que se antojaba atronadora desde inicio fueron el triplete sueco Kamtchatka. Una banda que para los no iniciados acumula casi quince años y un buen puñado de álbumes competentes. En esta ocasión, vendrían con la firme misión de presentar su nuevo ‘Hoodoo Lightning’.

Kamchatka (Foto: Jose Antonio Fernández)

Bajo esa apariencia hippiesca, irrumpieron en escena los suecos absortos en su propio universo musical para sorprendernos con una interesante propuesta que presentaba su nuevo trabajo y mostraba alguna de las piezas fundamentales de su catálogo.

Kamchatka (Foto: Jose Antonio Fernández)

Treinta minutos no dan para mucho y si encima se considera que les tocó lidiar con un diminuto trozo de escenario, no cabe duda que pelearon a contracorriente para salir airosos. Aun así Thomas Andersson tuvo tiempo para dejarse llevar y desmembrar los temas como sólo él sabe, totalmente enajenado en su propio universo. Despidieron buen rollo durante toda su comparecencia y repasaron cortes tan interesantes como “Rainbow Ridge” “Fool” o “Perfect” en donde la concentración destacó con holgura y dejó con ganas de más a los congregados.

Graveyard – Cuestión de precisión instrumental

Llegaba el turno de disfrutar de la calidad que atesoran los suecos y de una nueva demostración musical que haría temblar los cimientos del recinto. Acostumbrados a verles tocar de forma relajada y sin estar pendientes del cronometro, esta ocasión gozarían sólo de unos cincuenta minutos para agasajar a los congregados y cumplir su cometido. Arropados por la tenebrosidad los suecos se posicionaban para inaugurar el repertorio con “Walk On”.

Graveyard (Foto: Jose Antonio Fernández)

Un comienzo abrumador que proseguiría con la misma intensidad y que logró sacar a relucir esa perfecta mezcla de rock sesentero y algo posterior, con posos de clásicos como Frank Zappa o Black Sabbath. Hubo incluso momentos de frescura que nos darían una tregua momentánea antes de sucumbir a pepinazos tan rotundos como “Thin Line” donde afloran ese stoner rocoso, o “Uncomfortably Numb” siempre motivante e ineludible para el desmadre.

Graveyard (Foto: Jose Antonio Fernández)

Retrocedieron desde su nuevo álbum ‘Peace’ constantemente a su imprescindible ‘Hisingen Blues’, ya que ambos trabajos aglutinaron el mayor tiempo de revisión. Innegable destacar las distorsiones y afinaciones que retumbaban en las molleras de los presentes, mientras contemplaban aturdidos la pulcritud con que ejercían y acariciaban sus instrumentos, para regocijo de los presentes.

Graveyard (Foto: Jose Antonio Fernández)

Incluso es de agradecer los continuos esfuerzos, agachándose a la pedalera para realizar con precisión meridiana cualquier afinación sobre la marcha que exigía el guión. Joakim Nilsson se desgañitaría de lo lindo en escena durante los escasos minutos del recital, inundando el recinto de esa tenebrosa atmósfera que transmiten. En definitiva, fueron capaces una vez más de cautivar a los presentes con su particular puesta en escena y forma de sumergir la sala en su grandiosidad musical. Un conjunto que nunca falla, especialmente en recintos pequeños.

Clutch – Una auténtica locomotora de stoner rock

Los norteamericanos se han ganado un buen número de seguidores peninsulares en previas visitas. Su demencial puesta en directo ha sido siempre su principal activo y esta vez lo volvieron a certificar con otro pelotazo de altos vuelos.

Clutch (Foto: Jose Antonio Fernández)

Uno de los principales puntos fuertes sigue siendo la confección de los repertorios, construidos nuevamente cada noche y que ofrece a sus seguidores la oportunidad de trasladarse a citas distintas con el fin de disfrutar de diferentes canciones. Un puesto en el repertorio que a tenor de lo visto, ningún tema tiene garantizado su presencia, con excepción quizás de la exquisita “Electric Worry”. Ni siquiera piezas tan emblemáticas como “The Mob Goes Wild” o “X-Ray Visions” ven su sitio asegurado. Un aliciente a día de hoy nada desdeñable, que proporciona la incertidumbre de lo que viene por delante sin tener ni idea de lo que van a tocar. Un hecho que otorga a sus bolos de un carácter especial y exclusivo.

Comandados por la férrea actitud de Neil Fallon desglosaron un intenso repaso a sus doce álbumes de estudio. Con la austeridad que les caracteriza y un escueto telón de fondo, imprimieron su ritmo de siempre, en esta ocasión dando caña con la certera “Slow Hole To China”. Inmersos en su película siguieron atizando de lo lindo con pepinazos de la talla de “Mice and Gods”, “El Jefe Speaks” y “Worm Drink”. Pudimos localizar tres fases en su comparecencia, con un un inicio demoledor, un pinchazo a mitad del repertorio en cuanto a materia de intensidad y un broche final exultante en todos los ámbitos.

Clutch (Foto: Jose Antonio Fernández)

Extenderse en sus revisiones en directo, siempre se antoja complejo, si tenemos en cuenta no sólo el estilo que practican sino la actitud de dos de sus miembros, el guitarrista Tim Sult y el bajista Dan Meines quienes apenas se mueven del baldosín donde están situados y ni siquiera levantan la mirada de sus instrumentos. Una concentración que se focaliza en clavar los enrevesados ritmos de su guión y que busca la excelencia simplemente en términos musicales. Tim Sult en especial parecía ajeno a lo que allí sucedió, solo pendiente de su inmensa pedalera que como de costumbre jugó un papel clave en el sonido del guitarrista. Esta situación obliga a Neil Fallon a encarar todas las labores de comunicación sin ser precisamente un gran orador.

Clutch (Foto: Jose Antonio Fernández)

A pesar de todo se echó todo el peso a la espalda y supo arengar a la concurrencia con su conmedida actitud, mientras revisaban cortes como “Army Of Bono” que no habían tocado desde el 2006, la correosa “Power Player” o la impactante “How To Shake Hands”.

Clutch (Foto: Jose Antonio Fernández)

Influenciados por la corriente musical norteamericana se nutren de distintos estilos como blues rock, stoner o hardcore punk para modelar su propio estilo, y ello enriquece un sonido que transmite aire fresco con cada pelotazo. La recta final fue una absoluta fiesta con cortes como “Sonic Counselor”, “Passive Restraints” y “Struct Down” certificando todo su potencial. Abandonaron brevemente la tarima tras concluir la interpretación de (Eulogy For A) Ghost ante la continua demanda de más temas por parte de la concurrencia.

Pusieron la rubrica al bolo con la inexpugnable “Electric Worry” canturreada por todo la sala y el tema “Fortunate Son” de Creedence Clearwater Revival para poner el punto y a parte. A partir de ahí una sucesión de ovaciones que vio como los músicos escapaban del recinto como quien oye llover, con excepción de Jean Paul Gaster que se tomó la molestia de despedirse del personal durante un par de minutos. Insuperables en su terreno.

Texto: Txema Garay | Fotos: Jose Antonio Fernández

Promotor:Live Nation

Día:2019-12-14

Hora:19:30

Sala:Santana27

Ciudad:Bilbao

Teloneros:Graveyard + Kamtchatka

Puntuación:8