Castelo Rock 2022: Skindred comanda la simbiosis con el producto local
El pasado viernes 22 de julio en Muros, localidad portuaria, el Castelo Rock daba su pistoletazo de salida. El evento, organizado por la asociación local Praia do Castelo, va ya por su decimoctava edición. Este año, con imagen renovada tras pandemia, el público pudo disfrutar de un cartel de dos días con Skindred como corona y una marcada presencia de bandas gallegas.
Viernes 22 de julio
A las seis y cuarto de la tarde los más ansiosos comenzaron a acceder al recinto. Cuatro puestos de comida, una barra de bebidas y el mostrador para canjear los tickets daban la bienvenida al público. A continuación, antes del único escenario, pequeñas carpas se disponían en línea recta para cobijar el merchandising de las bandas.
Media hora después de la apertura, a las siete menos cuarto, Mileth inauguró las tablas. La banda gallega, originaria de A Mariña pero consolidada en Vigo, hizo sonar su folk metal oscuro para deleite de la audiencia más prematura del día. Una selección de ‘Catro Pregarias No Albor Da Lúa Morta’ pudo escucharse por todo el puerto durante poco más de media hora. Temas como “O Son Do Buxo Baixo A Sombra Do Xistral” y “De Bruma E Salitre” transportaron a los primeros asistentes a las profundidades de la tradición musical galaica entre panderetas, gaita, flautas y zanfona.
Tras ellos y un descanso de media hora (que se convirtió en lo habitual entre bandas) llegó el turno de los albaceteños Angelus Apatrida. Tocaron una selección de temas de toda su discografía durante la hora que duró su pase. También dedicaron buena parte de su repertorio a su último LP homónimo y nacido en pandemia. Consiguieron mover a su público con éxito pese a que todavía quedaban bastantes rezagados por llegar.
A las nueve y cuarto llegó el turno de Aphonnic. Hicieron su aparición entre vítores y gritos de “¡viva Vigo!”. Con una energía arrolladora salieron al escenario dispuestos a darlo todo, con un setlist compuesto por canciones de varios de sus discos. Entre otras, pudieron escucharse “En Globo”, “Necios”, “Mi Capitán” u “Ombligos”. Está claro que son una de las bandas más queridas dentro del panorama gallego, y así se lo demostraron los fans a los vigueses. No quedó tema sin corear y no faltaron brazos y cuernos balanceándose al ritmo de los acordes.
Poco antes de las once de la noche, Crisix subieron a romper las tablas. A pesar de ser la previa del plato fuerte de la noche, consiguieron mover al público de forma bestial. Pogos, circle pits y hasta un wall of death se sucedieron en la explanada del festival sin descanso. La habilidad de los músicos quedó patente cuando brevemente intercambiaron sus instrumentos en pleno concierto, y aunque se escuchó una selección de su último disco ‘Full HD’, también sonaron los riffs de otros temas como “Brutal Gadget”.
A continuación llegó el turno de los cabezas de cartel del día. A partir de las doce y media de la noche, Lendakaris Muertos hizo alarde de su particular humor tras cada canción, levantando risas y desdén a partes iguales entre quienes asistían a su pase. “Veterano De La Kale Borroca”, “Cerveza Sin Alcohol”, “Húngara Chúngara” o “Urrusolo Sistiaga” fueron las elegidas para amenizar a los fans más punkis de la noche. Al final del concierto el panda de Lendakaris se sumó al espectáculo al ritmo de “Ojeras Farloperas”.
Hamlet los sucedió a las dos y cuarto para cambiar por completo de tercio musical. Para conformar su setlist se remontaron décadas atrás en su discografía con canciones como “Dementes Cobardes” o “Egoísmo”. El carisma de Molly, su vocalista, es innegable. No le resultó complicado organizar al público que, entre pogo y pogo, supo dar vida a un gran wall of death.
Para rematar la jornada se regresó a los riffs gallegos, esta vez a cargo de Battosai. Los santiagueses tuvieron un repertorio reducido, pero bien aprovechado. Su grunge rock bañó el puerto con los temas pertenecientes a su LP ‘Battosai’, y también a sus últimos singles.
Sábado 23 de julio
El sábado comenzó con actividades por el pueblo desde primera hora de la mañana. Destacaron las actuaciones de Cé Orquesta Pantasma, Monoulius Dop y el pasacalles de Mekanika Rolling Band. A las siete de la tarde, pues el Castelo abrió sus puertas un poco más tarde que el día anterior, Deleiba comenzó el primer directo del día. La banda local destacó por su energía, sobre todo la de su vocalista, que no paró de brincar ni de interactuar con el público. Remataron con “Erguerse”, uno de sus últimos lanzamientos.
A las ocho y diez, Toundra continuó con el espectáculo. Estos madrileños, como ya es costumbre, subieron al escenario sin micrófono alguno. Sin cruzar palabra con su público y con tan sólo algunos gestos de agradecimiento a los aplausos, consiguieron conectar con los asistentes, haciéndolos disfrutar del concierto. ‘Hex’, su último álbum, tuvo peso considerable en su setlist.
Para contrarrestar la calma de la música de Toundra, a las diez menos cuarto otro cuarteto gallego subió a las tablas. Arrhythmia llegó desde Lugo, tremendamente arrolladores, con su metal fusionado con electrónica. Tras dos años postergando el lanzamiento de su último LP por culpa del coronavirus, “I” pudo escucharse en todo su esplendor. Las letras de canciones como “Karma”, “Espertei” o “Planeta Alerta” fueron cantadas por el público junto con otras más antiguas, como la de “A Cea Dos Malditos” o “Diñeiro”.
Poco más tarde de las once llegó el turno de El Drogas. Enrique Villarreal es uno de los cantantes con más presencia de la escena española y gracias a un directo de diez se ganó al público desde el primer acorde. El suyo fue uno de los pases más animados del festival, con los oyentes igualmente entregados coreando cada una de sus letras. “En Punto Muerto”, “Come Elefantes” o “Barrio Conflictivo” fueron algunas de las elegidas para su repertorio. También se animó a coger su guitarra acústica o incluso la armónica, como en la interpretación de “Debajo De Aquel Árbol”.
Apenas unos minutos después de la una de la madrugada, Skindred comenzó el bolo más brutal de la noche. Benji Webbe es el ejemplo perfecto de cómo un buen frontman puede mantener entretenido a su público sin necesidad de pogos y crowdsurfing violentos.
Estableció un diálogo fluido con los fans desde el minuto uno consiguiendo que buena parte de los asistentes moviesen las caderas a la par que la cabeza. Quedó demostrado que, aunque infrecuente, la fusión de reggae con metal y rock es todo un acierto. Se pudo disfrutar de riffs como los de “Warning”, “That’s My Jam” o “Kill The Power”, y se despidieron tras conseguir que buena parte de los festivaleros lanzasen sus camisetas al aire.
Bala protagonizó el penúltimo bolo de la noche, aunque veinte minutos más tarde de lo esperado, sobre las tres de la mañana. Acusaron la suma de pequeños retrasos que sufrieron los conciertos anteriores, que no había sido notoria hasta ese momento. Aún así se las apañaron para darlo todo con un público ya agotado y, a pesar también de no estar acompañadas de un buen sonido, probablemente debido a las prisas. Si bien mostraron temas de toda su trayectoria, su LP ‘Maleza’ fue el protagonista de su pase.
Ya para rematar, Lisdexia, la banda cuyos miembros forman parte de la organización del festival, subió al escenario para concluir el evento. Envueltos en looks hawaianos y, a pesar de la hora, pues eran casi las cinco de la madrugada, todos los miembros de la banda contaban con mucha energía y no pararon de saltar y de moverse por el escenario. ‘Espabila As Mamadas’ fue la columna vertebral de su setlist, entre otras canciones como “Foliada Mástica”.
De este modo se cerró otra edición exitosa de Castelo Rock, para el cual los aficionados más acérrimos ya están esperando las próximas noticias de 2023.
Texto y fotos: Sheila Niebla
Promotor:Castelo Rock
Día:2022-07-22
Hora:18:30
Sala:Puerto de Muros
Ciudad:Muros
Puntuación:8
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