Carpenter Brut ponen Barcelona a bailar
Estos franceses son una de las formaciones más en boga en la escena synthwave/electrónica/metalera de los últimos tiempos. ¿Cómo conjugar en un solo estilo todos esos conceptos? Para Carpenter Brut, la música no tiene límites.
Poder acompañar a formaciones como Ghost a lo largo de sus giras mundiales, y producir, por ejemplo, un remix de su último single “Dance Macabre” les ha servido para que festivales como el Primavera Sound o el Download Festival confíen en sus ideas; como vemos, propuestas musicales de lo más variadas y con una amplitud de miras verdaderamente ejemplar.
Synthwave metalero
Y es que Franck Hueso, el productor detrás de este ya gigantesco proyecto, supo enamorar a una audiencia de lo más variopinta con tres primeros EP que fueron jugando y perfeccionando un sonido que nos sirve tanto para menear la cabeza en el tugurio más oscuro que nos podamos imaginar como para banda sonora de un viaje idílico en el Miami de los ochenta.
Ha sido este año cuando, por fin, y tras seis años de carrera, ha lanzado su primer larga duración, un ‘Leather Teeth’ repleto de sintetizadores, ritmos machacones y melodías pegadizas que ha enamorado a la audiencia de medio mundo. ¿Qué mejor excusa para gozar de su música que en una sala a la altura de las circunstancias?
La previa de Carpenter Brut en Barcelona
Los invitados, o invitado de ocasión, fue Gost (no confundir con la banda del Cardinal Copia), una formación de un único miembro que supo mantener el listón a lo largo y ancho de su actuación. Con bases de synthwave verdaderamente pesado, el músico de la banda, ataviado con una prenda negra que le cubría la cara, supo combinar pequeñas performances encima del escenario con ejecuciones al bajo y a la voz realmente efectivas.
Al interpretar su instrumento, las notas gruesas y deliberadamente distorsionadas del bajo cubrían el espacio sonoro de la sala grande de la Razzmatazz condal, mientras que, al cantar, su actuación tomaba un aspecto ritualista verdaderamente espectacular. Temas como “Garruth”, “Bathory Bitch” o “16 AM” demostraron la brillantez compositiva de un artista que iba sucediendo cada una de sus melodías con los sintetizadores a su alcance; solo con ver la cara de muchos de los asistentes, podemos afirmar que su actuación cumplió con las expectativas del respetable.
Y es que es de admirar la capacidad del artista para construir pasajes realmente crudos y momentos algo más atmosféricos que casaban a la perfección con la dureza de su propuesta musical. Cerró con “Head Like A Hole” de Nine Inch Nails mientras se acercaba con chulería a las primeras filas; la escena frente a nuestros ojos redondeaba una actuación impactante donde los bailoteos desde la audiencia fueron una tendencia a seguir.
Servidor, que no anda precisamente acostumbrado a conciertos de este tipo, gozó de lo lindo con una propuesta impactante y machacona a partes iguales.
Luces y acción
Si bien el concierto de Gost nos sorprendió por lo efectivo y especial de su propuesta, nada tendría que ver con la actuación de los cabeza de cartel de la noche. Y es que al desplegarse la batería, la pantalla trasera y las columnas de luces encima del escenario, supimos que aquello que se nos venía encima iba a dejar en nada lo visto con anterioridad.
Se apagaron las luces y empezó a sonar una “Leather Teeth” que levantó los ánimos del respetable hasta el máximo exponente, un griterío ensordecedor prosiguió a la calma y ya teníamos a los tres músicos de Carpenter Brut dándolo todo encima del escenario. Menuda maravilla de despliegue técnico: luces por aquí y por allá y un sonido casi perfecto para el goce de los allí asistentes.
Si bien la actuación se centró en el último esfuerzo discográfico de la banda, con temas como “Cheerleader Effect”, con las voces de Ulver sampleadas, o “Monday Hunt”, hubo tiempo de sobras como para que temas verdaderamente celebrados como “Le Perv” o “Turbo Killer” lo pusieran todo patas arriba.
Y es que, pese a que la interacción con el respetable fue realmente mínima, el calor del público catalán hacia la banda fue verdaderamente abrumador, con un continuo de mosh pits que pondrían toda la sala a bailar y con constantes coreos de las partes más identificables de cada una de las canciones de Carpenter Brut.
“Roller Mobster” fue uno de los puntos álgidos de la noche, mientras que “Beware The Beast” fue uno de los momentos más cantados de la velada. Verdaderamente memorable ver y escuchar miles de voces fundidas en un mismo estribillo; sin duda, uno de los mejores compuestos en lo que va de año.
En la pantalla trasera, de mientras, imágenes de películas de terror de serie B, algo de porno barato y muchos gimnasios ochenteros repletos de gimnastas. Toda una imaginería de los ochenta que se nota y se siente en las composiciones de los franceses. ¿Porqué no condimentar el espectáculo con algo de sexo y terror?
Cuero, sexo y terror
Como ya se vio a lo largo de los festivales donde actuaron el pasado verano, Carpenter Brut demostró una vez más que sabe llevar sus canciones al directo como pocas formaciones saben hacer hoy en día. Cuando encima del escenario tienes a tres virtuosos que dejan que sea el propio espectáculo quien dote de sentido a la actuación, solo puedes rendirte y aplaudir el derroche de talento que tienes frente a tus ojos.
El tramo final de concierto fue un devenir de sensaciones espectacular, una concatenación de perlas musicales a altas pulsaciones. Encadenar temas como “Monday Hunt”, “Disco Zombi Italia”, “Hairspray Hurricane” y la antes mencionada “Le Perv” contagia alegría y pasión entre la audiencia. Verdaderamente precioso como gente de tendencias musicales tan distintas disfrutaban de un compendio musical a la altura de las circunstancias.
Pantallas, iluminación y una ejecución musical verdaderamente colosal. La que liaron Carpenter Brut en Barcelona fue una demostración ejemplar de eclecticismo y garra, un saber hacer sobre las tablas a la que pocas bandas pueden aspirar en los tiempos que corren.
La cosa parecía que iba terminando, pero el griterío fue tan ensordecedor que no tuvieron más remedio que lanzar una última bala al aire. Y menuda bala. “Maniac”, de Michael Sembello, edulcorada con melodías al más puro Carpenter Brut, sirvió para poner el broche de oro a uno de esos conciertos que se quedará marcado a fuego en cada una de las retinas de los asistentes que llenaron la Razzmatazz condal.
Poco más de una hora les sirvió para levantar los coros de la audiencia, provocar pogos condimentados a base de buen rollo y escenificar encima del escenario una propuesta que en directo gana enteros. Más allá de interpretar unas canciones repletas de gancho y talento, la magia y conexión con cada una de los temas elegidos por Carpenter Brut sirvieron para configurar una noche para enmarcar.
En uno de los conciertos más movidos de todos los que hemos visto últimamente en Barcelona, los franceses demostraron que son más que una tendencia pasajera en la escena synthwave/electrónica/metalera contemporánea. Que sigan paseándose por terrenos ajenos a lo natural, que sorprendan en festivales metaleros y que sigan enamorando a los más electrónicos del hogar. Su música ha conectado con cientos de fans sedientos de serie B, sexo y laca. ¿Qué más dará el estilo que practiquen? Uno de los conciertos del año.
Texto: Víctor Vallespir | Fotos: Mavi Parra
Promotor:Live Nation
Día:2018-11-06
Hora:20:30
Sala:Razzmatazz
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Gost
Puntuación:9
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