Dieciocho temas. Menos de una hora. Un sonido nefasto y muchísima energía. Cuando se habla de que los bolos de hardcore son especiales uno se refiere a espectáculos como este.

Que Cancer Bats son un valor seguro lo tenemos claro. Sus incontables visitas siempre han hecho las delicias de los fans que buscan energía y festividad sin filtrar. Y por eso cada vez que pasan por aquí los recibimos con los brazos abiertos. Tenemos constancia de que ellos también adoran nuestras tierras, o sea que la cosa no podía combinar mejor. El agradecimiento es mutuo por parte de banda y público, y el resultado es una comunión entre ambos que siempre resulta muy especial.

Muchos saben que suelo ir con temor a la sala Bóveda, pues el tema del sonido suele sobrepasar los límites de la definición de complicado. Sin embargo, no era la primera vez que veíamos al grupo en dicha sala, y la verdad es que en su parada de la anterior gira la cosa quedó muy resultona. Por ello esta vez me preocupaba menos el asunto.

The Wax y su crescendo de intensidad

Había muchas ganas de descubrir por fin en directo a los paisanos The Wax, de los cuales me habían hablado maravillas. Su último trabajo, que aprovecharían para presentar, pega un volantazo en el rumbo del grupo. Moviéndose de un estilo más trallero y hardcore al grunge más melódico y denso. Sin embargo, lo poco puro de ambas vertientes es lo que hace realmente interesante su propuesta. Y así lo demostraron. A base de melodías gordas la cosa empezó con una buena muestra de lo que presenta este último ‘A Place To Bury Our Sins Away’, que teñiría casi absolutamente todo su set.

The Wax Barcelona

The Wax (Foto: Mavi Parra)

Sin embargo, fueron especialmente perspicaces a la hora de ordenar su listado de temas, ya que lo hicieron de manera que el show fuese ganando en intensidad progresivamente a medida que avanzaba. Contagiados de ello, el grupo también fue ganando confianza y cercanía a medida que sumaban canciones. La conexión total se produjo cuando el vocalista Aitor, exento ya de cualquier vergüenza, se despojó de su guitarra y decidió cantar entre bailoteos a medio camino entre la seducción y el LSD desde la barra del bar de la sala. Desde aquel momento el público decidió también despojarse de la habitual timidez característica del síndrome del telonero y disfrutar sin complejos del show de nivel que nos estaban ofreciendo.

The Wax Barcelona 2019

The Wax (Foto: Mavi Parra)

Cierto es que personalmente disfruto más, por afinidad de estilo, de su anterior ‘Don’t Belong’. Pero es innegable que esta nueva etapa ha engendrado una criatura que funciona de forma totalmente orgánica. La propuesta encandiló a los allí presentes y desbordó creatividad y auto confianza como para que el nombre del grupo no cayese en el olvido tras los cabezas de cartel.

Cancer bats, sin piedad

No lo he comentado antes, pero el calor que hacía en la sala era desesperante. Y pese a que, tras pedirlo, amablemente nos pusieron el aire acondicionado, iba a ser imposible decir adiós al sudor. Con un pelín de retraso y sin ninguna clase de introducción ni parafernalia, salen a escena los canadienses. El grupo siempre se ha caracterizado por ser más directos que un vuelo sin escalas. Y al fin y al cabo eso es lo que buscábamos. Brutalidad sin florituras. Hardcore a degüello y necesidad de movernos como si el diablo nos llevase por radio control.

Cancer Bats Barcelona

Cancer Bats (Foto: Mavi Parra)

Liam sale encapuchado en una sudadera blanca que apenas le duró puesta un tema. Decidieron abrir con “Sleep This Away”, una decisión si mas no curiosa. Ya que ni se trata de un tema nuevo ni especialmente conocido. Tampoco es una de las descargas de energía más explosivas que tienen, o sea que la cosa, pese a ser un tema bruto, funcionó más como introducción que otra cosa. Es de agradecer que el grupo siempre nos obsequie con temas poco habituales en sus setlist. Por anecdóticos que puedan parecer, ayudan mucho a que sus múltiples visitas no caigan en lo rutinario.

La fiesta de verdad empezó con la siguiente “Pneumonia Hawk”, que descorchó el pit desde el primer y reconocible acorde. Las cervezas caídas sobre el resbaladizo parquet hicieron de la zona de mosh más una pista de patinaje que un espacio sobre el que bailar a hostias. Así que cada cual se apañó como pudo. La zona delantera terminó siendo más una amalgama de empujones, air guitar, headbanging extremo y crowdsurfers puntuales. La cuestión es que absolutamente todo el mundo estaba disfrutando de forma cien por cien sincera. Grupo incluido.

Cancer Bats Barcelona 2019

Cancer Bats (Foto: Mavi Parra)

Debo decir que el sonido estaba siendo absolutamente nefasto. Como comento más arriba, la vez anterior consiguieron sonorizar muy bien la sala. Sin embargo, esta vez dependíamos más de sabernos los temas que de escucharlos. La voz de Liam era casi inaudible, y la guitarra sonaba enlatada como ella sola. Por suerte el bajo, que tan importante es en este grupo, se hizo hueco entre tanto despropósito para ganar en presencia más de lo habitual.

Dicho esto: a nadie parecía importarle que aquello sonase a concierto de bar. Es más, hasta cierto punto le añadía una pureza que va muy acorde con los valores que el grupo representa. Estoy seguro que a más de uno se nos pasó por la cabeza que aquello hubiese sido histórico de haberse celebrado en Rocksound. Y no quiero sonar a fantoche, pero de verdad que en aquel momento el público se preocupaba poco más que de pasárselo como nunca.

Crónica Cancer Bats Barcelona 2019

Cancer Bats (Foto: Mavi Parra)

Nunca me ha gustado la ralentización que el grupo hace del breakdown previo al estribillo de “Sorceress”, uno de mis temas favoritos. Pero es ya marca de la casa y si les has visto anteriormente no te pillará por sorpresa. Ya tardaban en atacar con “Winterpeg”, primer corte de su último disco sorpresa `The Spark That moves` y que además de ser de lo mejorcito del mismo, gana todavía más enteros en directo.

Los tíos llevaban puesta la directa. Solo habían parado entre tema a echarle un trago a la cerveza. Pero en este momento decidieron iniciar un bloque sin fisuras y encadenar cuatro temas sin descanso alguno entre ellos. La cosa empezó con un pico brutal de intensidad que fue “Bricks And Mortar” y prosiguió con “Arsenic On The Year Of The Snake” (que poco cariño se le da a su anterior trabajo y que bien funcionan los temas en directo), “Brightest Day” y “Butterscotch”. El público estaba que sacaba el hígado por la boca. Sin embargo, ellos, pese a estar absolutamente empapados en sudor, parecían poder seguir.

Tocaba clásico entre pecho y espalda, o sea que, tras una pequeña pausa para chistes y agradecimientos, encaraban una brutal “Hail Destroyer” que ponía a toda la sala a saltar. Debo decir que los tíos llevaban ya nueve temas y parecía que habían empezado hacía como quince minutos. Algunos dirán que el concierto fue corto. Yo digo que meter dieciocho temas de tamaña intensidad en poco menos de una hora es puro hardcore (y que de haber durado más, algunos hubiésemos acabado en urgencias).

De vuelta a su último trabajo con “Fear Will Kill Us All” antes de encarar otro himno: “R.A.T.S, el medio tempo (por llamarle de alguna manera) que suena más bruto que cualquier tema de velocidades endiabladas. Es un bloque de hormigón armado, y por eso se ha ganado la devoción de los fans como lo ha hecho.

Hasta el último aliento

La voz de Liam empezaba a mostrar síntomas de agotamiento. No es de extrañar, ya que el tío se lanza al micro con una voracidad absolutamente animal. Sin embargo, tampoco era algo especialmente preocupante. Que además el siguiente tema bajase un poco la intensidad vocal también caía en el momento adecuado. “True Zero”, pese al mal recibimiento original, se ha convertido ya también en otra pieza para recordar. Como ya he dicho su anterior álbum ‘Searching For Zero’ descolocó bastante a los fans en su momento, al tratarse de un trabajo mucho más experimental en todas sus vertientes. Y pese a que es cierto que quedó bastante desordenado, está cargado de buenas intenciones y ayudó a perfilar el estilo de este nuevo ‘The Spark That Moves’, que tanta alegría ha cosechado.

Crónica Cancer Bats Barcelona

Cancer Bats (Foto: Mavi Parra)

Tras “Space And Time” llegaba el momento que todos esperábamos. El homenaje a los Beastie Boys que es “Sabotage” anunciaba el tramo final del concierto y desataba de nuevo la locura en la sala. Especialmente divertido el llamamiento al silencio en su parón intermedio. Ahora sí que sí, Liam nos anunciaba que solo quedaban tres temas para cerrar la noche. El público quiso aprovechar aquella última oportunidad para apurar los últimos Crowd surf durante “Lucifer’s Rocking Chair”, que cayó casi como un regalo al dejarnos respirar tras la salvajada de la cover anterior.

Ah, pero teníamos claro que no nos íbamos a ir a casa con aliento sobrante. Como ya es costumbre, el preludio del fin venía de la mano de “Road Sick” y su velocidad incontrolable. Siento devoción absoluta por este tema, y mis cervicales me lo van a estar recordando por lo menos un mes. El gran colofón vino con un tema recién estrenado. El single “Gatekeeper” demostraba que su nuevo trabajo no solo está a la altura, sino que va camino a convertirse en un nuevo clásico.

Cancer Bats sala Bóveda Barcelona

Cancer Bats (Foto: Mavi Parra)

Soy consciente de las contradicciones y sinsentidos que contiene esta crónica. Este sentimiento de devoción parece imposible que vaya acompañado, por ejemplo, de un mal sonido como el descrito. Pero creo que todos los que los hemos podido ver alguna vez, tenemos claro que a Cancer Bats los disfrutaríamos en cualquier condición, por adversa que sea. Pues su actitud y ganas de divertir trascienden cualquier condición técnica.

Texto: Titus Ferrer | Fotos: Mavi Parra

Promotor:Hello Cleveland

Día:2019-05-23

Hora:20:30

Sala:Bóveda

Ciudad:Barcelona

Teloneros:The Wax

Puntuación:8