Bury Tomorrow: una nueva esperanza para el metalcore
Los británicos Bury Tomorrow nos visitaban por primera vez desde su aparición en la edición de 2017 del Resurrection Fest, pero esta vez ellos eran los principales protagonistas de la velada.
En un estilo tan encorsetado en esquemas como el que nos ocupa es de agradecer la aparición de bandas que proporcionen un soplo de aire fresco y un poco de innovación. Entre las decenas y decenas de combos que aparecen actualmente intentando emular a Killswitch Engage a veces se descubre alguno con estrella, alguno que no se queda únicamente en un batiburrillo de screamings y breakdowns sin sentido.
En un momento donde las dos eminencias ligadas al metalcore cada vez se distancian más de los cánones y las pautas del mismo, bien por abrazar sonidos más accesibles en el caso de Bring Me The Horizon, o bien por ligarse más a un metal más estándar (simplificando un poco los esquemas pero ganando en contundencia) en alusión a Parkway Drive, la lucha por alzarse como nueva referencia entre las nuevas oleadas de fans transcurre con un puñado de candidatos al puesto. Ni falta hace falta decir que Bury Tomorrow es (obviamente) uno de ellos.
Culto al metal en A Coruña
La gira de presentación del reciente y muy bien recibido ‘Black Flame’ recalaba en España dentro del marco de un tour peninsular, con fechas también en Portugal, que se llevaba a cabo gracias al equipo del Resurrection Fest y sus ya famosos routes. Salas de no demasiado aforo eran las encargadas de poner hábitat a esta nueva aventura de los chicos del carismático Daniel Winter-Bates por nuestro país. Aunque el encanto de la localización del Playa Club de A Coruña, situado enfrente de la playa de Riazor, dotaba al concierto de un aura especial y hacía más amena la espera inicial antes de la apertura de puertas.
Pero antes de entrar en harina y desmigajar como fue el transcurrir de los cabezas de cartel de la noche, es de recibo comentar el hacer de los teloneros en el evento. El artista invitado era diferente en cada una de las cuatro ciudades incluidas en la gira, con la característica común de ser bandas nacionales, lo que es de agradecer por parte de los organizadores, debido a que es muy importante dar voz y mimar a la gran cantidad de grupos rockeros y metaleros existentes a lo largo y ancho del territorio español, y que no siempre tienen la suerte de tener el apoyo necesario.
En este caso eran los ya veteranos Sound of Silence, procedentes de Asturias, quienes abrían la noche con su dosis de death metal melódico bañado con pinceladas de deathcore. En un escenario situado (de manera poco usual) a lo ancho de la sala, lo cual permitía tener mucha mayor visión desde cualquier punto del local, se iba empezando a congregar una multitud de gente (aún sin rozar el lleno) para empezar a calentar oídos y piernas para lo que se nos venía encima.
A las 22.30 exactas empezaba el baño de decibelios con el que nos martillearon sin pausa durante los siguientes 40 minutos. Con influencias claras de The Black Dahlia Murder o At The Gates, la banda asturiana liderada por el cantante Nefta nos empapó de parte su discografía, siendo el último ‘El Llanto De Los Héroes’ el gran protagonista, con un tercio del setlist siendo ocupado por las nuevas composiciones, que datan del año 2017. Cerraron con “Viendo Al Cielo Llorar” y agradeciendo el aliento a los allí presentes.
Breve exhibición de poder
Después de aproximadamente media hora de parón para el cambio de instrumentos y ajustes de última hora (el escenario permaneció desnudo de todo, ni siquiera la mítica lona con el logo de la banda) se subieron a escena los integrantes de Bury Tomorrow. La sala ya se había masificado hasta alcanzar una buena cifra de asistentes (una buena mayoría de ellos muy jóvenes, certificando que las nuevas generaciones vienen pisando fuerte) superando la barrera del medio aforo por bastante.
El concierto arrancó con “No Less Violent”, tema de apertura de su último disco, donde ya pudimos comprobar el buen sonido de la sala, con una mezcla muy acertada en la ecualización de todos los instrumentos, sin caer en el sonido enlatado de la pecan decenas y decenas de sitios de mediano y pequeño aforo. Era mi primera ocasión en el recinto y me llevé una grata alegría.
“Earthbound” es uno de sus grandes hits, dando nombre y representando al lanzamiento que los puso en el punto de mira de muchos seguidores y medios de comunicación, y eso se notó en el recibimiento, con grandes vítores y mucho jaleo proveniente del público. En este momento el calor que hacía enfrascado en la parte central, donde se concentraba la mayor parte de los fans acérrimos, empezaba a ser ligeramente sofocante.
Recuperaron las más antiguas “Royal Blood” y “An Honourable Reign” para dar cabida a su ya más longevo ‘The Union of Crowns’, donde empezaron a verse mosh pits, circle pits, crowdsurfing y toda la parafernalia que viene adjunta a lo que viene siendo un show de estas características. Evidentemente a nivel visual queda muy lejos de vivirlo en un gran festival rodeado de miles de personas más, pero eso no quita que lo pasáramos en grande.
Hago un inciso para comentar el excelente trabajo vocal realizado tanto por Daniel Winter-Bates en las voces guturales como por Jason Cameron en el plano melódico (personalmente lo considero el timbre más bonito de todo el género). La combinación de ambas crea una simbiosis casi perfecta, dándole especial importancia al hecho de que en vivo suena prácticamente igual que en estudio, cosa que a veces no pasa, y sino que le pregunten a Sam Carter (Architects) o Lawrence Taylor (While She Sleeps).
La función continuó con tres nuevas piezas pertenecientes a su última obra, empezando por la que considero mejor canción de la misma en dura pugna con el tema título, como es “More Than A Mortal”, para seguir con “Knife of Gold” y “The Age”. Las continuas parrafadas entre tema y tema parecían no acabar de encandilar a buena parte del respetable, ya que a veces es verdad que te podían sacar un poco del concierto. Ni tanto ni tan poco, el punto intermedio entre no presentar las canciones y estar de cháchara con el público es el correcto, a mi parecer.
Estábamos llegando ya a la parte final del recital (¿ya?) donde hubo lugar para grandes obras pasadas como “Cemetery” o la muy celebradas “Man On Fire” y “Lionheart”, donde gran parte del público seguía cantando esos estribillos tan marca de la casa a pleno pulmón. Llegados a un punto sí que es verdad que sientes que en futuros álbumes deberían cambiar un poco la fórmula, que es verdad que funciona y es muy interesante, pero puede llegar a cansar si no renuevas estructuras y arreglos (como hicieron con mucho acierto Parkway Drive o While She Sleeps).
El punto y final vino de la mano de “Black Flame”, que tiene todas las papeletas de convertirse en su gran himno (en Spotify ya es su canción más escuchada). Las pocas fuerzas que quedaban entre el público fueron vaciadas con este auténtico temazo, que sirvió para bajar el telón. Solo fueron 13 canciones y poco más de una hora de espectáculo, algo muy pobre para unos Bury Tomorrow que aspiran a todo. Esperemos que la próxima vez sea más, que no mejor, y acaben por posicionarse en los puestos de honor entre los grupos del nuevo milenio.
Texto: Jano Carbia | Fotos: Aritz Sola
Promotor:Bring The Noise
Día:2019-02-23
Hora:22:30
Sala:Playa Club
Ciudad:A Coruña
Teloneros:Sound Of Silence
Puntuación:8
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