BurlaRock 2018: la atmósfera se tiñó de rock, thrash y metal
Cuatro grupos, cuatro estilos, cuatro formas de sentir el rock-metal se fundieron en la tarde-noche en que la octava edición de un BurlaRock experimentado no dio concesiones ni al olvido ni a crítica alguna cubriendo todas las expectativas de la jornada en cuanto a música, actitud y nivel de las bandas. La experiencia de quien se encarga desde que naciera el festival es aval suficiente como para saber que el cartel arrastrará muchas horas de conversaciones y, lo mejor de todo, las sensaciones positivas de conocer a bandas emergentes que, a todas luces, volverán por aquí.
Nos cuenta Rudy Goroskieta, promotor del festival BurlaRock, que se creó con el propósito de cubrir la carencia del rock-metal que había por aquí pero sin renunciar a ese otro rock nacional que quizá puede ser más comercial en un momento dado. Siempre, año tras año, cubriendo el espectro que en ese momento parecía estar un poquito más aislado, han ido planteando las ediciones presentando nombres como Obús, Vargas Blues, Uzzuhaia, ElDorado, Leize, The Jokers, Black betz, Bocanada, Rosendo o Michael Schenker, entre otros. Grupos internacionales cuya calidad está fuera de toda duda y que consiguen un hueco gracias a esa visión diferente que el promotor busca con el fin de atraer un público fiel al que no le llegan muchas opciones en ese sentido. La edición que nos ocupa, la octava, ha ido un paso más allá ofreciendo un cartel death metal y thrash metal con Mosh, Megara, Angelus Apatrida e In Mute. Cuatro propuestas totalmente diferenciadas que hicieron las delicias de los allí congregados.
Mosh: rabia navarra en el límite
Mosh son una formación que se creó en 2013 y al año siguiente ya tenían un EP de cinco canciones que les empezó a abrir muchas puertas. En 2015 graban su primer larga duración «Impune» con el que hacen una extensa gira. La última entrega de la formación navarra data de 2017 «El Filo» y desde entonces lo llevan presentando por muchos escenarios.
Mosh fueron los encargados de abrir el BurlaRock 2018 más o menos a la hora prevista. Abrieron puertas a las siete y media de la tarde y en torno a las ocho u ocho y cuarto debía empezar el espectáculo. Finalmente la primera sintonía de la noche empezó a sonar a las ocho y veinte. Con mucha energía saltaron a las tablas arrancando con «Entrégate Al Momento». El escenario, amplio y cómodo, estaba flanqueado en su parte delantera por unos módulos a la misma altura y después estaba ya la valla de separación con el público. Un modo muy efectivo de acercarse a los asistentes y provocar toda una serie de reacciones.
Los muchachos de Mosh arrastran una buena cuadrilla de seguidores y en cada bolo eso se nota. Es algo muy grande que desde el escenario consigan muchas veces que el público haga cosas todos a una gracias a las constantes provocaciones de Iñaki (voz). Levantar los cuernos al aire parece cosa fácil de conseguir, algo no tan sencillo es que todo el mundo se arrodille permaneciendo casi un minuto (que puede parecer poco, pero en ese momento y así, no lo es) hasta que lanza la señal en la que todo el mundo salta hacia y empieza a botar, generándose muchas veces grandes pogos. En esta ocasión el pogo central no tuvo mucho éxito dada la cantidad de gente que había, como un tercio de la sala.
La inmediatez con la que fueron resolviendo sus canciones hacía ver que querían acabar un set compuesto por doce temas y que se encontraban muy a gusto. Guitarristas, bajista y cantante no dejaban de saltar y corretear por el escenario, provocando así la emoción de un respetable que no dejó de disfrutar. Con «Miedo a Despertar» dio comienzo el último set que pondría fin a ésta primera actuación de la noche despidiéndose con el single «Lazos de Sangre».
Megara: metal fuxia, rock denso
Megara, la segunda propuesta de la noche llegaban desde Madrid con una puesta en escena que recreaba bastante fielmente lo que podría ser una noche de Halloween. El negro y el fuxia son colores que empastan bien y llevados al límite de la realidad tienen un impacto desconocido. A todo esto hay que añadir el ingrediente imprescindible de las canciones con una provocación extra en sus letras y un estilo contrapuesto a la imagen que hace del show un espectáculo pocas veces visto. El secreto de lo que digo se sustenta al cien por cien en la calidad vocal de Kenzy y en el espectro sonoro creado por los músicos con riffs densos y bien ejecutados.
La intro de Megara empezó a sonar a las nueve y veinte, rápidamente los cuatro miembros tomaron el control del escenario iniciando con «Esclava Del Aire» y «Enredados». El saludo al público llevó consigo una pequeña regañina porque éste no parecía enterarse, cosa que no volvió a pasar ya que Kenzy en su afán porque aquello no se enfriara se dirigió en varias ocasiones hacia un respetable que respondía a sus comentarios. Temas como «Vivo De Rodillas», «Alas», «Héroes» y «Seis» sonaron intercalados con los nuevos del disco que sacaron a principios de año «Aquí Todos Estamos Locos». Con el cover «Sweet Things, de The Pretty Reckless, Kenzy se bajó del escenario para cantarlo junto a un público que, fascinado también por toda la estética, disfrutaba de la propuesta que Megara ofrecía.
Megara tienen ese halo de misterio sobre el escenario que inyecta curiosidad a quien les ve. Con detalles vibrantes por parte de la voz de Kenzy y momentos macabros recreados en atmósferas densas, saben ganar la atención de su público. Con toda la gira orientada y basada en la historia de ‘Alicia en el País de las Maravillas’, la banda está cosechando el éxito que requiere éste segundo disco. El concierto acabó, como no podía ser de otra manera, con «Bienvenido Al Desastre», del que también tienen un clip cojonudo. Con ello nos fuimos a charlar un rato con la peña mientras preparaban el escenario para los siguientes.
Angelus Apátrida: el cielo abrió sus puertas
Con una espera de una media hora pudimos ver cómo los cabeza de cartel Angelus Apatrida abrían su concierto. Un despliegue gigante de su logo como telón de fondo servía para dar luz también a unos temas que llevaron bien hilados y que hicieron que muchos perdieran el norte totalmente por momentos. «One Of Us» fue el tema que rompió el hielo y la sala volvió a arder. Desde el primer momento el ritmo enérgico y frenético se apoderó de la banda contagiando a un público que, como digo, se transformó. «Immortal» y «Sharpen The Guillotine» no hicieron más que multiplicar el calentamiento global que se respiraba ya en la casa de Cultura de Burlada, lugar donde el volumen había que regular bien y que, según mi apreciación, a los Angelus les habían subido.
Estando en primeras filas aquello era una constante bacanal de juerga y metal con alguno que otro bestia que no dejaba de zarandear las vallas de separación del público. Guille saludó al personal y agradeció a la organización y a los grupos que les dejaran tocar a esa hora ya que al día siguiente tenían bolo en Sevilla. Continuaron desgranando su repertorio con «Vomitive», «Of Men And Tyrants».
Después hicieron lo que ellos denominaron un experimento, era la primera vez que interpretarían en directo el siguiente tema «Farewell», a priori la lenta de «Cabaret De La Guillotine», el nuevo trabajo que llevan presentando desde primeros de mayo. La canción se intenta mantener en un medio tiempo (de los medios de Angelus) pero hay momentos que se aceleran llegando a ese ritmo thrash. Sin duda es una de las canciones que más me gustaron por la cantidad de matices que la propia creación contiene, tanto en melodías como en voces además de los cambios de ritmo ya señalados.
Fue un concierto muy bestia en el que los pogos se sucedían y aparecían sin que desde el escenario hubiera ninguna provocación, o quizá sí, porque el vértigo de la batería y las guitarras hacía que se fundieran con un público entregadísimo. Hubo hasta una persona lesionada por un golpe que la sacaron de la sala. «The Hum», «Violent Dawn», «Downfall Of The Nation» fueron sonando manteniendo un nivel altísimo del que solo se saldría ya si aquello finalizaba. Guillermo se dirigió al público en bastantes ocasiones, una de ellas saludando a Brigi Duque, de Koma, que andaba por allí impregnándose también de aquellos sonidos atronadores y envolventes. Finalizando ya, me dio la sensación que la potencia en la batería también iba in crescendo, Víctor golpeaba con una fuerza impresionante, por mucho que las guitarras sobrevolaran el escenario, la batería lo hacía por toda la estancia.
El setlist seguía adelante y ya nada podía parar los cuerpos poseídos del público, «Thrash Attack» y «You Are Next» fueron las que pusieron punto final a la actuación de los de Albacete, que al día siguiente tenían otra cita a más de ochocientos kilómetros de Pamplona. Claro que esto de hacer dos bolos seguidos no es nada para Angelus Apatrida, recordemos que el 4 de mayo, fecha en que salía el último disco, iniciaron una gira de 19 fechas consecutivas por Europa, siendo las dos últimas en España. Ahí queda eso, y ahí nos quedamos quieticos para que uno de los fotógrafos sacara la clásica foto del grupo desde el escenario con su público. ¡Bien muchachos, bien!
[In Mute]: contorsionismo gutural
Rozando la una de la madrugada llegó al escenario del BurlaRock el deadh metal melódico desde Valencia. [In Mute] llevan quince años defendiendo un proyecto por el que han pasado unos cuántos miembros. Fue en 2010 cuando el vocalista que tenían decidió dejar la banda y en su lugar entró Estefanía, dando así un giro completo al proyecto. La esencia inicial fue mutando con todos los cambios acaecidos llegando a ritmos frenéticos y contundentes que, combinado con la voz diabólica de Estefanía, hacen de ésta formación una apuesta segura en cuanto al espectáculo ya que la estética va en conjunto con todo ello. Llegaron al festival en su gira presentación de «Gea».
Tras la intro el grupo comenzó potente con el frenético ritmo de «Disease». La atmósfera que se crea con ésta formación es digna de disfrutar. Sí, quizá no sea esa la palabra exacta, pero el deleite de lo que nos llega desde el escenario es real. Estefanía no para quieta, es un torbellino con muchas provocaciones hacia el público y la manera de doblarse y contorsionarse llama mucho la atención. Sus compañeros son también unos genios con los instrumentos haciendo que toda esa fuerza vaya a más conforme van despachando el setlist. Casi al finalizar la tercera canción Estefanía sufrió un pequeño mareo que solucionó tomándose unos minutos de descanso. El concierto paró y mientras se recuperaba un espontáneo salió a cantarse una de Metallica, «Damage, Inc.». Pero Estefanía salió y el tema se lo cantó ella también. Dieron las gracias por ese pequeño lapsus y continuaron. Se veía que estaban disfrutando con «The Eternal Return», «Dance Of Destruction», «The Cage» y así con todos. Muy buena sintonía entre los componentes de la banda y Estefanía, que parecía ya recuperada, enfiló la última de la noche con claros síntomas de no acabar de estar bien, «Barefoot» y «Waiting» fueron el punto final a la actuación. Los componentes pidieron perdón otra vez por el pequeño suceso y aclararon que su vocalista se encontraba mal pero que habían decidido hacer el bolo, ganándose la ovación de la gente. Foto final, adioses y todos para casa. Y así fue como transcurrió la octava edición del BurlaRock, una edición diferente a las demás pero en la misma línea de innovar un poco respecto de la escena local. Objetivo conseguido, la organización del festival puede estar contenta porque las expectativas, al menos en los musical y artístico, se cumplieron. Un apunte final, la novena edición, y es de buena tinta, está ya en marcha. Que la sonrisa nos la siga pintando un festival, eso sí que no tiene precio.Texto: Kiko Casado | Fotos: Juan Ramón Felipe
Promotor:Imagina Scene Eventos
Día:2018-10-26
Hora:20:00
Sala:Casa de Cultura de Burlada
Ciudad:Burlada, Navarra
Puntuación:8
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