Biffy Clyro: La Riviera se quedó enana en Madrid
La gira de Biffy Clyro estaba aplazada desde que la pandemia empezó a hacer de las suyas. Pero ayer, miércoles 7 de septiembre, el trío escocés volvía a Madrid en su visita más pequeña e intensa de los últimos años.
En una clase de saber hacer, estar y conectar con tu público, Biffy Clyro usaron sus casi dos horas de concierto para hacer al público viajar por un camino marcado por la intensidad de su sonido y la variedad de sus temas. Entre estribillos pegadizos y riffs metaleros, pasando por compases de amalgama y baladas semi-acústicas; uno se hacía una pregunta: ¿qué hace falta para que Biffy Clyro encabece un gran festival de metal cualquier año de estos? Si Ghost o Kiss, que no son lo más metaleros del mundo, ya lo han sido, los Clyro están en un momento perfecto para liderar la noche en cualquier evento de este tipo.
Arrasadores
El concierto arrancó con unos diez minutos de retraso tras la actuación de De Staat, quienes pasaron sin pena ni gloria por el escenario de La Riviera. Detrás de la batería, se colocaban un array de focos que llevarían el show de Biffy Clyro a otro nivel. Es de agradecer que no todo gire en torno a cañones de CO2 y películas animadas por una vez.
Salía el trío liderado por Simon Neil con “DumDum” de aperitivo, y así es cómo se “jode” desde el principio. “A Hunger In Your Heart” irrumpía en Madrid cual apisonadora para sentar cátedra desde el inicio. Era una declaración de intenciones en toda regla: “Somos Biffy puto Clyro, y os vamos a romper en dos” le faltó decir a Neil.
El repertorio estuvo marcado por su último disco, ‘A Celebration Of Endings’, que tan buenas cosechas les ha traído a los escoceses (a pesar de haber salido en plena pandemia). Seguían con “Tiny Indoor Fireworks” y “The Pink Limit” para colmar el inicio del concierto con “Black Chandellier”, donde bajaron la intensidad a la par que subieron los cánticos de los fieles.
Lo bueno de que el concierto fuera en un recinto tan pequeño para la banda es que todo el público eran fieles seguidores de la misma. Hasta aquellos que se quedaron en las escaleras, mini de cerveza en mano, cantaban todas y cada una de las canciones. Esto, unido al excepcional show de luces en directo (acompasado con cada uno de los cortes más complejos de las canciones) creaba un aura muy especial en La Riviera. No era un concierto al uso. Era una congregación de amantes del rock and roll siendo testigos de una noche para el recuerdo.
Éxito, tras éxito, tras éxito…
Ese aura hacía que cada canción pareciera un himno. Daba igual si era “Mountains”, “Living Is A Problem Because Everything Dies” o “Slurpy Slurpy Sleep Sleep”, cada cancion de los Clyro tenía algo especial. En ocasiones, como “Space” o “Biblical”, subían al escenario dos violinistas, dando un apoyo en el campo melódico al trío. Acostumbramos a ver este tipo de formaciones acompañadas por otro guitarrista, pero en esta ocasión, el dúo de cuerdas clásicas daba nueva cabida al directo.
Biffy Clyro cerraba el bloque principal del concierto con “Bubbles” y “The Captain”, dejando a los más de 1800 asistentes con muchas ganas de más. Cierto es que los bises hace tiempo que perdieron el componente de sorpresa y son más un postre en los conciertos que otra cosa, pero la energía y vibración de La Riviera no decayó durante el impás.
Para terminar, “Different People”, “Cop Syrup” y su mega éxito, “Many Of Horror”, que Simon Neil dejó cantar casi entera al público. Tuvo un componente de broche final maravilloso, donde Neil simplemente cedía la música para que la audiencia cantase a pleno pulmón. Era la coronación de la armonía de la noche madrileña. El fin de una visita única a Madrid.
Texto: Diego Solana | Fotos: Óscar Gil
Promotor:Live Nation
Día:2022-09-07
Sala:La Riviera
Ciudad:Madrid
Teloneros:De Staat
Puntuación:9
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