Biffy Clyro deslumbran en Barcelona pese a las adversidades
Tras numerosos contratiempos, la gira española de Biffy Clyro finalizaba en Barcelona en plena celebración de la Diada de Catalunya.
Biffy Clyro son un valor seguro en directo. El trío escocés ha alcanzado un estatus que les posiciona como cabezas de cartel en los más grandes festivales europeos. Sin embargo, en nuestras tierras no han conseguido todavía dar el salto a grandes recintos, o incluso arenas. En 2017 estuvieron en el Sant Jordi Club, la misma sala en la que debían tocar esta vez. Sin embargo, dos retrasos a causa de la pandemia terminaron trasladando el concierto hasta 2022 y a una más reducida sala Razmatazz (en Madrid pasaría también del Wizink Center a la sala La Riviera), que colgaría el cartel de sold out días antes del show.
Una festividad tan marcada para los catalanes convertía aquel domingo en una fecha extraña para celebrar un concierto multitudinario que nada tuviera que ver con el evento. Razzmatazz empezó a llenarse más lentamente de lo habitual, lo cual parecía indicar que el público estaba estirando tanto como podía la celebración antes de acudir al concierto.
De Staat, a tope de actitud
Con una sala a medio llenar, salían a escena unos variopintos De Staat. Desde buen principio su actitud fue cien por cien festiva y deshinibida. Y, aunque estaba claro que su show estaba medido al milímetro, consiguieron conectar con muchísima facilidad con el público barcelonés, al cual tenían ya bailando al tercer tema. Su actuación fue corta pero intensa.
Su carácter sorprende, un frontman que engancha y la mezcla de estilos que van del puro rock and roll al rap noventero o la electrónica más ecléctica se convierten en una fórmula tan aparentemente caótica como efectiva. Los holandeses abandonaron el escenario habiendo recolectado un buen puñado de nuevos seguidores, a juzgar por la reacción del respetable, que les despidió con vítores y aplausos realmente sinceros.
Biffy Clyro, palabras mayores
Aquellos que han visto a Simon Neil y a los hermanos Johnston en directo alguna vez, saben que son la vieja confiable. En esta ocasión, el grupo siguió cumpliendo con sus altos estándares de calidad. Con puntualidad inglesa salían a escena un guitarrista y teclista de apoyo que se sumarían al trío. Byffy Clyro ya estaba dando caña en Barcelona.
Sumidos en una potente luz roja iniciarían el concierto con la emotiva ‘Dum Dum’, que encadenaron con ‘A Hunger In Your Haunt’, del mismo modo que hacen en su último álbum de caras B “The Myth Of The Happily Ever After”. Aquel primer tramo del concierto estaría marcado por un sonido demasiado saturado y por una fuerte presencia del álbum mencionado y su potentísimo “A Celebration Of Endings”. La emocionante “Tiny Indoor Fireworks” puso a saltar a todo el mundo, y el estribillo de ‘The Pink Limit’ arrancó cánticos y abrió un pequeño pogo en el centro de la sala.
Los fans saben que la fiesta no empieza hasta que Simon Neil y James Johnston se quitan la camiseta, y así fue. El característico “Drip, drip, drip” de ‘Black Chandelier’ anunciaba el primer clásico de la noche que desataba la euforia y las voces de un público hambriento de himnos. Y de esos Biffy Clyro tiene unos cuantos. El sonido empezaba a mejorar. El volumen seguía alto, pero la instrumentación sonaba clara y mejor nivelada. Y así se mantuvo hasta el final.
‘The Golden Rule’ puso en ebullición el pogo e incluso generó dos pequeños pits en sendos laterales de la sala. El entusiasmo del público dejaba patente que los dos años de espera se habían hecho realmente largos. Eso, y que los escoceses se han hecho con una legión de fans realmente fiel a base de ofrecer unos directos a la altura de su propuesta.
‘Instant History’ fue otra muestra de la capacidad del grupo de crear singles de una potencia abismal. Además, estuvo acompañada de dos violinistas que se mantendrían activas durante el resto del concierto y que fueron el ejemplo perfecto de que no todo es sustituible por backing tracks. Es de agradecer ver a grupos con un estatus como el suyo cuidar el detalle y la calidad de sus shows en los tiempos que corren. La emoción y el empaque conseguidos por la fusión del grupo con los músicos de soporte fue ejemplar.
Llegaba uno de los momentos más emocionantes de la noche. ‘Mountains’, clásico entre clásicos, hizo que toda Razzmatazz cantase con todas sus fuerzas, consiguiendo un efecto realmente sobrecogedor. Tras ella, el grupo echaría la mirada atrás hasta su aclamado ”Puzzle”. Las linternas de los móviles se alzaban al compás de las primeras cuerdas de “Machines”. Siempre garantía de éxito, y todo un pilar de sus directos.
Tras aquella vuelta al pasado, volveríamos a la actualidad con ‘Unknown Male 01’ y la caótica ‘End Of’ que nos sigue recordando que el progresivo sigue corriendo por sus venas. ‘Wolves Of Winter’ parecía que iba a ser la única vuelta a su controvertido “Elipsis”, pero finalmente no fue así. Tras una emotiva ‘Space’; acompañada de nuevo por el cálido vaivén de los violines, y la deconstruida ‘Slurpy Slurpy Sleep Sleep’, Simon Neil se quedaría solo en el escenario, iluminado por un único foco para interpretar una versión acústica y prácticamente desnuda de ‘Re-Arrange’, que pilló a todo el respetable por sorpresa. Esta ocupó el puesto de ‘57’, el único tema de su primer “Balanced Sky” que el grupo toca ya en directo, y que aquella noche no sonó en Barcelona.
Un show extenso y cargado de emoción
Exhausto pero con ganas de más, el público encaraba el tramo final, que iba a estar marcado por la fuerte presencia de los demandados temas clásicos. ‘Biblical’, otro de los grandes éxitos que no pueden faltar en su set, creó de nuevo una comunión entre el grupo y un público que aún parecía conservar algo de voz para corear cada palabra, que ponía la piel de gallina.
El desconcertante inicio de ‘Living Is A Problem Because Everything Dies’ se ha convertido en un momento tan querido como el tema en sí. Todo el mundo intentaba acertar los golpes de guitarra, pero aquella sigue siendo una tarea al alcance de pocos. Cerrarían el bloque principal con dos grandes de su aclamado “Only Revolutions”: la divertida ‘Bubbles’ y la coreable ‘The Captain’ (que se saltaron en su anterior visita a Barcelona) ponían hipotético fin a un show que estaba todavía lejos de terminar. Sin despedirse, el grupo abandonaba el escenario haciendo más que obvio que se avecinaba un encore a la altura de las expectativas.
Y así fue de nuevo. Volvieron cargados de magia con una celebradísima ‘Different People’, a la que el público se agarró con las pocas fuerzas que le quedaban. Tras ella, todo un ejercicio de estridencia y excentricidad. ‘Cop Syrup’ cobró una dimensión totalmente nueva en directo. Un tema con gran reminiscencia a los orígenes del grupo que cuenta con un puente de puro progresivo que brilló con luz propia gracias a los grandes músicos reunidos allí aquella noche. Sigue siendo fascinante que el grupo haya sido capaz de llegar a las masas contando a día de hoy con pasajes así de arriesgados. Desde luego, les honra.
Ahora si, la noche llegaba a su fin. Y todos teníamos claro que no nos íbamos a ir a casa sin volver a escuchar el gran hit de la banda. Todo un himno que el respetable hizo suyo terminando de vaciar el poco aire que quedaba en sus pulmones. ‘Many Of Horror’ ponía el broche de oro a otra noche mágica a manos de unos Biffy Clyro que siguen en estado de gracia y que nos recuerdan, gira tras gira, que su estatus no es fruto de la casualidad.
Titus Ferrer
Promotor:Live Nation
Día:2022-09-11
Hora:18:30
Sala:Razzmatazz
Ciudad:Barcelona
Teloneros:De Staat
Puntuación:8
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