Avatar triunfa en Málaga con su espectáculo burlesque
El show de Avatar está cuidado al milímetro. Hasta los encargados del merchandise y los roadies van vestidos como acomodadores de teatro de la época victoriana. Así que cuando el rey ‘Kungen’ Jarlsby aparece en su trono empuñando una guitarra, la expectación se dispara.
Se agradece que muchas bandas tengan en cuenta otras ciudades de nuestro país, a la hora de dar una segunda ronda de conciertos. Más allá de las grandes capitales, existe mucho público con ansias de shows de bandas internacionales. Era el caso de Avatar, que tras su gira en marzo de este mismo año, regresaba para actuar en Valencia, Murcia, Málaga y Zaragoza.
Los suecos ven como día a día su status está más reforzado, y quieren presentar ante el mayor número posible de público su más reciente “Avatar Country”. Mientras más adeptos mejor, y con conciertos como este, el objetivo está más que conseguido. Pero no adelantemos acontecimientos, ya que antes del show principal, saltarían a escena dos bandas estatales para caldear el ambiente. Sin más preámbulos, pasemos a la crónica de Avatar en Málaga en la sala París 15 con Megara y Killus.
Teloneros con color, pero sin sabor
Vaya siempre por delante el respeto a las bandas que se plantan en el escenario, para defender material de creación propia. Pero algunos somos más de exigir que de dar palmaditas en la espalda. Killus salió a comerse al público. Con profesionalidad, con una estética muy cuidada, y las primeras filas le respondieron a las primeras de cambio. Otra cuestión es que su estilo sea del gusto del oyente.
El metal industrial, por naturaleza, es encorsetado. Saber transmitir al ser humano una música muy mecánica, no es nada fácil. Y cuando no se consigue, entras en un estado de desidia en forma de bucle. Todas las canciones suenan iguales, y aunque la banda se esté dejando el pellejo, sabe a poco. Lo dicho: un nivel de entrega encomiable, pero que deja indiferente a cierto sector del público. Así fue el show de Killus.
Tampoco Megara fue la emoción personificada. Seguimos insistiendo en que su profesionalidad está fuera de toda duda. Y la entrega de cada uno de los componentes estuvo a un nivel altísimo. Pero su material, mezcla de metal y alternativo, no da lugar a la difusión de sentimientos. Eso sí; mucho colorido para expandir su fucsia metal que gran parte de los asistentes agradeció, acompañado de una vocalista dando el callo en cada momento. Kenzy fue el centro de todas las miradas, y no dudó en bajarse de la tarima y mezclarse con el público al poco de comenzar su descarga.
El nivel de sonido tampoco les hizo justicia. No sonaron nada mal, pero cuando notas de la guitarra suenan por fin potentes en “Bienvenido al desastre”, que fue su canción de despedida, ya sabes quienes han sido los conejillos de indias antes del grupo principal en cuanto a nivel de sonido. Seguro que Megara hizo bastantes amigos esa noche, aunque para un sector de los asistentes, fue puro entretenimiento. Sin más. Y este tipo de conciertos, se olvidan rápido.
Las piezas de Avatar completan el puzzle
No ha sido una banda que ha enganchado a la primera con sus discos. Esa multitud de cambios de ritmos y de estilos dentro de una misma canción, no encuentra la captación fácil. Una propuesta original, genuina, pero siempre daba la sensación que no llevaba a un destino en concreto. Miren por dónde, poco a poco, ese maremágnum sónico ha ido cobrando sentido, y es en directo junto a un gran espectáculo visual, cuando todas las piezas encajan.
El concierto de Avatar está cuidado al milímetro. Hasta los encargados del merchandise y los roadies van vestidos como acomodadores de teatro de la época victoriana. Así que cuando el rey ‘Kungen’ Jarlsby aparece en su trono empuñando una guitarra, la expectación se dispara. ¡Bienvenidos al país de Avatar! Y “Glory To Our King” seguidamente de “Legend Of The King”, hicieron el resto para comenzar con fuerza y dar inicio a la fiesta.
Podríamos decir que tanta parafernalia difumina su calidad musical. Nada más lejos de la realidad. El sonido fue perfecto, y canciones como “King’s Harvest” o “Pain Me Red” fueron la excusa perfecta para demostrarnos sus habilidades instrumentales. Su vocalista Johannes Michael Gustaf Eckerström es una artista con todas sus letras.
No sólo interpreta canciones, interpreta también un papel artístico y estético para adentrarnos en un mundo de parodia exagerada al nivel burlesque. La comunicación con el público es una baza a su favor que usa de forma constante, pero que es muy válida para exaltar los ánimos antes de hacer vibrar al público con “The Kings Want You” o “Smells Like A Freakshow” entre otras.
Como si con su espectáculo a nivel visual no fuera bastante, la entrega de la banda en vivo es exquisita. Garra en partes propias del metal extremo, temple en fraseos rockeros… y los coros se ejecutan de forma real. Lo dicho: el puzzle se completa en directo.
Para cerrar, inundaron la sala con pompas de jabón con su peculiar “The King Welcomes You To Avatar Country”, dejando una de las estampas de la noche, antes de un esperado y enérgico “Hail the Apocalypse”. Nadas más que añadir, señoría. Ah, sí, que la sala París 15 de Málaga es de las mejores del país. Así de claro.
Promotor:Madness Live Productions
Día:2018-06-13
Hora:19:30
Sala:París 15
Ciudad:Málaga
Teloneros:Killus Megara
Puntuación:8
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