Más de 3 horas se hacen cortas con Avantasia en Barcelona
La banda liderada por Tobias Sammet llegó a la ciudad condal para llevar un show muy esperado entre los asistentes. Tanto lo era, que el sold out unos días antes de que llegase el día del concierto certificaba que el hype con Avantasia era real.
Sin teloneros. No hacían falta. La sala abrió sus puertas muy pronto para que las casi 2.000 personas que compraron su entrada fueran pasando al interior de la sala Razzmatazz de Barcelona. Dentro de la escena del heavy metal no es fácil encontrar artistas que consigan llenar un recinto como ese en la capital barcelonesa, sin embargo, Avantasia ha repetido tras su bolo en la misma sala en 2016, y el resultado ha sido en ambas ocasiones una venta de tickets disparada.
Con este contexto ya puede uno imaginarse que, a pesar de que con casi cualquier banda el público sería reacio a una actuación de más de tres horas, con los alemanes no se puede aplicar esta teoría. El propio Tobias avanzó desde que se anunció la gira que sería la más grande que ha llevado a cabo Avantasia, y solo por el tiempo que duran sus directos ya se puede afirmar que son los más largos.
Comienza la ópera del metal
«You Shook Me All Night Long» de AC/DC fue el último tema que sonó por los altavoces de Razzmatazz antes de que se iniciase el espectáculo alrededor de las 19:30h. Podríamos hablar detalladamente de qué canción tocaron, en qué orden… Pero después de haber publicado un artículo en el cual se señala explícitamente el setlist de Avantasia durante su ‘Moonglow Tour’, casi es mejor entrar en materia de lo que sucedió en el concierto de Avantasia en Barcelona.
Como bien indica el nombre de la gira, Tobias Sammet y los suyos estaban presentando su nuevo trabajo, ‘Moonglow’, y gran parte del show se basó en mostrar a la gente que acudió en Barcelona que este disco no es uno más en su carrera, sino que está a la altura de grandes obras como ‘The Metal Opera’ o ‘The Scarecrow’. No llegaron a interpretarlo al completo (si que tuviese que ser en orden, ni mucho menos), pero tocaron casi todos los temas del álbum, y su acogida por el público fue realmente buena.
«Ghosts In The Moon» abrió la lata del espectáculo del proyecto de Sammet y del mismo modo de la presentación de ‘Moonglow’, y desde ahí el concierto estuvo estructurado de manera muy inteligente por parte de la banda. En primer lugar cantó Tobias solo, pero desde la siguiente, «Starlight» ya se unieron, como siempre, colaboraciones a la voz (en este caso Ronnie Atkins), en la que Tobias tuvo un bonito gesto con una niña de la primera fila a la que le dio una púa. Sorprendentemente, una vez terminó esta segunda canción los fotógrafos tuvieron que abandonar el foso por un fallo del personal de seguridad, al cual le costó mucho contar hasta tres (el número de canciones establecidas para que los foteros realizasen su trabajo), pero esto no hizo mella en el espectáculo.
La dinámica para no saturar a los asistentes ni a los propios vocalistas era sencilla: un par de canciones con cada uno y cambio a otro. De esta manera, el show era dinámico y los propios cantantes no estaban demasiado exhaustos para aguantar todo el chaparrón (salvo Tobias Sammet, que salvo en un par de temas estuvo presente en todas).
El danés Atkins fue el primero en salir, y en el segundo corte que cantó, «Book Of Shallows» había incertidumbre por ver cómo saldría. Hay un fragmento de la canción en la versión de estudio en la que hay unos versos con mucha caña y que canta Mille Petrozza, de Kreator, y sustituirle en un grupo como Avantasia para esta labor es complicado. No obstante, Adrienne Cowan interpretó la mayoría de su parte (Ronnie también) y el resultado fue espectacular; no igual que Petrozza, pero sí muy contundente.
Pese a que tocaron muchas canciones nuevas, Tobias hablaba con el respetable, casi siempre bromeando y con una sonrisa en la boca, y decía que podían estar tranquilos, que habría también tiempo para los clásicos, y es que más de tres horas dan mucho de sí. Cuando presentó el single de ‘Moonglow’ explicó que la discográfica le pidió un hit y él entregó uno de casi 12 minutos. Nuclear Blast debió decirle que era demasiado largo, que eso no podía sonar en la radio y que mejor algo de unos 3 minutitos, a lo que Sammet reflexionaba preguntándose cuánto tiempo llevan las radios sin poner un tema de rock decente. Así arrancó «The Raven Child», para algunos una versión 2.0 (salvando las distancias) de «The Scarecrow», ya que tienen muchos elementos en común y trozos bastante similares.
Jørn Lande (con una camisa que daba impresión de habérsela traído directamente de sus vacaciones en Torrevieja) apareció en escena con este temazo y después de él aduló un poco a Tobias por su labor antes de empezar «Lucifer», la primera canción hasta el momento que no era de ‘Moonglow’. Tras él salió Geoff Tate (ex Queensryche), nueva incorporación en el roster de esta gira, e hizo una gran labora con «Alchemy» e «Invencible».
La ausencia de Michael Kiske (Helloween) en este tour ha sido una de las mayores lamentaciones de los aficionados, sino la que más, pero para ello otro calvo realizó su papel, y no lo hizo nada mal. Oliver Hartmann, que lleva desde el principio de Avantasia con la banda tocando la guitarra, haciendo coros y cantando alguna vez, sacó adelante la frenética «Reach Out For The Light» con el apoyo de Ina Morgan, en la que ya cumplían un tercio del setlist y los presentes no daban un ápice de cansancio. Animaban cada nota de cada éxito del proyecto de Tobias Sammet, y la alegría se veía en la cara de los músicos y de los fans.
Adrienne regresó al protagonismo principal desde la zona de los coristas y demostró que su rango vocal es impresionante cuando sonó «Moonglow», la que le da título al nuevo disco. Los guturales de «Book Of Shallows» pasaron a un registro mucho más melódico en este periodo y el público reconoció la potencia y calidad de Cowan en este tema junto a Tobias.
¿Queríais heavy? Pues toma pop
Una de las cosas que más ha llamado la atención de ‘Moonglow’ ha sido la versión que cierra el álbum de Michael Sembello, «Maniac», perteneciente a la película ‘Flashdance’. Sammet dijo que es posible que no le gustara a los heavies de toda la vida, pero que la han grabado y tocado porque pueden, porque no tiene que pedir permiso a nadie y, en resumidas cuentas, porque les da la gana. Eric Martin cantó junto a Tobias este mito del pop mientras en un costado del escenario se podía ver ligeramente a Bob Catley preparado para aparecer después bailando al más puro estilo Julio Iglesias entre bambalinas.
Tobias Sammet fue después a hablar con Felix Bohnke, batería de Avantasia y de Edguy, y dejó caer que podría hacerse un solo, pero quedó todo en agua de borrajas, y el citado Catley entró cual caballero inglés al escenario de Razzmatazz. Con su particular estilo de camisa con volantes y americana demostró que su elegancia y su voz no se ven mermadas con los años, y al terminar llegó uno de los momentos más álgidos de la noche.
La mayoría de la comunidad de aficionados (y no) de Avantasia coincide en que «The Scarecrow» es la mejor canción de la banda, y si antes de que la pudiera acabar de presentar los que acudieron a Barcelona ya estaban coreándola, a lo mejor algo de razón puede haber. Más de 10 minutos de emoción y caña envolvieron la sala Razzmatazz para uno de los momentos más especiales de la noche. Al terminar, la única ausencia de Tobias Sammet en la voz se produjo cuando Lande y Martin cantaron «Promise Land» y, posteriormente, Tate sustituyó a Jørn en «Twisted Mind». No se demoró más Tobias y volvió con un guiño a Héroes del Silencio con una breve interpretación de «Entre Dos Tierras» antes de tocar el tema homónimo de la formación, «Avantasia» con Geoff.
La etapa inicial de ‘Moonglow’ ya había terminado hace rato, y ahora tocaba un repaso a la discografía de la banda en la que fueron mezclándose músicos en el escenario para interpretar unos cuantos temas en los que Ronnie Atkins encendió (más) a los aficionados y Bob Catley, el Raphael del heavy metal, lo petaba con la pandereta. «Mystery Of A Blood Red Rose», en la que estuvo el propio Bob, y el single «Lost In Space» sirvieron para despedirse antes de los bises, que llegaron después de llevar más de 3 horas de concierto.
Al igual que hace tres años en 2016, Tobias Sammet empezó a grabar una canción en alemán cantada por él y el público de la ciudad condal en la que menciona Barcelona, algo que se veía venir y que tuvo más gracia la vez anterior al ser algo novedoso, pero que aun así motivó a la gente a cantar con él antes de comenzar «Farewell», la balada por excelencia de Avantasia.
La presentación de la formación se materializó como en todos los directos de la banda, nada más comenzar el medley de «Sign Of The Cross» y «The Seven Angels», y en esta destacó que dijo que para él su teclista era el Hans Zimmer del heavy metal y que Sascha Paeth, guitarrista y miembro fundamental del grupo, es el mejor músico que ha visto jamás. Hartmann se encargó de presentar a Tobias, que se llevó la mayor ovación, y con los cañones de confeti antes de concluir el concierto, Avantasia finiquitó más de tres horas de espectáculo que se hicieron cortas para la mayoría. Sammet, al ver lo llena que estaba la sala, prometió que volverán y que intentarán que sea en un recinto más grande para que su show luzca más. Veremos qué tal hoy en el Palacio de Vistalegre de Madrid tras el exitazo en Bilbao y Barcelona.
Texto: Dani Bueno | Fotos: Sergi Ramos
Promotor:RRS Promo / Eclipse Group
Día:2019-04-26
Hora:19:30
Sala:Razzmatazz
Ciudad:Barcelona
Puntuación:10
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