Apocalyptica ilumina Madrid con su magia
Apocalyptica llega a Madrid en una gira por Europa que termina hoy en Barcelona. Más de 1.300 personas hicieron "sold out" en el Teatro Nuevo Alcalá para deleitarse con una noche de exquisita música y sublime iluminación.
Apocalyptica es uno de esos grupos que descubres en algún momento de tu vida en un festival, te enganchan y después sueñas con verles con todas las condiciones a su favor. Tanto es así, que Madrid se ha puesto de acuerdo, y los fineses han hecho «sold out» llenando el Teatro Nuevo Alcalá que alberga más de 1.300 personas. Después de cubrir su concierto en Glasgow el pasado mes de marzo, ahora os traemos la crónica de Apocalyptica en Madrid.
Una mezcla insólita de nervios, palomitas y cerveza
Minutos antes de entrar, los nervios flotaban en el ambiente en una cola marcada por la diversidad que giraba la manzana y continuaba en la calle siguiente. Gente de todas las edades, desde esa chica con el pelo teñido de azul y calcetines hasta las rodillas, y padres y madres que rememoran sus épocas mozas que quieren dejar el legado del metal impreso en sus hijos. Por supuesto, niños, parejas enamoradas, y ese, el fan número uno acicalado para la ocasión con un outfit pensado milímetro a milímetro. Sombrero, gabardina de cuero y botas camperas.
La entrada en el Teatro Nuevo Alcalá fue algo excitante. Una mezcla insólita de olor a palomitas de maíz recién hechas, cerveza para los más clásicos, elegantes butacas de color rojo y Metallica sonando como hilo musical. Una fórmula infalible para conseguir un desenlace grandilocuente. Con diez minutos de cortesía para acomodar al público, por fin se apagaron las luces para dar comienzo el espectáculo.
Apocalyptica, con todo a su favor
A un espacio escénico austero y minimalista salieron en silencio los cuatro miembros actuales de Apocalyptica recibidos por una magnífica fusión de gritos, silbidos y aplausos. A la derecha, Paavo Lötjönen que después de una gira con la pierna lesionada por fin lucía libre de cadenas. Seguido por el magnífico Eicca Toppinen, fundador de la banda junto con Perttu Kivilaakso. Por último, Antero Manninen quién formó parte de la formación original y ha sido un miembro intermitente hasta la actualidad.
Dos notas y «Enter Sandman» estaba ya sonando. Este clásico de Metallica consiguió que Madrid se saltara el «protocolo del teatro» con la intención de hacer llegar todo su calor al escenario. Eso sí, alentados por la energía desbordante de Paavo que no paraba de interactuar con las primeras filas del Nuevo Alcalá.
La emoción se extendió al segundo tema, «Master Of Puppets», continuando los aplausos y los coreos de estribillo ante la increíble versatilidad de la que presume Apocalyptica mientras hace sonar delicadamente su instrumento favorito, el chelo. Después de esta emocionante introducción, se ponen en pie. Eicca Toppinen (el anfitrión principal de la noche) habló para darnos la bienvenida y dejarnos claro que seríamos los vocalistas de la banda por un día.
“Harvester of Sorrow” dio paso a “The Unforgiven”, dos de las interpretaciones más sublimes que consiguieron callar por primera vez a los asistentes, dejándolos perplejos ante tal majestuosidad. Este fue el momento ideal para frenar y disfrutar del meticuloso y medido espectáculo de luces que han creado para la gira. Desde cenitales sensibles de colores blanco y rojo hasta frontales de color verde fosforescente que añadían intensidad al espectáculo.
“Sad But True” perteneciente al álbum homónimo de la banda original sonó bastante diferente a la original, dándole al estribillo un toque especial de chelo clásico que consiguió levantar de nuevo al público. Pero, después de que Eicca hablara de nuevo para contarnos las pocas expectativas que tenían cuando grabaron años atrás los temas versionados.
Algunos problemas técnicos se dieron durante la representación de «Creeping Death». Eicca tuvo que ser asistido rápidamente por un técnico de sonido para solucionar un imprevisto con su instrumento. En menos de treinta segundos se solucionó, y a partir de ese momento, pudimos ver sonrisas y miradas de complicidad entre los miembros de la banda para comprobar que todo marchaba correctamente. Al terminar el público aplaudió más fuerte para darles su apoyo y empatía.
Después de «Wherever I May Roam», por fin conocemos a Antero Manninen. Es el miembro más discreto de Apocalyptica y guarda un personaje un tanto distante. Sin embargo, los chistes de sus compañeros le arrancaron una carcajada inesperada justo antes de comenzar «Welcome Home (Sanitarium)». Un final apoteósico justo antes de un pequeño descanso para abrir la segunda parte del show.
Empieza el «headbanging»
Diez minutos de descanso nos dieron antes de salir de nuevo a escena. Ahora sí, los cuatro miembros de la banda aparecen con nuevo vestuario. Mucho más urbano y oscuro. La disposición cambia también y adoptan las posiciones de una banda de metal al uso. Detrás, un set de percusión exclusivo a lo «Tubular Bells» de Mike Oldfield dirigido por Mikko Sirén.
«Fade To Black» sonó algo caótico pero en «For Whom The Bell Tolls» consiguieron empastar por fin los chelos con la batería, además de dinamizar mucho más el show. Fue un momento dedicado a los más metaleros, que por fin pudieron hacer un «headbanging» en condiciones acompañando a la rubia melena de Eicca hasta entrar en trance con «Fight Fire With Fire» (y sin marearse).
Los momentos más emotivos llegaron con «Until It Sleeps» y «Orion». El último, uno de los temas más importantes de los de San Francisco, pues fue compuesta para homenajear al primer bajista de la banda «Cliff Burton» fallecido en un accidente con solamente veinticuatro años en una de sus giras. Estando en Madrid no podían faltar los comentarios futboleros y las referencias a Cristiano Ronaldo ¡Pero a lo importante! «Ride The Lightning», el segundo álbum de estudio de Metallica, volvió a sonar gracias a Escape.
El clímax de la velada llegó sin duda con «Battery». El tema más thrash del setlist interpretado como venganza a los años noventa, cuando Apocalyptica no era capaz de tocarla a causa de su dificultad. Gracias a esta interpretación pudimos ver el absoluto virtuosismo de los músicos presentes que estalló con el último tema de la noche «Seek and Destroy».
Niños, niñas, padres, metaleros, clásicos…todos se quedan en pie para despedir un show con todas las letras mientras Perttu Kivilaakso muerde el mástil, gira en el suelo y un sin fin de acrobacias extremas para llevar en sus manos un instrumento tan grande. Para cerrar el riff principal de «Thunderstruck» de AC/DC y un «oeoeoe» que no podía faltar en nuestro país y que duró hasta que los fineses volvieron a salir al escenario para un «bis» muy aclamado.
No podía faltar «Nothing Else Matters» la única canción que se cantó desde el principio hasta el final, notas y solos incluidos. Para terminar «One» pedida por algunos animados del público que habían olvidado por completo que estaban en un teatro donde se les escuchaba perfectamente. Se vivió un momento muy emocionante, pues Eicca se arrancó a contarnos que era una de las canciones más especiales para él y decirnos unas bonitas palabras pidiéndonos que nos cuidáramos mucho a nosotros mismos y también a los demás.
Nadie volvió a sentarse para escuchar «One», todos en pie gritaron y saltaron hasta el frenético cierre repleto de guiños musicales. Al hacerse el silencio, un terremoto de aplausos mientras los músicos se abrazaban entre ellos celebrando el éxito logrado. Tanto que Mikko Sirén se atrevió a lanzar una baqueta al palco que fue recibida casi perfecta por un afortunado. Así, gracias a Apocalyptica cerramos una satisfactoria noche «full night» Metallica merced al homenaje a su disco ‘Plays Metallica by Four Cellos‘.
Arya Blues
Promotor:Last Tour
Día:2018-04-09
Hora:20:30
Sala:Teatro Nuevo Alcalá
Ciudad:Madrid
Puntuación:9
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