Annihilator: el Halloween más thrasher en Bilbao

Se trataba de una gira que debía haber visitado Europa hace un año. Por aquel entonces, Annihilator tenía todo preparado para arrancar la celebración del 30 aniversario de su disco debut, ‘Alice In Hell’, interpretando el álbum al completo junto al cantante original, Randy Rampage.

Pero la inesperada muerte del propio Rampage frustró los planes y provocó el retraso de la gira al completo. Un año después, Jeff Waters y compañía visitaban el viejo continente para ofrecer un puñado de conciertos sin invitados especiales, pero que prometía saciar la larga espera de los seguidores thrashers. Deseoso de una nueva dosis de Annihilator, el personal respondió esta vez con mayor volumen a la llamada del cuarteto canadiense, la asistencia se quedó lejos del “sold out”, pero fue considerablemente mayor que la de su anterior visita a Bilbao, en 2015.

Como en aquella ocasión, les precedió Archer Nation, trío estadounidense que presentó su tercer disco ‘Beneath The Dream’, una oda al thrash metal añejo mezclado con elementos modernos especialmente palpables en el trabajo de guitarras. La formación californiana se empleó a fondo, pero su concierto quedó deslucido por un sonido irregular, con guitarra y bajo eclipsadas por la gran presencia de la batería y una ecualización general excesivamente grave.

Archer Nation (Foto: David Bellota)

Cercanía, bromas, riffs, riffs y más riffs

La sala no se llenó hasta la bandera y, en cierta medida, eso fue de agradecer, ya que permitió al público moverse por el recinto con total normalidad y acceder a las primeras filas sin dificultad alguna. De todos modos, el ambiente estaba muy caldeado cuando Annihilator tomó el escenario. El arranque corrió a cargo de ‘Betrayed’, corte a medio tempo de su álbum homónimo de 2010, que sirvió para meter al personal en la tónica de su actuación a fuego lento.

Annihilator (Foto: Itsaso Urkia)

Le siguió “King Of The Kill” uno de los temas más populares de la banda, que puso al respetable a corear su aguerrido estribillo y arrancó la primera gran ovación de la noche. Una acogida más discreta tuvieron “No Way Out” y “One To Kill” que siguieron la misma senda, sin pisar el acelerador en exceso, aunque el despliegue de su amplia colección de riffs demostró el poderío rítmico del que dispone el cuarteto.

La fase inicial del concierto no contó apenas con mosh y circle pits, lo cual resultó llamativo teniendo en cuenta que se trataba de un concierto de thrash metal. Sin embargo, estuvo marcado por un ambiente muy acogedor que la banda trató de impregnar a la velada desde el primer minuto. Waters se mostró muy comunicativo con el público, bromeando constantemente sobre el devenir de la banda, sus compañeros y él mismo.

Annihilator (Foto: Itsaso Urkia)

Se le notó feliz, disfrutando sobre el escenario y eso es algo que se contagia inevitablemente entre artistas y audiencia. El carismático frontman trató de arengar al personal haciendo mención a la fiesta de Halloween, aunque la respuesta evidenció que la celebración estadounidense no ha calado tan hondo, al menos, entre los seguidores de heavy metal del País Vasco.

Annihilator (Foto: David Bellota)

La banda sacó a relucir un abanico de mayor riqueza armónica mediante “Set The Word On Fire” y “The Trend”. De esta última interpretaron solamente la sección introductoria, aunque sus melodías celestiales marcaron uno de los momentos más estelares del concierto. El show seguía su curso, a un ritmo calmado, sin altibajos reseñables, aunque con reiteradas pausas entre canciones. Waters y compañía optaron por detenerse al final de todos y cada uno de los temas del repertorio, lo cual provocó cierta sensación de discontinuidad en el espectáculo general.

Precisión formidable

A pesar de todo, el público seguía disfrutando del recital de la banda norteamericana y se vino arriba definitivamente con la llegada de “Schizos (Are Never Alone)”. Se trató de la canción más desenfrenada de toda la velada y generó un apasionado mosh pit en las filas delanteras. Un solo de batería dio paso a “Knight Jumps Queen”, en un registro mucho más rockero, muestra de la versatilidad creativa de Annihilator y la riqueza musical que su setlist puede llegar a adquirir.

Annihilator (Foto: Itsaso Urkia)

De vuelta al material más actual, “Twisted Lobotomy” no hizo más que reafirmar la tremenda capacidad ejecutiva del cuarteto. Su precisión interpretativa es tal que uno podría pensar que estamos asistiendo a una reproducción simulada del propio disco de estudio, pero no, todo fue real en Santana 27. Además, los tres integrantes que guardan las espaldas a Waters no se quedan atrás, rayan a un nivel igual de alto y el resultado no es otro que el deleite colectivo.

Annihilator (Foto: Itsaso Urkia)

Su habilidad volvió a relucir en “Psycho Ward”, corte de espíritu festivo que formará parte de su próximo álbum, “Ballistic, Sadistic”, y que pudimos disfrutar en directo antes de su publicación oficial. Trasladar esa misma destreza a la creatividad y dar forma a un disco que encandile al personal como lo hicieron sus primeros trabajos es, seguramente, el principal reto de la banda a día de hoy.

Annihilator (Foto: David Bellota)

En la recta final de su actuación hicieron lugar a “Tricks And Traps”, pieza del denostado álbum de 1997, ‘Remains’, y que precisamente bebe de ese espíritu original y compositivamente más ambicioso de Waters. El frenesí final llegó de la mano de “Phantasmagoria”, “Burns Like A Buzzsaw Blade” y “W.T.Y.D.”, tripleta añeja que hizo las delicias de los allí presentes y cerró la actuación por todo lo alto, aunque a mitad de camino, ya que el propio Waters anunció por los micrófonos que se vieron obligados a recortar su repertorio debido a la fiesta de música tecno posterior que Santana 27 tenía programada en el marco de Halloween.

Annihilator (Foto: Itsaso Urkia)

De todos modos, Waters también se valió de los micrófonos para hacer llegar una noticia más agradable al personal. Annihilator ya está planeando lo que será la gira de celebración del 30 aniversario de su segundo disco ‘Never, Neverland’. Es sabido que el álbum es el favorito del propio Waters, pero durante la velada, el frontman canadiense volvió a insistir en esa idea y anunció que se tratará de una gira en la que interpretarán el álbum al completo y contará con músicos que lo grabaron y fueron parte de ese ciclo de la banda. El plan que no pudo llevarse a cabo con Rampage y ‘Alice In Hell’ se materializará, por tanto, con la mayor perla discográfica de la banda. Esperamos ser testigos de ello, también en el Estado español.