La visita de Amon Amarth era de las más esperadas del mes, y casi podría decirse que del año. Los suecos se han propuesto dar el salto a las grandes arenas, pretendiendo así recoger el testigo de las grandes bandas al desaparecer estas; y por lo que parece les está saliendo bien la jugada.

Tras haber arrasado en el Download hace tan solo unos meses, los vikingos regresaron a Madrid uniendo fuerzas con Arch Enemy e Hypocrisy. Con estos dos gigantes del death melódicos, los vikingos tenían una sinergia asegurada para concentrar a miles de personas en cada fecha de la gira de presentación del ‘Berserker’, donde el palacio Vistalegre de Madrid no iba a ser menos.

Hypocrisy: el tercero en discordia

Con puntualidad al estilo británico la banda comandada por Peter Tägtgren salía a escena para romper la tranquilidad reinante con “Fractured Millenium”. Desde el primer momento Hypocrisy contó con un exquisito sonido, que aderezó su actuación, sobre todo las partes ambientales de sus canciones.

Hypocrisy (Foto: Roberto Romero)

Sin material nuevo en el mercado desde hace 6 años, resultaba difícil averiguar los derroteros que tomaría el show de la banda sueca, aunque esta cuenta con un amplio catálogo de discos de donde sacar sustancia. Asimismo las siguientes en caer fueron “Adjusting The Sun” y “Fire In the Sky”, con una ejecución que rozaba la perfección. Aun así hubo cortes que se hicieron difíciles de digerir como “The Final Chapter” con contundentes ritmos e influencias que tienden más hacía los terrenos del black metal. “Roswell 47” puso fin a la corta descarga ofrecida por Hypocrisy.

Hypocrisy (Foto: Roberto Romero)

Los escasos 35 minutos de concierto no terminaron de calar en el respetable, que aunque de vez en cuando sucumbía a las súplicas de Tätgren, esperaba ansioso la llegada de los dos titanes de la noche. Por mucho que la interpretación de los temas fuese admirable, Hypocrisy era la única de las tres bandas que quedaba fuera de la ecuación. Lejos de considerarse una banda de grandes masas, los suecos son calificados como una banda de culto dentro del “melodeath”, y brillan infinitamente más en una sala pequeña ante un público más cercano y entregado a la causa. Una lástima que la gran actividad de su frontman de pie a que Hypocrisy gire poco, y rara vez como cabezas de cartel.

Arch Enemy hace arder el escenario sin pirotecnia

Tras un cambio de backline que se antojó algo más largo de lo querido, Arch Enemy por fin salió a escena. Desde que Alissa White-Gluz se hizo con el mando de la formación, su popularidad ha subido como la espuma. Asimismo son otra de las bandas que aspiran a llenar grandes recintos como sus compañeros de cartel Amon Amarth, por lo que no necesitan demasiadas presentaciones. Su set comenzó con “The World Is Yours”, uno de los hits de su etapa más reciente, donde la ecualización no jugó a su favor. Pequeños percances que fueron solventados para el inicio de “War Eternal” otro de sus clásicos atemporales.

Arch Enemy (Foto: Roberto Romero)

Aunque el termómetro estaba ya a punto de explotar,  la verdadera locura estalló con “My Apocalypse”, un clásico del querido ‘Doomsday Machine’, rescatado de aquella época en la que Angela Gossow aún se encontraba al frente de Arch Enemy.  Una herida que ya parece no doler a los fieles del grupo, pues la solvencia en las tablas de Alissa no deja indiferente a nadie. Y ya no es solo su capacidad vocal, si no que el respetable responde ante cualquier gesto de la vocalista canadiense.

Arch Enemy (Foto: Roberto Romero)

El quinteto de Michael Amott siguió rescatando grandes temas de su pasado como  “Ravenous” y “Under Black Flags We March” que fueron recibidas con los brazos abiertos del mismo modo que las recientes “The Eagle Flies Alone” y “First Day in Hell” del ‘Will To Power’. El sonido estuvo excelente, realzando aún más si cabe, las virtudes de Amott y Loomis a las guitarras. Un deleite poder disfrutar de cada una de las notas que emanan de sus seis cuerdas.

Arch Enemy (Foto: Roberto Romero)

La segunda parte del show la anunció la intro “Saturnine”, tras la que llegaría la esperada “As the Pages Burn” y la infalible “No Gods, No Masters”. “Dead Bury Their Dead” fue el último tema antes de la llegada de “Nemesis”, que como es costumbre, es el hit que marca el final de las actuaciones de Arch Enemy.

Arch Enemy (Foto: Roberto Romero)

Conciertos como estos explican el porqué del auge de la banda. Sin lugar a dudas el quinteto es una de las formaciones con más tirón en nuestros días, y cuentan con un elenco de fans que, sea con la vocalista que sea, acuden en masa a sus shows por mucho que hayan visto el mismo espectáculo mil veces. Y esa es la única pega que se le puede sacar a Arch Enemy, y es que sus setlist apenas sufren variaciones con respecto a sus giras, siendo sus conciertos bastante predecibles. Por lo demás, la ejecución de los temas no admite ninguna mejora, pues roza casi la perfección.

Arch Enemy (Foto: Roberto Romero)

Un mar de fuego por parte de Amon Amarth

Mientras los técnicos hacían su labor sobre el escenario, cayó un telón negro en el que podía leerse en letras enormes el título de su nuevo álbum ‘Berserker’. Su finalidad no era otra más que mantener la intriga acerca de la gran producción que los miles de fieles del grupo verían pasado un rato. A la hora estipulada, la música de fondo se disipó para comenzar a sonar “Run To The Hills” de Iron Maiden, que consiguió aunar las gargantas de los asistentes incluso más que las canciones de las dos bandas anteriores. Minutos más tarde comenzaba sonar la intro que anunciaba la llegada de los vikingos a la capital.

Amon Amarth (Foto: Roberto Romero)

La descarga de Amon Amarth comenzó con “Raven’s Flight”, todo un temazo que se vio algo eclipsado por toda la parafernalia que los suecos tenían sobre el escenario y el fuego. Las llamaradas y la pirotecnia invadieron Vistalegre hasta el punto de caldear el recinto, más incluso en “Runes to My Memory”, donde dos enormes runas comenzaron a arder desde los primeros acordes de la canción. El gran espectáculo no cesó en “Death in Fire”, donde las llamas le venían como anillo al dedo.

Amon Amarth (Foto: Roberto Romero)

No tardó en aparecer el primer clásico, “Deceiver of the Gods”, en la que el gran Loki acompañó a la banda. Muy apropiada la aparición del “gran engañador”. Amon Amarth, se ha propuesto ser recordado como una de esas bandas con gran espectáculo detrás, algo así como Kiss o Rammstein. Todo ello conlleva a un gasto enorme en producción  y a confeccionar un espectáculo medido al milímetro, que por el momento funciona como la seda.

Amon Amarth (Foto: Roberto Romero)

La agrupación capitaneada por Johan Hegg continuó con “First Kill” tras un breve saludo y “Fafner’s Gold” fue la elegida para el baño de confeti dorado. Cuando parecía que nada nuevo podía ocurrir “Crack the Sky” fue adornada por fuegos artificiales que caían de los focos más altos. Entre tanto deleite cayó “The Way of Vikings”, una de las imprescindibles, junto a “Prediction of Warfare” del ‘With Oden on Our Side’, rescatada para el directo después de quedar en el tintero durante algún tiempo.

Amon Amarth (Foto: Roberto Romero)

La reciente “Shield Wall”, del nuevo ‘Berserker’ sirvió de preludio a “Guardians of Asgaard”, uno de los hits indiscutibles de los de Estocolmo, que se apoyó en dos enormes figuras de piedra. Bebiendo de un enorme cuerno vikingo, el señor Hegg animó a todos a alzar sus bebidas para despedirse por primera vez con “Raise Your Horns”, aunque lamentablemente la mayoría de metalheads no pudieron entrar con sus cuernos al recinto.

Para los bises dejaron dos perlas: “The Pursuit of Vikings” y “Twilight of the Thunder God”. La tormenta se cernió sobre el Palacio, apareciendo en escena un enorme Jörmundgander al que Hegg combatió cual Thor, en medio de los truenos para despedir el grandioso show. La agrupación formada por el vocalista Johan Hegg,  bajista Ted Lundström, los guitarristas Johan Söderberg  y Olavi Mikkonen y el batería Jocke Wallgren consiguió en Madrid el objetivo principal de esta gira: llevar el death melódico a grandes estadios ofreciendo shows de sobresaliente.

Amon Amarth (Foto: Roberto Romero)

No solo ofrecieron un espectáculo para el recuerdo, si no que contaron con un sonido impecable y demostraron que son capaces de recoger el testigo de los grandes del metal. Los miles de personas que asistieron al Palacio Vistalegre de Madrid salieron más que satisfechos por el concierto ofrecido por el trío de ases, un show del que hasta el mismísimo Odín estaría orgulloso.

Amon Amarth (Foto: Roberto Romero)

 

Texto: Tamara Ruiz

Promotor:Madness Live

Día:2019-11-23

Hora:18:45

Sala:Palacio Vistalegre

Ciudad:Madrid

Teloneros:Arch Enemy, Hypocrisy

Puntuación:9