La tormenta continúa con Aborted y Entombed A.D.

Hacía tiempo que Bilbao no vivía una velada tan intensa para los seguidores del death metal de toda la vida. Es por esto que hacía meses que los aficionados tenían esta cita subrayada en su calendario.

Una ocasión única sin duda, para ver de una tacada, a dos de las grandes leyendas del Metal extremo mundial. Aborted por un lado, presentando su flamante ‘Terrorvisión’ y Entombed A.D., haciendo lo propio con su último latigazo, ‘Bowels Of Earth’. La mala suerte y las condiciones climáticas adversas, hicieron que nos fuera imposible llegar a tiempo para presenciar los minutos de Baest sobre las tablas de la sala Stage Live. Fueron muchos los que comentaron maravillas sobre la actuación de los jóvenes daneses, pero obviamente no pudimos constatarlo en primera persona.

Hay que mencionar que desde los primeros compases, la sala presentó una formidable entrada, consiguiendo hacerse con el título de bolo de la semana en Bilbao. No parecía fácil que tantísima gente se fuese a mover de casa, con la tremenda tormenta que estaba cayendo sobre la ciudad, pero también es cierto que no se suelen dar demasiados bolos extremos de esta envergadura en la villa, y la gente lo sabe.

Aborted: teloneros con sabor a cabezas

En medio de un escenario repleto de detalles macabros-cabezas cercenadas y ataúdes con momias incluidas- Aborted aparecieron como un auténtico vendaval sobre Bilbao, esgrimiendo su reciente “Terrorvision” y dejando bocas abiertas con su incontestable manejo de los instrumentos. En todo momento quedo cristalino el liderazgo incontestable que atesora Sven sobre la banda, ejerciendo de perfecto frontman y arengando en todo momento a los asistentes.

Aborted (Foto: Unai Endemaño)

Continuaron con otro de los puntales de su última obra, “Deep Red”, la cual tiñó de rojo sangre la Stage y estreno los poderosos cañones de humo que la banda llevaba. El ritmo se aceleró aún más con la velocidad extrema de ·Necrotic Manifesto”, otro de los mejores ejemplos de la perfecta evolución que Aborted han conseguido ir currándose a lo largo de los años, dejando un poco de lado sus partes más salvajes de los inicios y llegando a veces a parecer una banda de djent pasada de speed.

Aborted (Foto: Unai Endemaño)

Retrocederían hasta los tiempos de The Archaic Abbatoir con una apisonadora llamada “Hecatomb”. Death Metal de la vieja escuela centro europea, que sonó crujiente y doloroso, casi tan apabullante como la demostración de brutalidad que supone “Cadaverous Banquet”, Un festín de blast beats imposibles, que hizo trizas el cerebro de más de uno. El ritmo no se detuvo en ningún momento, y sin dejar respirar a los asistentes el combo se lanzó salvajemente sobre “Holocaust Incarnate”, uno de los momentos en los que la sala tembló frente a los continuos circle pits que reclamaba el voceras de Aborted. La gente en ese instante, se agitó violentamente en un baile caótico que parecía no tener freno.

Aborted (Foto: Unai Endemaño)

Quedaba únicamente la traca final en la que hasta el cantante de Baest, se sumó a la fiesta cantándose un “A Whore D´Oeuvre Macabre” que sonó a gloria y el recordatorio final a los orígenes que supuso “Sanguine Verses” y “Threading of Vemillion Deception”. Dos pedazos de historia del Death Metal, que terminaron de sepultar una Stage Live entregada. Hay que mencionar como el equilibrio entre los tiempos modernos de la banda, y los inevitables guiños a su época más cafre, fue casi perfecto, consiguiendo dejar a prácticamente todos los asistentes satisfechos. Si a esto le sumamos la entrega incendiaria que demostraron cada uno de los integrantes de Aborted, es fácil llegar a concluir que lo de ayer fue el bolazo extremo del año en Bilbao.

Entombed A.D. rematan la noche

Con el listón puesto en lo más alto, salieron Entombed A.D. a repartir cera sobre Bilbo, sin parecer que les importase demasiado la exhibición que acababan de dar sus compañeros de gira. Los de Estocolmo en seguida se lanzaron hacia la “Elimination” con un volumen aún más descabellado que el de Aborted y las clásicas maneras de punki deathmetalero de Lars Petrov.

Entombed A.D. (Foto: Unai Endemaño)

No tardarían demasiado en retrotraerse hasta los tiempos de Morning Star, soltando un “I For An Eye” que levantó la audiencia al instante. Quedaba claro que las décadas de historia de la formación, serían el principal aliciente del bolo, siendo capaces de alternar pepinazos actuales como “Torment Remains” con clásicos absolutos del género como “Chaos Breed”, con el que nos sumergieron de nuevo en aquel inolvidable ‘Left Hand Path’. Otra nueva tanda de recientes trallazos como “Second To None” o “Bourbon Nightmare”-con la intro mariachi incluida- sirvieron para dar por presentados los nuevos tiempos de Entombed. A partir de ahí la fiesta se tornó revival total, invocando uno tras otro alguno de los mayores himnos que ha dejado el death metal sueco en su historia.

Entombed A.D. (Foto: Unai Endemaño)

Piezas tan aplastantes como “Stranger Aeons”, “Revel In Flesh” o la inmortal “Wolverine Blues” cayeron en cadeneta perfecta, haciendo que más de un fan del Old School llegase a volverse literalmente loco. Alguno llego incluso a hacer crowdsurfing, en medio de una sala que era un pogo continuo. El siempre simpático Petrov se mostró tan campechano como de costumbre, invitando a todo el que pudo a cerveza, escupiendo los habituales grajos sobre su cabeza y agitando testa como su tuviese veinte años. El tiempo parece no pasar por este carismático personaje, al que hasta la voz parece respetarle a día de hoy.

Entombed A.D. (Foto: Unai Endemaño)

La traca final como no podía ser de otra manera, estuvo comandada por el inevitable “Left Hand Path” seguida por un “Serpent Speech” devastador y rematado con vehemencia, por otro misil de los primeros noventa. “Supposed To Rot”. Las sensaciones generales fueron altamente satisfactorias, en una noche en la que se pudieron ver dos bandas en plena forma, capaces de practicar Death Metal de maneras diametralmente opuestas. Un triunfo absoluto para el genero, en medio de una de las peores tormentas que Bilbao recuerda en tiempo.