El infierno de Aborted en Barcelona

El pasado 10 de noviembre los belgas nos presentaban en Barcelona su nuevo trabajo "TerrorVision", acompañados de otras bandas de su mismo género brutal/technical death: Cryptopsy, Benighted y Cytotoxin. Se juntaron desde sus variadas procedencias en la gira "Hell over Europe II" Tour, que les ocupará prácticamente todo el mes de noviembre.

El escenario de la sala Bóveda ha sufrido este sábado 10 de noviembre la contundencia directa de cuatro bandas de brutal death técnico en auge del momento. Aborted nos han traído la presentación de su nuevo trabajo «TerrorVision», sacado del horno este mismo septiembre, y con ellos los salvajes Cryptopsy, Benighted, y Cytotoxyn. La gira «Hell Over Europe Tour II» viene de la mano de Madness Live, que llevará tales virtuosos por las salas de todo Europa durante casi todo el mes de noviembre. Desde luego Barcelona no ha sido menos, y los fans han recibido con los brazos más abiertos imposible este gran grupo de magníficos músicos.

Y es que pocas veces se ha visto (desgraciadamente) que desde el primer grupo ya se haga realmente difícil circular por la sala. Y menos veces aún que para uno de los teloneros, como ha sucedido con Cryptopsy, la sala ya esté a reventar. En ese momento empezábamos a plantearnos si tanta brutalidad había conseguido hacer sold out, y efectivamente: no cabía ni una aguja entre los asistentes ansiosos, que se dejaron llevar por los enérgicos ritmos a riesgo de un dolor de cuello seguro al día siguiente.

De media hora en media hora: los teloneros

Lo primero que nos sorprendió a la salida de los alemanes al pequeño escenario fueron sus pintas: iban todos equipados con camisetas con la señal de peligro por radioactividad y con máscaras de gas de las que forman parte del traje anti-radiación nuclear. Estas últimas de las iban quitando durante el concierto, ya que con tanta energía se ahogaban. Las luces también acompañaban la ambientación que querían dar, era muy comunes las verdes y amarillas a lo tóxico, y el cambio veloz entre rojo y azul para dar sensación de alarma… Cytotoxin piensan en todo. El cantante, además, se había traído consigo una maravillosa señal de tráfico que le ahorró mucho tiempo: cada vez que levantaba la señal de rotonda se formaba un circle pit difícil de esquivar en medio de la Bóveda.

De este modo empezaron su concierto donde nos recordaron su último trabajo “Gammagedon” del año pasado, con canciones como “Chernopolis” o “Sector Zero”. También tocaron temas más antiguos como “Plutonium Heaven” o “Radiophobia”, de sus álbumes homónimos. En su brutal death técnico podíamos encontrar complicados riffs de guitarra y bajo, pero eso no les impedía tocar partes más líricas en la guitarra, en una combinación bastante contrastante. El cantante, con una cara expresiva como ninguna, también se recorrió la barra de la sala un par de veces, probablemente para ampliar la pequeña extensión del escenario. Mientras tanto el público disfrutaba del concierto, pero 30 minutos no dan para mucho más, y la siguiente banda llegó rápidamente.

Y ahora… Benighted

Los siguientes en subir a la palestra fueron los franceses Benighted, esperados por muchos de los asistentes: solo con los segundos teloneros ya se oían ovaciones y gritos considerables. A pesar de ser el mismo estilo que la banda anterior, su estilo era más trallero y no tan contundente. El doble pedal abundaba, y era remarcado tanto por la mano del cantante como por los cambios a toda velocidad de luces casi epilépticas. Y así empezó el segundo conierto de la noche, con la presentación de un nuevo EP sacado del horno hacía apenas un mes, “Dogs Always Bite Harder Than Their Masters”. En él se incluyen mayoritariamente directos, pero también tres temas nuevos de los cuales tocaron “Teeth and Hatred” y “Martyr”, con sus combinaciones de guturales entre el cantante y el guitarrista que añadían velocidad al asunto.

Benighted (Foto: Elena Marco)

De su último LP tocaron temas como “Der doppelgaenger” o “Necrobreed”, tema que da nombre al álbum y con el que el cantante retó al público a formar un circle pit durante el minuto y veinticuatro segundos que duraba la canción, algo que los fans no tardaron tanto en conseguir. La sonoridad general dejaba que desear, ya que empeoró en comparación con Cytotoxin. Aun así, los bajos contundentes llamaban la atención, el virtuosismo abundaba. Evidentemente, tampoco podían faltar temas como “Let the Blood Spill Between My Broken Teeth” o “Experience Your Flesh”, con el que acabaron el concierto. Ambos fueron ampliamente coreados y ovacionados por el público, lleno de fans que también quedaron visiblemente insatisfechos ante solo treinta minutos de música por parte de los franceses.

Benighted (Foto: Elena Marco)

Empieza a notarse el sold out con Cryptopsy

Hacia la hora en que empezaban a tocar Cryptopsy ya se hacía prácticamente imposible la circulación por la Bóveda, a no ser que fuera por encima del mismo público, por donde pasaron algunos asistentes. Los canadienses presentaban también una compilación de dos EP’s, el último de ellos de hace dos semanitas, bajo el nombre de “The Book Of Suffering – Tome I & II”, con el que empezaron el concierto. Aun así, también abundaron considerablemente los temas del “None So Vile” (1996), el álbum más adorado por los fans. Incluso tuvieron en cuenta esta información para el merch, donde podrías comprarte camisetas de ese mismo álbum.

Cryptopsy (Foto: Elena Marco)

Así, tocaron temas como “Phobophile” o “Slit Your Guts”, muy esperados y aplaudidos por los fans de la banda. Pero a pesar de ello fallaba algo, y es que los canadienses dieron la bienvenida a un nuevo cantante el 2007 que fue el que nos acompañó el sábado. Su estilo no acabó de convencer a los más conocedores de la primera época de la banda, que consideraron demasiado claro. Aun así, disfrutaron igualmente de temas como “Fear His Displeasure” o “Sire Of Sin”, donde se aprecia la evolución desde su estilo más temprano, y que plasman en “The Book Of Suffering”.

Cryptopsy (Foto: Elena Marco)

La admiración en la mirada de los fans

Por fin llegaba el plato principal de la noche. Era el turno de los belgas Aborted, banda de brutal death del momento que algunos consideran una de las mejores del mundo actualmente. Y no es para menos: riffs enrevesados de guitarra y bajo, combinados con fragmentos más líricos, en una combinación que no sacrificaba ni la contundencia ni la melodía, que no dejó indiferente a ninguno de los apretados asistentes de la Bóveda. Nos trajeron su nuevo disco “TerrorVision” de este septiembre, empezando su esperado concierto con el tema homónimo. Siguieron con “Deep Red”, del mismo trabajo, acompañado de luces rojas toda la canción. Puede que el panorama general de luces fuera menos relevante que con las anteriores bandas, pero no pasó lo mismo con el sonido, que mejoró considerablemente dejando a los fans muy satisfechos.

Aborted (Foto: Elena Marco)

Durante su concierto tocaron temas de muchos de sus álbumes (ellos que tenían tiempo) como el “Retrogore”, del que tocaron su canción homónima, “Divine Impediment” y “Cadaverous Banquet”. En “Termination Redux” invitaron al escenario al cantante de Benighted, y en “A Whore D’oeuvre Macabre” al de Cytotoxin, combinando el magnífico y ágil gutural de Aborted con el de sus compañeros de gira. Tampoco faltó la mención a “The Archaic Abattoir” con “Hecatomb”, muy coreada y aplaudida, y con “Threading on Vermillion Deception”, que mezclaron con “The Saw and the Carnage Done” del “Goremaggedon”.

Con este mix fingieron terminar el concierto, activando al máximo las máquinas de humo, pero volvieron con la canción más antigua del concierto, “The Holocaust Incarnate” del “Engineering The Dead” como tema final. Para compensar la brutalidad se despidieron con “Never gonna give you up” y luces en arcoíris, como hicieron la última vez que vinieron.

Aborted (Foto: Elena Marco)

Los fans de las cuatro bandas se reunieron durante una breve velada en la que la mayoría de reventó el cuello, más de uno voló por encima de las cabezas de la gente, y circle pits imposibles y muy enérgicos se formaban a pesar del rebosamiento de la Bóveda. Los mismos Aborted declararon que las otras veces que habían venido a Barcelona no se habían encontrado con tanto público, y menos con tanta energía y ánimo por parte de los fans. Quizá por eso decidieron optar por la sala Bóveda, ignorando que dejarían a una panda de fans deseosos sin entrada en un inesperado sold out.