Colour Haze: la elegancia hecha música
Sólo algunos problemas técnicos empañaron un concierto de sobresaliente por parte de los alemanes
Sobre el papel, las ganas de ver por nuestras tierras a COLOUR HAZE eran tremendas. El trío stoner con tintes de rock psicodélico de otra época son de esos grupos que tienen algo, una magia especial que hacen de ellos una banda que hay que ver. Y eso que no han inventado nada, pero lo que hacen es una delicia. No importó que fuera un miércoles, puesto que reventaron la sala y a duras penas podíamos movernos. Su calidad y buen hacer están fuera de toda duda (y más después de asistir a su concierto), pero en líneas generales podríamos definir aquella noche con un adjetivo: rara.
EL PÁRAMO abrían la velada a una hora temprana tras la apertura de puertas, lo que hizo que el espacio en los primeros metros fuera amplio a medida que la gente iba entrando. Su propuesta instrumental encajaba a la perfección, pero las luces apenas nos dejaban ver sus caras. De hecho, se veía en primera plana la labor sobria de Santi al bajo, pero a duras penas podíamos ver cómo lo vivían sus guitarristas. Una pena, porque una vez más se demostraba que no hace falta hablar en un concierto para transmitir mucho… Bueno, respecto al tema hablar habría algo al respecto más adelante. En una media hora escasa dejaron el listón alto para sus compañeros de cartel.
MY SLEEPING KARMA tuvieron una papeleta difícil, la de tocar entre el cabeza de la noche y el grupo local que era conocido entre buena parte del público. Además, se les complicaron las cosas con un apagón que hizo que tuvieran que parar su actuación… dos veces. Además, el calor agobiante hacía acto de presencia (ya en pleno mes de octubre), las idas y venidas intentando salir al exterior a fumar (o tomar el aire) eran constantes, tuvieron que actuar buena parte de su tiempo sin luces (lo único que se veía eran las proyecciones hipnóticas traseras con su logo incluido)… No fue una actuación memorable, pero sí salieron bastante airosos, y al menos, parecieron tomárselo con filosofía (de cara a la galería) y todos los inconvenientes no les quitaron la sonrisa ni menguaron sus movimientos bailongos. Tan caótico directo (por las circunstancias, que no por el grupo), tuvo como consecuencia que en mitad de su último tema, ‘Psylocybe’ si mal no recuerdo, tuvieran que parar antes de tiempo para retirarse. Una pena que el buen sabor de boca que dejaron dejara a medias (sobre todo a ellos, eso seguro).
Más idas y venidas, más calor, y poco tiempo de cambio para la salida de COLOUR HAZE con una sala hasta los topes. El sonido, desde el principio, impecable, al menos desde los tres puntos en los que estuve junto a mis acompañantes. Porque sí, nos tuvimos que mover ante la cantidad de gente que más que a un concierto de stoner psicodélico y progresivo, se creían que estaban en otro sitio… no sé muy bien cuál, la verdad. El comienzo con ‘She Said’ y ‘Moon Lights’ fue sobresaliente. Su puesta en escena no podía ser más sencilla, si bien eso quita que por su calidad técnica no lleguen a transmitir tanto como otras bandas. Aunque tampoco lo necesitaban, porque cortes como ‘Transformation’ o ‘Slowdown’ hablaban por sí solos. En ese momento, mediado su show, ya nos habíamos movido a la parte trasera de la sala (el sonido, igual de bueno), pero de borrachos pesados pasamos a gente que no paraba de hablar… y borrachos más pasados. Eso hacía que me preguntara ¿la gente paga por ir a un concierto o por ir a pillarse un pedo un miércoles? ¿No podéis esperar a comentar la jugada (jugadón en este caso) una hora, una vez habéis salido del sitio? Ojo, que cada uno es libre de hacer lo que quiera, porque para eso ha pagado, pero creo que mi lista de prioridades a la hora de asistir a un concierto distaba mucho de la gente que (por mala suerte) me rodeaba ese día. Por buena y engrasada que fuera la maquinaria que componen Stefan Koglek , Philipp Rasthofer y Manfred Merwald, había cosas que no me hacían disfrutar de su concierto como merecían. A esas alturas no podía dejar de llamarme la atención que en el escenario había un foco rojo ante un ambiente azul… sin más. Así fue todo el rato, y esa es la razón de las “fotos” que ilustran esta crónica. Empezando por el pedazo de cartel que anunciaba la velada (y que vendían allí). Me quedo con ‘Tempel’ y ‘Love’ como los mejores momentos de su densa actuación, y esa jam infinita alcanzando el clímax en ‘Peace, Brothers & Sisters!’.
Y así me fui a casa, con una sensación más que rara. Muchos infortunios hicieron que lo que pintaba como un gran evento de rock se diluyera según avanzó la noche. Y lo que más miga tiene es que ninguno de los tres grupos tuvieron la culpa. Así que de momento, los disfrutaré en casa tranquilamente, sin peña que lo único que hace es faltar al respeto (a otros que han pagado como ellos).
Promotor:Nooirax Producciones
Día:2013-10-02
Hora:21:00
Sala:Caracol
Ciudad:Madrid
Puntuación:9
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