Children of Bodom y el presente del death metal melódico

Más de dos años después de que finlandeses nos visitaran con "The Ugly World Tour", y prácticamente sin tener descansos desde entonces, anoche tuvieron una parada del "Halo of Blood Tour" en la capital.

Más de dos años después de que finlandeses nos visitaran con «The Ugly World Tour», y prácticamente sin tener descansos desde entonces, anoche tuvieron una parada del «Halo of Blood Tour» en la capital.

No se respiraba el mismo ambiente que la última vez, con gente esperando desde primera hora de la mañana, La Riviera rodeada antes de entrar y una sala a reventar. Seguramente el precio de la entrada y que fuera domingo tuvo algo que ver, así como las bandas que acompañaban a Alexi y cía. en esta ocasión. Por supuesto también contaron con un nivel altísimo y grandes nombres, pero DECAPITATED no igualó el tirón que tuvo ENSIFERUM en 2011.

Para abrir la tarde, CHILDREN OF BODOM contaron con la presencia de sus compatriotas MEDEIA, prácticamente desconocidos si comparamos con la otra banda telonera. Tuvieron un gran recibimiento de un público con ganas de concierto, que siguió respondiendo hasta el final del bolo. Dieron un repaso a su carrera, centrándose sobre todo en sus dos últimos trabajos «Iconoclastic» y «Abandon All», de los que sonaron temas como «We All Fail», «The Unseen», «Iconoclastic» o la que usaron para cerrar: «Misery Prevails», dejando muy buena impresión.

Como decía anteriormente, DECAPITATED no tuvo el seguimiento que merecía, llevándose casi todo los cabezas de cartel. Los polacos, que volvieron a la carretera en 2009 con una formación totalmente renovada (en la que solo el guitarrista se mantiene desde el 96), dejaban atrás los temas de los primeros discos para centrarse en el único trabajo de esta nueva etapa: «Carnival Is Forever», con temas como «404», «Pest» o el tema que comparte nombre con el álbum. También sonaron «The Fury» de «The Negation» y «Spheres Of Madness» del clásico «Nihility».

La banda fue muy bien aceptada por los que no conocían su música (y mucho menos su calidad en directo), pero dejó con muchas ganas a los que esperaban más de 40 minutos de concierto. Aún así cumplieron de sobra su papel de preparar al público y hacer que entrara en calor.

A las nueve y media les llegaba el turno a los esperados CHILDREN OF BODOM, que tenían que subir el listón que tan alto dejaron hace dos años. Esta vez tenían más facilidades, por ejemplo la aceptación que ha recibido «Halo Of Blood» en comparación con la decepción que supuso para los fans más exigentes «Relentless, Reckless Forever».

Como se esperaba, «Trasference» fue la primera en sonar, seguida de «Silent Night, Bodom Night» con la que consiguieron tener al público entregado desde el principio. «Sixpounder» hizo pensar que no dejarían de sonar clásicos toda la noche, pero era un pensamiento completamente equivocado.

La banda venía a presentar el último disco en directo, y las dos siguientes canciones pertenecían a él. «Halo Of Blood» fue con diferencia la mejor recibida, aunque no impidió que el público dejara de moverse en «Scream For Silence». Los ánimos tenían que volver a subir, y qué mejor forma que volviendo al pasado con «Bodom After Midnight», del tan adorado «Follow The Reaper» y «Lake Bodom», del primer álbum, «Something Wild». Y si esto no fue suficiente para devolverle la energía al público, «Hate Crew Deathroll» acabó consiguiéndolo, con una increíble imagen del mástil de Alexi en directo en los vídeos del escenario.

De nuevo tocaba relajarse, con «Dead Man’s Hand On You». Puede que esté bien el hecho de escuchar a Alexi sin meter guturales en una canción, pero más por curiosidad que por necesidad. En este caso resultó ser un error, dejando a la gente parada de nuevo, y resultando algo aburrida. Por suerte «Are You Dead Yet?» acabó con ese parón, convirtiéndose en una de las canciones más coreadas de la noche.

«Blooddrunk» vino justo antes de «Angels Don’t Kill», y a diferencia de las anteriores canciones lentas, esta no bajó ni un poco el ritmo, tal vez porque veamos una intensidad distinta a pesar de la velocidad. «Towards Dead End» tuvo el papel de llevar el caos y la locura al público, para que durante las últimas tres canciones solo fuera aumentando. Cómo no, estas fueron «Hate me!» protagonizada por un mosh pit en el que ya sólo había hueco para los más valientes, «Downfall» y para cerrar la actuación, la agresiva «In Your Face».

La sensación general fue muy buena, con mucho movimiento por la sala, a pesar de ser unas cuatrocientas personas, muy buen sonido y una ejecución brillante cómo acostumbran. La parte mala tal vez sea un setlist un tanto pobre ya que se echaron de menos demasiadas canciones como «Follow The Reaper», «Needled 24/7», «Warheart» o «Kissing The Shadows». De todas formas seguirán moviendo a tanta gente como siempre, en noches death metaleras como esta.