Casablanca restauran la fe en el rock and roll
Al final, por muy mal que vayan las cosas en la industria, nadie podrá sustituir a un buen concierto en directo en una sala oscura y con olor a cerveza por el suelo.
Más allá de que están siendo tiempos complicados para la música en directo, no cabe duda de que están apareciendo muchas nuevas bandas capaces de cautivar al público en pequeñas medidas. Conciertos pequeños, de club, de los de siempre, para cien personas, en los que se sigue sintiendo aquel componente divertido, imprevisible y barriobajero del rock and roll. No todo son shows coreografiados con comentarios ensayados entre tema y tema y apatía generalizada sobre el escenario. Aun queda una casta de bandas capaz de levantar la noche a partir de la nada. Y hacerlo bien.
CASABLANCA tienen apenas un par de discos en su haber, pero cuenta con un gigante de la guitarra como es Ryan Roxie para amenizar las cosas y dar visibilidad. Un combo sueco de innegable calidad que se apoya en los sonidos de los ’70, más que en los de los ’80 y ofrece una mezcla a medio camino entre Thin Lizzy, Journey, Motley Crue, Buckcherry y Hanoi Rocks. Una mezcla a priori nada desdeñable. Pero es que en directo ganan incluso más enteros.
Se presentaron en Barcelona dentro del marco de una muy amplia gira española presentando su último trabajo, “Riding a Black Swan”, tocando en multitud de ciudades como Cadiz, Monzón o mismamente Barcelona. Coincidir con dos bandas más en un lunes es, sin embargo, mala planificación. Esa misma noche tocaban Iced Earth a veinte metros de la sala donde se suponía que tocaban Casablanca inicialmente (Rocksound), Protest The Hero a cinco calles (Bóveda) y Redd Kross en la otra punta de la ciudad (Bikini). Aún así, Casablanca habían vendido 120 entradas anticipadas, lo que motivó el cambio a la cercana Razzmatazz 3, por comodidad para el público y la banda. Finalmente no vino mucha gente más, pero el cambio se agradeció.
La banda salió a escena con cierto retraso, casi a las diez de la noche, pues Ryan Roxie había estado realizando un clinic para Gibson Guitars en Barcelona y las pruebas de sonido se habían retrasado considerablemente, además del cambio de sala a última hora. Pero el público los recibió con ganas y ellos respondieron desde el primer momento con buen humor, muchas ganas y energía a raudales. “Deliberately Wasted” fue el pistoletazo de salida a la noche,a lo largo de la cual fueron intercalando temas nuevos como “Riding a Black Swan”, “Some Misty Morning” o “Hail the Liberation” con los temas ya conocidos de su primer disco, sobretodo los más conocidos, como “Apocalyptic Youth”, “Love and Desperation” y ya en el tremo final del show, “Downtown” y “Rich Girl”.
En directo, es Ryan Roxie quien lleva el peso escénico de la banda, con sus poses de rockstar hechas a medidas de una banda como esta. No obstante, se compenetra bien con Anders Ljung, quien posee una voz a medio camino entre la de Josh Todd de Buckcherry y un Michael Monroe más melódico. Todo un viaje al pasado en un concierto de apenas hora y diez de duración pero que nos llenó más que mucho de dos horas con trabajados efectos de luces y sonido. Al final, por muy mal que vayan las cosas en la industria, nadie podrá sustituir a un buen concierto en directo en una sala oscura y con olor a cerveza por el suelo.
Promotor:Silvertrack
Día:2014-01-20
Hora:22:00
Sala:Razzmatazz 3
Ciudad:Barcelona
Puntuación:9
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