BON JOVI
Para muchos, BON JOVI son un gran grupo de Hard-Rock echado a perder como grupo
de moda para quinceañeras. Nada mas lejos de la realidad. BON JOVI ofrecieron
anoche en el Palau Sant Jordi un concierto de una intensidad que ya quisieran
para sà todos los nuevos valores del Heavy Metal y el Hard-Rock. Quien sea
capaz de llegar a esa afirmación, no ha asistido a un concierto de la banda
jamás. Lo demostrado por BON JOVI hace unas horas en suelo barcelonés ha sido
todo un ejercicio de complicidad con su público, de saber estar, de transmitir
energÃa y sobretodo, un manual práctico de como hacer un concierto de Rock.
El dia anterior, la banda parecÃa ligeramente apática en su rueda de prensa
en el Hotel Arts de Barcelona. No habrÃa dado ni cinco duros por su concierto
del dÃa siguiente. Ahora me trago amablemente mis pensamientos. Sin haber sido
un concierto excelente, ha cumplido con las expectativas de 18.000 fans hambrientos
del quinteto de New Jersey. Y a fin de cuentas, eso es todo lo que importa.
Alrededor de las 8 de la tarde, el aforo del Palau Sant Jordi ya estaba bastante
repleto, con una masa ingente de seres humanos aun accediendo al recinto ordenadamente
y sin nada de histerias. El contingente de seguridad desplegado para el concierto
era abundante, supongo que por aquello de mas vale prevenir que curar. Eso si,
en las primeras filas la situación de los encargados de seguridad ha sido, a
buen seguro, estresante en grado sumo. No han parado ni un minuto de retirar
chicas mareadas, agobiadas o simplemente, desmayadas.
Una vez tocadas las 9 de la noche, hago mi entrada al recinto. Gigantescos
hombres-anuncio de Fortuna y neumáticas azafatas iban dando la bienvenida a
los invitados y tras caminar un rato, encuentro la zona de prensa. Una vez allÃ
sentado, cuento los minutos para que los de New Jersey tomen el escenario. Y
con un ligero retraso de 10 minutos, se apagan las luces y el murmullo amplificado
de 18.000 personas pasa a ser un grito ensordecedor unánime que sirve como bienvenida
a los chicos. La banda aparece sobre el escenario y en medio de una acogida
descomunal descargan su primer tema de la noche: “Bounceâ€. Me reservaré la opinión
sobre el nuevo disco de la banda, pero solo diré que probablemente habrÃa sido
mejor que tocaran un par de temas de “7800º Farenheitâ€, del cual reniegan desde
hace mucho tiempo. De todas formas, “Bounce†ha tenido bastante presencia radiofónica,
como es habitual en los discos de la banda, y la gente coreó los temas con fervor
inusitado.
El escenario es, ciertamente, extraño. Dos bloques de PA cuelgan del techo
a ambos lados del escenario, mientras que una pantalla de video enorme cubre
la parte posterior del escenario. La tarima de la baterÃa esta tapada por una
espécie de “empapelado†de ladrillos que da el pego. La parte posterior del
escenario tiene una especie de fortaleza de la cual la banda emerge al comenzar
el concierto, y en la cual se refugian antes de los bises. El escenario está
redondeado en la parte frontal, y a ambos lados tiene sendas prolongaciones
para que Jon se acerque a saludar a los fans de las gradas a una distancia digna.
En el frontal del escenario, dos cámaras graban cada movimiento de la banda,
mientras que una tercera hace lo propio desde la grada derecha y una cuarta
desde el fondo del recinto. Escondida, en la parte derecha del escenario, se
encuentra la mesa de control de la gran pantalla de vÃdeo.
El público es variopinto. Desde estudiantes de secundaria en estado catatónico
a viejos rockeros en estado vegetal, desde heavies power-metaleros a glammies
de los 80, pero con una amplÃsima representación del colectivo femenino adolescente,
algo que era, por otra parte, previsible. A buen seguro fue una mala noche para
ese sector de la audiencia: no sonaron ni “Always†ni “Bed Of Roses†ni ninguna
de las azucaradas mega-famosas baladas de la banda. En cambio, sonó medio “Slippery
When Wetâ€, y hubo momentos de delirios rockeros in crescendo. Probablemente,
lo que nadie esperaba.
Como decÃa, “Bounce†abrió fuego, seguido de un explosivo “You Give Love A
Bad Name†durante el cual se comenzó a evidenciar que el sonido no iba a ser
el de PINK FLOYD. Los solos de Sambora a duras penas se escuchaban, mientras
que la voz de Jon en ocasiones era demasiado baja y en otras ocasiones demasiado
alta.
Con el público ya en el bolsillo (y de qué manera), la banda procedió a darnos
la primera en la frente: “Wild In The Streetsâ€, uno de los temas mas puramente
Springsteen de “Slippery When Wetâ€. La ejecutaron de manera magistral, y el
público –excepto el sector acérrimo- se quedo ligeramente extrañado, probablemente
porque mas de uno/a desconocÃa el tema (no es precisamente el tema mas radiado
de la historia de la banda). A continuación, Jon se apoderó del centro del escenario
y entonó a capella el estribillo de “Livin’ On a Prayerâ€, mientras el publico
coreaba. Acto seguido, David Bryan comenzó a tocar las primeras notas del tema,
el cual puso de nuevo el Sant Jordi patas arriba.
“Everydayâ€, de su último disco, fue recibido como un clásico de toda la vida,
suerte que no correrÃan otros temas de “Bounce†que sonaron esa noche, siendo
“Undivided†otra excepción. “Keep The Faithâ€, el siguiente tema, fue probablemente
uno de los momentos mas logrados de la noche. Es un tema que en directo gana,
y mucho. En la parte lenta del tema, Jon comenzó a susurrar ante el micro prácticamente
a oscuras, y el cantante fue progresivamente perdiendo los papeles en su monologo
susurrado hasta soltar un grito histérico y caer el suelo. El rugido del público
fue alucinante. A medida que Tico Torres va marcando de nuevo el ritmo del tema,
Jon va levantandose poco a poco del suelo, maracas en mano y la gente alucina
como si estuviera viendo la resurrección de Jesucristo. Todo teatro, por supuesto.
El solo final de Sambora fue de nuevo capaz de erizar el vello, ganando cada
vez mas intensidad hasta que la banda comienza a acelerar el tema y Tico descarga
toda su furia contra los parches a mil por hora. IncreÃbles.
La intesidad del show estaba subiendo demasiado, asà que “Wanted Dead Or Aliveâ€
sirvió para amansar a las fieras. El también semi-acústico “The Distance†contribuyó
a ello. Pero entonces sonó “It’s My Life†y de nuevo el recinto a punto de derrumbarse.
Sin embargo, “Misunderstood†fue un poco ignorada por parte de la gente. Algo
que no ocurrió con “Someday I’ll Be Saturday nightâ€, pues la respuesta fue de
lo mas entusiasta.
Cabe decir, que Jon comienza a fallar en el aspecto vocal y que le cuesta mantener
de manera adecuada la respiración y completar las letras. Sin embargo, su entrega
en escena sigue siendo admirable. El publico también esta predispuesto a perdonarle
los errores. Cuando el viejo Jon sonrÃe por la pantalla gigante, el sector femenino
se deshace por momentos.
Tico Torres sigue siendo el verdadero motor de la banda junto a Sambora. El
primero pega mas fuerte que nunca, parece que este tocando en MOTORHEAD en vez
de en una supuesta banda de rock edulcorado. El segundo sigue siendo el entrañable
rockero de toda la vida, que con cara de felicidad suprema nos regala todos
los solos que esperamos escuchar. Esta noche fue un poco mas allá, y nos regalo
un “I’ll Be There For You†cantado por él, tras un breve solo de piano de David
Bryan. Hugh McDonald sigue siendo un extraño ente dentro de la banda, el cual
todo el mundo ve sobre el escenario pero es ignorado como si no existiera. Digamos
que la porción de tiempo que salió por la pantalla gigante fue de mas o menos
un 0,1 %.
“Born To Be My Baby†tuvo situaciones bastante cachondas. A ambos lados del
escenario, y con una valla para evitar que fueran mas allá de donde les era
permitido, dos grupos de fans alucinaban con la visión de la banda desde la
misma superficie que ellos. En un momento en que Jon se acercó al grupo de la
parte derecha del escenario, dejó salir a una chica con la cual se dió un beso,
ante el delirio colectivo. Una vez llegado el final del tema, la chica burló
la seguridad y se escapó corriendo por el escenario para dar un segundo beso
a Jon, seguido de brincos y expresiones de alegrÃa variadas. El cantante, de
sonrisa omnipresente, en esta ocasión reÃa abiertamente ante la curiosa situación.
“Runaway†deberÃa haber sido uno de los momentos cumbre de la actuación pero,
aunque la banda ha recuperado la versión electrica del tema, Jon no llega bien
a los tonos de antaño y la canta una octava por debajo. Sin embargo, un intenso
“I’ll Sleep When I’m Dead†sirvió para resarcirse, y el final in crescendo enganchó
directamente con un tema muy poco común, y a decir verdad, mi favorito de BON
JOVI: “Raise Your Handsâ€. No deberÃan haberla ensayado mucho, porque Jon comenzó
inventándose la letra del tema y parecÃa que a duras penas podÃa mantener la
respiración mientras lo cantaba. De todas formas, fue un bonito detalle. Tras
esto, la banda se retira a la fortaleza que hay detrás de la baterÃa mientras
el Sant Jordi entero corea y grita durante 3 o 4 minutos. Finalmente vuelven
a escena y descargan “In These Armsâ€, “Captain Crash and the Beauty Queen From
Mars†y un genial “Bad Medicine†que hizó temblar los cimientos del edificio.
Cuando nos quisimos dar cuenta, la banda habÃa comenzado a cantar un histriónica
versión de “Shoutâ€, el tema rockanrolero –creo que de BEACH BOYS- que casi siempre
interpretan a medias de “Bad Medicineâ€. Cuando el tema habÃa casi acabado, Jon
dió la entrada de nuevo a la continuación de “Bad Medicine†y ese si que fue
el final definitivo del concierto. Jon no podÃa mas, habÃan sido dos horas y
cuarto sin descanso apenas, y Jon ya no es un niño aunque conserve su eterna
cara infantil que tantos corazones ha roto.
La banda se retiró del escenario a las 23:50 tras una reverencia y un “¡puta
madrrre!1†de Tico Torres. Sin duda, BON JOVI siguen siendo LA banda de Hard-Rock,
pero Jon comienza a preocuparme en sus interpretaciones en directo. Su voz comienza
a llegar con dificultad a ciertos tonos, pero no hay que olvidar que el chico
está bien entrado en los 40 años.
En definitiva, se comieron a sus detractores con patatas, aunque podrÃa haber
sido mucho mejor. Además, que es eso de que no toquen “Lay Your Hands On Me�
Texto: Sergi Ramos
Fotos: Marcelo Gonzalez/Sergi Ramos
Datos: Palau Sant Jordi Barcelona Promotor: Dr. Music/Fortuna/Telpir Publico: 18.000 personas
Día:21/05/2003
Puntuación:7
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