Este es el final de una banda que ha abierto puertas pero que ya le tocaba volver a casa, echarse en la cama y dedicarse a descansar. El recuerdo siempre quedará y su legado es innegable pero pese es hora de cerrar este capítulo antes de que se convierta en una caricatura excesiva

Por aquellas cosas del azar, uno se puede pasar un año buscando entradas para uno de los conciertos más memorables y de repente un día va y encuentra de rebote. Y de oca a oca nos presentamos en Birmingham para ver el final de gira de una de las primeras bandas que parieron el metal.

Poco hay que decir que no se haya dicho ya de la influencia de Black Sabbath en el mundo del rock duro y el heavy metal, poco hay que decir en general de la potencia de su sonido y de los grandes riffs de los dedos de Tony Iommi, poco hay que decir también de que esta era una gira de despedida.

Llevaban anunciando el punto y final de una trayectoria de 49 (sí, 49) años. Con subidas y bajadas, alguna juerga que otra y tras pasar todo lo imaginable en la carretera y en estudio la banda madre se retira. Esto podría sonar a una despedida triste, sin embargo si tenemos en cuenta que las edades de los tres miembros originales roza los 70, la banda madre quizá sería ya abuela y con varios nietos.

Edades aparte, ver a Black Sabbath en su ciudad natal es siempre atractivo para público y banda. Tras la apertura por la banda telonera, Rival Sons, con un rock con tintes setenteros y unas pintas un tanto hipsters pero con buena forma vocal e instrumental, nos preparamos para ver al trío reunido para el deleite de todos.

Si uno revisa los setlists de esta gira de despedida sabrá que hay poca cabida para sorpresas, improvisaciones o alteraciones de última hora. Sabbath no se arriesga y su setlist es “sota, caballo y rey”, como suele decirse.

Desde Black Sabbath a Paranoid, con la que cerraron la noche en medio de una lluvia de globos y confeti, pudimos disfrutar de los clásicos y aclamados himnos que han influenciado a much@s jóvenes durante años, como Iron Man, Snowblind o Children of the Grave.

Pese a tener delante a una de las mayores influencias del metal, uno no puede evitar en esta crónica lo evidente: es gira de despedida y con razón. Revisando los conciertos de la banda en sus años mozos y de una época hacia la actualidad vemos que, evidentemente, la actividad en el escenario ha ido disminuyendo. Geezer permaneció en su onda en el lado izquierdo del escenario (únicamente alterado a la hora de introducir N.I.B. con un solo de bajo) machacando las cuatro cuerdas sin apenas inmutarse. Iommy levantaba el aplauso del público con sus solos en el lado derecho y se daba algún paseo que otro hasta el centro del escenario para charlar con Ozzy o con Tommy Clufetos quien, todo sea dicho, hizo un gran trabajo a los parches tras la refriega que tuvo la banda con Bill Ward (lástima que haya razones más fuertes por ambos lados que una gira de despedida dirigida a los fans).

Y el cuarto miembro de la banda, ese hombre frente al pie de micro y que a veces se balancea apoyado como tu abuela mientras cose en su mecedora: Ozzy Osbourne. Si decíamos que poco había que decir de las edades de la banda, nada queda por añadir al desgaste humano que este cantante ha acumulado durante tantos años.

Vimos a un Ozzy efectivo para lo que la edad le permite, sin mucho exceso pero lo justo para animar al público y moverse alrededor del pie de micro. Debo decir que el estado de la voz de Ozzy me sorprendió para bien ya que había rumores de que quizá su registro de agudos había menguado más recientemente pero aguantó durante todo el concierto y cumplió hasta el final sin demasiados adornos.

En resumen, este es el final de una banda que ha abierto puertas pero que sin embargo, ya le tocaba volver a casa, echarse en la cama y dedicarse a descansar. El recuerdo de Black Sabbath siempre quedará y su legado es innegable pero pese a todo es hora de cerrar este capítulo antes de que se convierta en una caricatura excesiva.

Quizá haya alguien que tras leer esta crónica se cuestione el futuro del rock duro y el metal por el llamado “relevo generacional”, sin embargo ese “relevo” sucedió también en el momento en que Sabbath empezó, así como cuando Ozzy dejó la banda a finales de los 70 y, pese a todo, siempre ha habido grupos empujando del carro. La respuesta está, como siempre, en los clubes y en las bandas emergentes.

Día:2017-02-02

Hora:19:00

Sala:Genting Arena,

Ciudad:Birmingham

Teloneros:Rival Sons

Puntuación:8