Hay días realmente especiales en los que uno puede revivir toda su infancia gracias a una banda especial. Los Beach Boys fueron para mi el primer grupo que me sedujo e hizo que quisiera comprar discos y conocer un poco más el mundo de la música. Me hicieron cantar, bailar y querer empuñar una guitarra y formar un grupo. Sus melodías pegadizas, los ritmos surf y esas voces envolventes eran irresistibles para un chaval como yo. No era una banda de moda, incluso mis compañeros de clase ni les conocían. En los 80 las bandas de moda eran otras, pero a mi los Beach Boys me calaron muy hondo y me marcaron para siempre. Han pasado 25 años de todo aquello y la suerte hizo que celebraran su 50 aniversario reunidos y en mi ciudad. Un sueño hecho realidad.

 

El Poble Espanyol registró una entrada excepcional con una larga cola formada por gente de todas las edades. Había algunos heavies incluso que también me reconocían que los chicos de la playa fueron una temprana influencia. Con media hora de retraso, y un amago de salir a escena, subieron hasta 14 personas al escenario, siempre con los miembros fundadores en primera línea. Que bonito era verles sobre escena contoneándose al son de “Do It Again”. Los músicos jóvenes tapan las carencias, pocas, de los abuelos del surf, pero la impresión de perfección esta en todo momento. Suena todo tan perfecto que la sombra de voces pregrabadas o de que algún músico tape a algún miembro de los Beach Boys planea más de una vez. Pero posiblemente sólo fueran imaginaciones mías.

 

Excepcionales fueron “Little Honda”, “Catch a Wave” o “Surfin Safari”. EL inicio fue algo dubitativo, sonido perfecto, alguna imperfección leve y pocos clásicos, hecho que dilató la espera del éxtasis. En “Then I Kissed Her” se quedó sólo Brian Wilson y le tembló un poco la voz, pero la emoción de todos fue absoluta. Pedazos de historia iban sucediéndose, al igual que los protagonismos solistas del grupo. Todos tuvieron momentos de gloria capitaneados por un genial Mike Love, muy comunicativo y jugando a lo obvio para arrancar aplausos. Las sorpresas llegaron de la mano de “When I Grow Up (To Be a Man)”, la colosal “Cotton Fields” del cada vez más reivindicado Lead Belly y sobretodo por esa enorme “California Dreamin”, que no esperaba para nada.

 

La gente bailaba y disfrutaba pero fue en la recta final cuando el set list fue sublime; éxito tras éxito. Antes había sonado “Thats Why God Made the Radio”. Una lástima no incluir “Still Cruising” de principios de los 90. EL respetable enloqueció con “Little Deuce Coup” y sobretodo con “Get Around”, con las baladas “Sloop John B” y con “God Only Knows”. Personalmente me tocaron la fibra con “Heroes and Villians” y con ese juego de coros. Con todo el pescado vendido se regalaron a golpe de clásico y las olas de la playa de California nos golpearon una y otra vez, sin descanso. “Barbara Ann”, “Surfin USA”, “Dance, Dance, Dance”, la perfección hecha composición y llamada “Good Vibrations”, la festiva “Rock and Roll Music” o un “Wouldnt It Be Nice” antológico. En esta gira europea no hay momento de descanso así que sólo hubo tres bises. Una descafeinada “Kokomo” (sonaba en la película “Cocktail”), la grandísima “Do You Wanna Dance” (aunque me quedo con la versión de los Ramones) y el grand finale con “Fun, Fun, Fun”, resumiendo perfectamente lo que había sido el concierto.

 

Sinceramente me pone algo triste que un concierto como este no haya sido en un Palau Sant Jordi o en un estadio gigante. Pero también me alegro de haber podido disfrutar de esta banda en el marco incomparable que es el Poble Espanyol. Quienes han dudado o no han podido estar se han perdido uno de los mayores espectáculos que alguien puede ver hoy en día. Espero que puedan volver, pero si no, uno ya guarda para siempre este sueño de infancia hecho realidad.

 

Jordi Zelig Tàrrega

Asistentes:3000

Día:23/07/2012

Sala:El Poble Espanyol

Ciudad:Barcelona

Puntuación:10