BARON ROJO

El premio a una carrera coherente

De manera bastante probable, muchos acusarán a BARON ROJO de vivir a expensas
de lo que hicieron hace 20 años. Y puede que tengan razón. La banda no destaca
especialmente por sus nuevas composiciones, sino mas bien por el material
antideluviano que ejecutan en sus conciertos, y eso es algo bastante evidente.
Pero mirado desde un punto de vista lógico, BARON ROJO tienen permiso para
hacerlo. La gente demanda “Concierto Para Ellos” y no “20 +”.

Mientras que otros grupos caen en la autoindulgencia desmesurada cuando se
trata de recordar el pasado –tanto que acaban viviendo en él-, BARON ROJO
son un caso aparte. El 90% de sus conciertos se basa en temas que no tienen
menos de 10 años de vida, pero la gente los acoge de manera espectacular,
y acude a los conciertos con la intención de escuchar esos temas. En otras
palabras, nadie va a ver IRON MAIDEN para poder escuchar “Sign Of The Cross”,
sino mas bien para escuchar “Two Minutes To Midnight”. Y, aclarando uno de
los puntos expuestos unas líneas mas arriba, los barones no viven en el pasado.
No intentan ocultar su alopecia, ni sus kilos de mas, ni sus canas. Simplemente
salen al escenario y hacen absolutamente todo lo que está en sus manos para
conseguir erizar el vello de la audiencia. Quizá la voz de Carlos de Castro
no pasa por un especial buen momento, y quizá Angel Arias es muy estático.
Y quizá su último disco, “20 +”, no es ninguna maravilla a recordar. Pero
estamos hablando de BARON ROJO, una de las pocas bandas de rock duro españolas
con un legado, unos clásicos, y una leyenda solo equiparable a las grandes
bandas internacionales. Ellos se lo merecen porque han trabajado duro. Han
saboreado el éxito, han probado el repulsivo sabor del olvido, y finalmente
han conseguido ser una respetable banda que con solo encender sus instrumentos
puede transportarte a otra época. Por su coherencia como artistas, por no
haber cedido a las exigencias de un difícil negocio, y por no haber abdicado
ante sus detractores, BARON ROJO merecen el lleno total que registró el pasado
sabado 22 la sala Razzmatazz 2 de Barcelona.

Las comparaciones evidentes

La vieja guardia y la nueva guardia del metal nacional se lleva a matar,
como es típico. Muchos critican a las nuevas bandas, apoyándose en la validez
del legado de las antiguas. Para los nuevos fans del Heavy Metal nacional,
es un misterio el porqué se critica a “x” banda por hablar del “metal” en
sus letras y porqué no se critica a BARON ROJO debido a que el protagonista
de algunas de sus letras es “el rock”. Muy fácil: casi 25 años en el negocio
implica un respeto casi bien intrínseco al grupo. BARON ROJO ya no deben demostrar
nada a nadie, han chupado miles de kilómetros de carretera y se las han ingeniado
para sobrevivir en momentos en los que lo que ellos tocan no era precisamente
tan popular como ahora.

En ningún momento se intenta desmerecer a ninguna banda, pero está claro
que se ha de reconocer un legado mítico como pocos casi sin protestar. BARON
ROJO son BARON ROJO y su rollo es el rock. Cuando alguna de las famosas bandas
de Heavy Metal actuales cumpla 25 años el negocio, podrán llegar a compararse
con bandas de la talla de los barones. Mientras, seguirán siendo un simple
producto de una época y circustancia determinada.

Un directo demoledor

Cuando allá por principios/mediados de los 90 BARON ROJO estaban en pleno
declive de popularidad, nadie daba ni un duro por ellos. Obviamente la banda
seguía girando y tocando en pequeñas salas, sin rendirse a los engranajes
de la industria de la música, los cuales un día te propulsan hasta el éxito
mas increíble y al dia siguiente te empujan por un precipicio que lleva a
no se sabe demasiado bien donde. En cualquier caso, es realmente sorprendente
ver a BARON ROJO metiendo casi 1000 personas en una sala, un logro asfixiante
que no consiguen ni ANGRA, METALIUM y DORO juntos (sino haced números con
la asistencia de público en sus últimas tres giras a su paso por Barcelona).

A las 22:00 horas, las luces de Razz 2 se apagaban, y con un sonido bastante
deplorable que se arregló levemente a medida que avanzó la noche, Carlos y
Armando de Castro, Angel Arias y Vale Rodríguez aparecen sobre el escenario
con un “Breakthoven”, el cual se fundió con “Larga Vida Al Rock N’ Roll”.
Menuda manera de comenzar un concierto.

Desde el primer acorde estaba claro que Armando de Castro estaba absolutamente
desbocado esa noche. No hubo manera de que el guitarra parara quieto un momento,
corriendo por el escenario de punta a punta, maltratando las cuerdas de su
guitarra con una rabia innata, y doblando notas con su hermano Carlos cuando
los temas lo precisaban.

Casi sin tiempo a respirar sonó “20 +”, una de las pocas concesiones al nuevo
material de la banda. Mientras que este tema fue recibido con bastante menos
entusiasmo por parte del público, la reacción del respetable con “Anda Suelto
Satanás” y “Te Espero En El Infierno” fue de órdago. La gente saltaba y coreaba
cada letra, remarcaba cada acorde con sus puños en alto y sin duda, fueron
quienes dieron el combustible necesario para que el Barón sobrevolara Barcelona
con mas fuerza que nunca.

“Concierto para Ellos” fue uno de los momentos mágicos de la noche, en el
cual toda la salá canto el conocidísimo estribillo del tema. Sin lugar a dudas,
aunque esto no sea 1982, BARON ROJO hacen un buen esfuerzo por situarte en
la época. “Flores del Mal” y “Cuerdas de Acero” precedieron un corto pero
efectivo solo de batería de Vale, en el cual demostró estar bastante por encima
de la media de los baterías nacionales. Pero, si hubo un momento intenso esa
noche fue la interpretación de “Cueste lo que Cueste” en la cual Armando intercaló
un solo improvisado al ritmo del tema. El solo fue creciendo de intensidad,
con Armando exprimiendo su guitarra al borde del escenario y desembocó nuevamente
en el tema, probablemente uno de los mas radiables de BARON ROJO.

El momento realmente emotivo de la noche llegó, como no, con la sentida interpretación
de “Siempre Estais Allí”, que puso el nudo en la garganta a mas de uno. Es
simplemente impresionante ver como tal cantidad de público se deja llevar
por melodías tan añejas pero a la vez, tan queridas aun hoy en día. De todas
maneras, si alguna pega se le puede poner a todo el concierto es la dudosa
calidad de sonido que sufrimos durante toda la noche. La cosa se arregló por
momentos pero evidentemente, podría haber sonado mil veces mejor.

El punto álgido de la noche fue, sin lugar a dudas, “Resistiré”, el cual
sonó realmente maléfico, con toda la banda absolutamente fuera de sí, bañada
en una luz roja que daba aun mas realce a la mala leche del tema. Tras ello,
se despidieron y poco después volvieron a escena para un largo medley de “Baron
Rojo” e “Hijos de Caín” que definitivamente clausuró la noche.

Por muchos años

Sin duda BARON ROJO están en plena forma y no tienen nada que envidiar a
las formaciones mas jóvenes que pueblan hoy en dia la escena rockera del país.
En todo caso, tienen muchas cosas que restregar por la cara a muchos, sin
duda. Y ya no hablo de los logros pasados, sino del saber estar actual de
la banda. A pocos grupos con la constancia de BARON ROJO encontraremos en
éste país. Sin duda, por la cuenta que nos trae, por la marcha que nos dieron,
larga vida al Barón.