Bad Religion: cómo hacer punk rock a los casi 50 años

Grandísima noche de concierto. Bad Religion tienen intención de despedirse y su adiós es realmente emotivo y brillante. SI la despedida es en plan Scorpions o Judas Priest no hay problema… pero creo que esta gente sí que va en serio. Se les echará mucho de menos.

Cuando los años pasen y el mundo musical analice a Bad Religion deberá dedicarle muchos capítulos. Su legado es enorme, su influencia es más que evidente pero también su mensaje y valentía son dignos de analizar. Consiguieron un sonido propio y en los 90 llegaron a ser enormes. Seis años sin recalar en Barcelona eran demasiados, y ahora que parece que cuelgan la toalla, era una especie de ahora o nunca. Barcelona quiso vestir sus mejores galas y la respuesta hacia el grupo fue impresionante. Un lleno hasta la bandera como hacía años que no veíamos. Pero es que la cosa era muy tentadora, pues iban acompañados de Against Me! Bandaza que parece ser ya toda una referencia mundial del estilo, y armada con un/a frontman excepcional.

No habían empezado los teloneros y la gente ya llenaba hasta los topes la mayor de las Razz. Laura Jane Grace ejerció de maestra de ceremonias. Ya no es ninguna rareza ver a un travesti de frontman, pero que el grupo tenga la calidad de Against Me! Eso ya es algo más raro. Gozaron de mucha participación de la sala, y es que en sus filas había todo un Atom Willard a la batería. Cortes como “Pints of Guiness” Make You Strong” o “I Was a Teenage Antichrist” dejaron patente que estamos ante una gente que van a dar mucho que hablar. Su sonido es más europeo que americano, y el gancho que poseen sus canciones es más que meritorio. Mucha ovación, fans entregados y aplausos tras “Trash Unreal” y “Walking Is Still Honest”. No podemos decir que llegaron a eclipsar a Bad Religion, pero sí que se han ganado una gira como cabezas de cartel bien pronto. Apuntan muy alto…

Lo de Bad Religion era esperable… Ya les vimos en un Azkena con buen nivel, pero un show completo es escandaloso. Salieron a degüello con “Fuck You” y “Modern Man” y la fiesta ya no tuvo respiro. Han envejecido, especialmente Greg Graffin, pero el carisma y la entrega siguen allí. Los coros geniales sonaron a gloria en “New America” y “Stranger then Fiction” y pronto el peso de los clásicos hizo que la gente se viniera arriba. EL setlist estuvo realmente equilibrado por mucho que haya gente que echara de menos algunos clásicos. Grandes momentos con “Recipe for Hate” y “True North”, todo un discazo que defendieron con uñas y dientes. Obviamente se echó en falta a Brett Gurewitz, pero está metido en otros quehaceres discográficos. Muy grandes fueron “Struck a Nerve” y sobretodo “You” del “No Control”, pero “Los Angeles Is Burning” sería de las más aplaudidas. Fue un concierto de esos en los que banda y público comparten protagonismo.

La sucesión de himnos alcanzó a “I Want to Conquer the World” y luego la imprescindible “21st Century (Digital Boy)”. Genial el coreo masivo. Había cuerda para rato y el grupo estaba más que cómodo con la gente, así que tocó cantar en “Sinister Rouge”, “Dearly Beloved”, “Sanity” y “Supersonic” (genial). El grupo sabe manejar a las masas a su antojo y la diversión era generalizada. Hubo tipos que ya cerca de los 40 aprovecharon para rememorar los 90 comportándose como en sus tiempos mozos. Camisetas fuera y cerveza en mano… como tiene que ser, ¡como siempre fue! “Prove It” era otra visitación al “Process of Believe”. “Can’t Stop It” precediría a uno de los momentos álgidos: “Atomic Garden”, uno de los himnos definitivos de los 90. Excelente tema y excelente respuesta. Habían caído más de 20 y quedaba mucho por sonar. Sudorosos y sin pausa atacaron “You Are (The Government)” y “1000 More Fools”. A partir de entonces el peso de las joyas era absoluto. Gran trabajo de Brian Baker y Mike Dimkich, especialmente en los coros.

Ya en la recta final sonaron “Best for You”, “Do What You Want”, “Sorrow” y la hímnica “Come and Join Us”. La sala alcanzó el punto álgido de temperatura y entrega por parte de público y grupo, momento que aprovecharon para lanzar el “Punk Rock Song”, otro de sus singles definitivos. La fiesta era total. Dos únicas referencias al “The Grey Race”. Los bises eran todos bombas con metralla. “Generator” empezó con todo el público coreando el inicio, y en “Infected” y “Dept. of False Hope” ya estaba todo el pescado vendido. El cierre, por todo lo alto, lo puso una intensa “American Jesus” festiva que les dejó en su punto más alto. Grandísima noche de concierto. Bad Religion tienen intención de despedirse y su adiós es realmente emotivo y brillante. SI la despedida es en plan Scorpions o Judas Priest no hay problema… pero creo que esta gente sí que va en serio. Se les echará mucho de menos.