El Azkena sigue siendo el mejor festival del verano con diferencia. El hecho de que la ciudad viva por el festival y lo acepte es todo un logro, y sus 11 años lo avalan. Salir del recinto y no encontrarte un solar polvoriento en medio de la nada es la clave. Cuando uno sale del recinto y encuentra la señorial ciudad de Vitoria-Gasteiz invadida por gente tatuada con pintas rockeras, tupés y camisetas negras es algo muy grande. Cada año mejoran las estructuras, los servicios y casi nunca hay colas ni quejas. Otro de los grandes atractivos es que no es un festival masificado y esta hecho a dimensiones humanas. Finalmente la cantidad de bandas que uno puede descubrir allí es inmensa. Todos y cada uno de los grupos que tocan es de solvencia contrastada y rock, punk, metal y rockabilly conviven dentro y fuera de los escenarios. Muchos pensaban que este año la entrada quedaría afectada por la baja de Black Sabbath y la repetición de Ozzy otra vez. Finalmente, cada día del festival, hubo unas 12000 personas. Si en tiempos de crisis manejamos estos números es que mucha gente es fija de este festival. Y es que independientemente de si te gusta o no el cartel, el Azkena es mucho Azkena… Se lo ha ganado.  

BLUE OYSTER CULT (7/10)  

Parece que los jueves son el día metal por excelencia, y el hecho de traer a bandas difíciles de ver por estas tierras es el gran aliciente del festival. Nada más y nada menos que Blue Oyster Cult para empezar. Esta veterana banda tocó a plena luz del día pero ofreció un gran concierto lleno de veteranía. Contaron con todo un Rudy Sarzo al bajo y ofrecieron pedazos de historia de la talla de “The Red and the Black”, “Golden Age of Leather” o la genial “Burning for You”. Echamos de menos “Astronomy”, pero cuando atacaron las célebres “Godzilla” y sobretodo “Dont Fear the Ripper” la gente se entregó de lo lindo. La temprana hora y el hecho de que fuera un concierto de festival hicieron que la cosa no fuera rotunda. Esperemos verles algún día en un show completo de gira, con todas las de la ley y todo su set.  

TWISTED SISTER (8/10)  

Son un valor seguro. A pesar de que era completamente de día y que han dejado el maquillaje en los camerinos saben cómo sacar un show adelante y convencer absolutamente. Fue toda una declaración de intenciones eso de aparecer tras el “Its a Long Way to the Top” de AC/DC. Les hemos visto últimamente tocando todo el “Stay Hungry”, así que fue todo un regalo verles cambiando el set list. “What You Dont Know (Sure Can Hurt You)”, “The Kids Are Back” o “Sin After Sin” combibieron con los habituales clásicos. Estos animales de directo saben como hacer las delicias de los presentes y sus trucos y entrega son un ejemplo absoluto. “The Price”, “I Wanna Rock” o “SMF” hicieron mover a todo el público, pero la que nos tocó la fibra fue “Come Out and Play”… no me la esperaba. EL “Were Not Gonna Take It” sería repetida por la españolizada versión del “Huevos con aceite”, masivamente coreada. Y cómo no, la siempre intensa y efectiva “Burn in Hell”. Siempre quienes les ven por vez primera terminan rendidos a sus pies, pero para los que les hemos visto ya muchas veces, un show más de festival, aunque muchos quisieran rozar el nivel de esta gente cuando va a piloto automático.  

GRAVEYARD (9/10)

Muchas ganas había de ver a los suecos GRAVEYARD. Aunque parecieran un nombre menor del cartel, lo cierto es que la banda de Joakin Nilsson era una de las más esperadas del evento, a juzgar por la cantidad de público que congregaron en la primera jornada del festival. Sus destellos del hard rock más psicodélico y experimental de los años '70 brillaron a lo largo de casi una hora de set en el escenario Robin Gibb. Aún así, les afectó que una buena parte del público decidiera irse a cenar o quedarse esperando a STATUS QUO en el escenario grande, pero aún así las cifras determinaron que el público rockero los tiene en muy alta estima. Gemas como "Ain't Fit To Live Here" o "Uncomfortably Numb" dejaron buen sabor de boca y allanaron el camino para una próxima gira por recintos más pequeños como cabezas de cartel.

STATUS QUO (8/10)  

La dupla histórica formada por Parfitt y Rossi posee muchísimas tablas y un repertorio exquisito. Son tantos años de trayectoria que era todo un placer velres sobre las tablas vitorianas. Su Rock and Roll marca de la casa hizo vibrar a la gente si bien se notó que muchos heavies decidieron ir a otra parte. Gran error pues temas como “Caroline”, “Down Down” o “The Wanderer” valen su peso en oro. Supieron ofrecer un concierto a la altura de su leyenda si bien nada comparado cuando vienen con su show completo. Obviamente “In the Army Now” fue masivamente coreada y “Rock and Roll Over the World” y “Whatever You Want” lo más aplaudido y bailado. Imposible no rendirse y disfrutar de un legado tan magno.

STEEL PANTHER (8/10) 

 Los antiguos Rock Skool era uno de los platos fuertes para todos aquellos seguidores del hard rock. Genial su inclusión, demostrando que son sumamente especiales, y a pesar de haber nacido como banda parodia tienen mucho que aportar a la escena. Los clichés van en fila y los momentos paródicos se sucedieron, pero es imposible amar el hard rock y no dejarse llevar por “In the Future”, “17 Girls in a Row” (el título lo dice todo) o el ya clásico “Death to All but Metal”. A destacar también “Just Like Toger Woods” pero también el desparpajo, las pintas y la fiesta que son capaces de montar. De hecho congregaron a mucha gente delante del escenario teniendo en cuenta que todos unos Pentagram descargaban a la misma hora. Sus camisetas desteñidas estilo 80s eran una pasada. Lástima que su merchandising no bajara de los 30 euros. Absolutamente demencial. Si era otro cliché de banda de los 80, ese precio no tuvo ninguna gracia. Está claro que esta gente van para arriba.  

PENTAGRAM (8/10)

 Cita con la historia en Azkena. Los coetáneos de Black Sabbath cuajaron una actuación espectacular y poderosa que haría sombra hasta al propio Ozzy. A pesar de los años la formación afronta con muchas posibilidades su directo y su doom añejo sigue vigente y no ha perdido fuerza ni atractivo. Eso sí, Steel Panther se habían llevado a la gente. Mucha actitud, densidad, riffs pesados y muchos clásicos como “Death Row”, “The Ghoul” o “Forever My Queen”. Bobby Liebling demostró ampliamente que es todo un referente, todavía, de metal actual. Para muchos el concierto de Pentagram fue lo mejor del festival, pero hubo mucha gente que ni se enteró de que tocaban o de quien eran. Últimamente vienen mucho por España. No dejéis escapar de ver a esta banda, pues sólo para ver al guitarrista Victor Griffin y las pintas que lleva el grupo ya valen la pena. ¡Y recordad que esta gente empezó en los 70!  

DROPKICK MURPHYS (8/10)  

Siempre son una fiesta absoluta. Tocaron tarde pero son ideales para imprimir esa energía final a la gente que continua con ganas de mucho más. Su punk de raíces irlandesas es exquisito y consiguieron que las primeras filas fueran las más belicosas y bulliciosas de ese primer día. Su material bailable es sumamente atractivo. Luces verdes para disfrutar de un directo potente y sin fisuras. Muy grande “The Warriors Code” en semiacústica o la excepcional “Dirty Glass” con la cantante femenina. Fue genial ver que mucho público conocía los temas y disfrutó de las gaitas, flautas y acordeones. El tributo irlandés llegó con “The Irish Rover” y sorprendieron con un tema nuevo: “Rose Tattoo” (promete mucho). A destacar la escenografía que llevaban de iglesia gótica. Grandioso concierto. 

Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Last Tour International

Asistentes:12000

Día:14/06/2012

Sala:Mendizabala

Ciudad:Vitoria-Gasteiz

Puntuación:9