Anthrax revive en Pamplona su mágica noche del Monsters of Rock de 1988 con un concierto lleno a rebosar en la sala Zentral.

Llegaba Anthrax a Pamplona. O, mejor dicho, regresaba Anthrax a Pamplona, pues ya había visitado la capital navarra en aquella mítica e inolvidable edición del Monsters of Rock de 1988. En esta ocasión actuaba en la sala Zentral que, como no podía ser de otra manera, se llenó de amantes del trash metal (las entradas se habían agotado con varios días de antelación).

Mientras la gente accedía a la sala entre inusuales medidas de seguridad (cacheos y prohibición de introducir bolsos en la sala incluidos), saltó al escenario Puraposse. La banda navarra, formada por los hermanos Aguayo (anteriormente pasaron por Kaos Etíliko o Kaótiko), practica una suerte de punk metalizado con toques oscuros y letras a pie de calle. Tocaron canciones del que hasta ahora es su único disco, “Etiqueta negra”.

Ya con la sala ya totalmente caldeada y llena hasta los topes saltaron al escenario los componentes de Anthrax. A pesar de los años transcurridos, los de Nueva York demostraron mantenerse en un excelente estado de forma, con un Joey Belladonna de voz pletórica que no dejó de moverse ni un instante de un lado a otro del escenario. A su lado estuvo Scott Ian, el único miembro fundador que sigue militando en la banda.

El grueso del repertorio estuvo formado por los clásicos ineludibles, como “Among the living” y “Caught in a mosh”, con las que abrieron el concierto (emulando el arranque de uno de sus discos más recordados). Sin apenas descanso pasaron al potentísimo “Got the time”, del noventero “Persistence of time”. Frank Bello jugó un papel determinante durante toda la actuación, mostrándose infalible con el bajo y derrochando energía sobre las tablas, sin parar de saltar ni de comunicarse con el público. Detrás de él estaba su tío carnal, el batería Charlie Benante, compositor junto a Scott Ian de la mayor parte de los temas de Anthrax. Ambos forman una base rítmica de ensueño sobre la que se lucieron Ian y Jon Donais, el segundo guitarrista, que ocupó un plano más discreto que el de sus compañeros, aunque se mostró igualmente eficaz.  Su álbum de 1985, “Spreading the disease”, también estuvo representado con su canciónn “Madhouse”. Recordemos que cuando se hizo público el vídeo clip de este tema se generó una gran polémica e incluso llegó a ser censurado por la cadena MTV, pues se pensó que el grupo queríaa ridiculizar a los enfermos mentales.

Sus trabajos más recientes también tuvieron su espacio. Sonaron “Fight ‘em ’til you can’t”, de “Worship music” (2011), y “Breathing lightning”, de “For all kings”, su último disco hasta la fecha. Una larga intro de guitarra a la que se fue sumando el resto de instrumentos hasta desencadenar un infierno de electricidad fue el preludio de “Belly of the beast”. Tras ella, un nuevo tema de su último LP, “All of them thieves”, cuyo estribillo fue muy celebrado por el público. Y para la traca final volvieron a recurrir a los himnos de su época dorada. “Medusa”, que sonó poderosísima, “Be all, end all” (en cuanto empezó a sonar el solo de guitarra la gente comenzó a corearlo), “Antisocial” y una incendiaria “Indians” con la que pusieron fin a una hora y media de sangre, sudor y metal.

Texto: Javier Escorzo / Fotos: Daniel Fernández 

Promotor:Last Tour

Día:04-07-2017

Hora:20:00

Sala:Zentral

Ciudad:Pamplona

Puntuación:10