ATARFE VEGA ROCK – TEN

Hasta que no se escuchó su voz a través del micrófono, muchos eran los que
se preguntaban si el maromo que iba a actuar como vocalista en TEN era el mismísimo
Gary Hughes. Esa imagen de chico bueno que nunca ha roto un plato, que lucía
cabellera levemente cardada que todos teníamos en mente, se contrastaba con
ese hombretón fornido que salió a escena con más pelos en la barba que en su
cabeza. Pero sí; después de la intro “The March Of Argonauts”, TEN  atacó con “Fear
The Force”, y su voz fue reconocible a la primera. Gary Hughes, a modo personal,
vocalista limitado en cuanto a tesitura y rango vocal, sabe transmitir encima
de un escenario, tiene gancho, tiene feeling (cualidades igual de importantes
que soltar agudos estratosféricos por doquier), y nos ofreció un show a la
altura. El resto de miembros no tienen nada que envidiarle, se muestran dinámicos
en escena, con soltura y logran complicidad con los presentes. En especial
el guitarrista John Halliwel, un talento musical que hizo flotar en el aire
las múltiples secuencias melódicas que ejecuta. Tampoco faltó el carisma (ni
los más que correctos coros) del teclista Paul Hodson, aunque su puesto en
escena le haga quedar un tanto secundado.

TEN en esta edición del AVR ha sido lo que fue BONFIRE el año pasado (pero
sin Cowboy rockero de por medio), una banda de hard rock melódico perfecta
para amenizar la tarde y con la que los seguidores del estilo tenían su trozo
de cartel para disfrutar. Los británicos tuvieron uno de los mejores sonidos
del festival, y aprovechando esta baza a su favor, descargaron grandes canciones
como “Spellbound”, “The Robe”, una esperada y mágica “The Name Of The Rose” o “Alter
The Love Has Gone” entre otras. El cierre vino de la mano de “Red”, tema que
todos sus fans aprecian y que supuso el regalo perfecto para el fin de fiesta.

Puede llegar a ser criticable el hecho de que TEN ejecutara un set muy predecible,
pero no hay que olvidar que su última publicación, la que se supone que vienen
a presentar, ha sido un recurrente doble recopilatorio que rememora sus diez
años de existencia, entre los que se encuentran, obviamente, los cortes más
populares de toda su carrera. Aún así, la banda dejó un buen sabor de boca
realizando un concierto directo, de puro hard rock y eliminando para la ocasión
temas de tintes épicos tipo “We Rule The Nights” y cortes lentos, que pudieran
haber ocasionado un bajón de intensidad en el más que notable y emotivo concierto
que ofrecieron.