¡TESTAMENT! Ya venía siendo hora de volver a ver a los de Chuck Billy por
aquí de nuevo. Además, con la formación original e interpretando una ristra
de clásicos aplastante, todo un lujo.

Nada más saltar al escenario (de la mano de “The Preacher” y “New Order”)
ya vimos lo que se nos venía encima, una losa de unas cuantas toneladas en
clave de genuino thrash metal, con una banda que vuelve a pasárselo realmente
bien sobre las tablas. Un Alex Skolnick de nuevo en el candelero a modo de
hijo pródigo de retorno a su lugar natural, que muy a pesar de su look con
el pelo más o menos corto a lo “persona normal” parece disfrutar otra vez como
un enano; de hecho, en pocas ocasiones se le vio perder la sonrisa y clavó de
forma pasmosa todos y cada uno de los solos, cuajando una actuación muy por
encima de lo esperado. Un gran Chuck Billy con sus típicas poses a la hora
de coger el pie de micro y hacer ver que lo toca a modo de mástil de guitarra
(de hecho no paró de hacerlo durante toda la actuación), recuperado totalmente
de su enfermedad y con mucha movilidad sobre el escenario. Por lo que a los
demás respecta, allí estaba un Eric Peterson en pie de guerra como lo ha estado
a lo largo de todos estos años, cumpliendo sobradamente bien su papel tras
las rítmicas sin demasiados alardes, un Greg Christian que demostró estar también
de nuevo con las pilas puestas y que no paró de moverse ni un instante, ya
fuera meneando las melenas o intercambiando posiciones con los demás miembros,
y un Jon Allen (SADUS) demoledor y contundente escondido tras el kit de batería.

Esperábamos suficientes canciones de “The Legacy” y “The New Order” y así fue,
pues solo se interpretaron temas de los primeros cinco discos de la banda destacando
hachazos tan carismáticos como “Burnt Offerings”, “The Haunting” o “Into the
Pit”, Sin embargo también hubo tiempo para otro tipo de temas, como puede ser
el caso de “Sins of  Omission” del “Practice That You Preach” o, especialmente, “The
Legacy” del “Souls of Black”, emotiva balada que de la que no siempre se puede
disfrutar en los set lists de la banda, por lo cual resultó todo un placer
tener el honor de saborearla en directo esta vez. A todos los factores ya comentados,
cabe destacar lo correcto que fue e sonido durante todo el show (el único “pero” reprochable
sería el exagerado despliegue de watios en algunos momentos, hecho que se repetiría
especialmente en algunos conciertos del sábado, dejándonos a todos con los
oídos para el arrastre).

A título personal me hubiera encantado escuchar algún tema del “The Gathering” pero
ya sabíamos que tal dulce no iba a ser degustado por las características que
atañen a este “regreso”, pero precisamente ahí está la gracia: los temas clásicos
de la banda son suficientes para hacer que el maldito suelo se quiebre en dos
a base de atronadores riffs. 

Como curiosidad, destacar un momento del show en el que Chuck Billy invitó a
subir a algunos de los chicos de las primeras filas al escenario mientras interpretaban
uno de los temas, al que curiosamente decidió sumarse el cantante de IMPALED
NAZARENE para acompañar la oleada de headbanging que ahora inundaba el escenario.
Tras finalizar aparentemente con la despedazapollos “Over the Wall” la banda
volvió a aparecer para interpretar de un tirón la rapidísima “Raging Waters” y “Alone
in the Dark” (por mi madre, esas melodías vocales de Chuck Billy siguen poniendo
los pelos de punta a día de hoy,  menudo temazo de tres mil pares de pelotas)
para finalizar la descarga con uno de sus temas más míticos, “Disciples of
the Warch”, canción que recordemos fuera inspirada en su día por la película “Los
Chicos del Maíz”, un tema perfecto para cerrar, con su estremecedora introducción,
con Skolnick clavando el solo del final y con un público entregado, enloquecido
y asfixiado.

Llegaron, vieron y vencieron, erigiéndose posiblemente como el mejor grupo
de todo el festival y reclamando una vez más su puesto como reyes de su generación
de la Bay Area (entendiendo la segunda oleada de Thrash Metal que protagonizaran
junto a gente como DEATH ANGEL, FORBIDDEN o VIO-LENCE). Inolvidable experiencia
que espero vuelva a repetirse pronto, muy pronto.

Texto: Penumbra / Fotos: Satur Romero - Penumbra

Datos:Nave Medina Elvira
Atarfe (Granada)
Promotor: BR Music
Público: 5.000 personas

Día:10/03/2006

Puntuación:9