AC/DC han vuelto a realizar un impresionante concierto esta noche, en esta ocasión tomando como rehén al estadio Vicente Calderón y a las cincuenta mil personas en él contenidas. Seis meses después de confirmar la gira y de agotar las entradas para dos noches en el recinto madrileño, era obvio que la ciudad estaba encendida esperando a AC/DC, a sus AC/DC. Es notorio que la relación de AC/DC con la capital es especial: tienen una calle con su nombre y un DVD grabado en la plaza de toros de Las Ventas. Y sobre el estadio colchonero han demostrado que esa relación sigue siendo muy estrecha.

AC/DC han vuelto a realizar un impresionante concierto esta noche, en esta ocasión tomando como rehén al estadio Vicente Calderón y a las cincuenta mil personas en él contenidas. Seis meses después de confirmar la gira y de agotar las entradas para dos noches en el recinto madrileño, era obvio que la ciudad estaba encendida esperando a AC/DC, a sus AC/DC. Es notorio que la relación de AC/DC con la capital es especial: tienen una calle con su nombre y un DVD grabado en la plaza de toros de Las Ventas. Y sobre el estadio colchonero han demostrado que esa relación sigue siendo muy estrecha.

AC/DC han saltado al escenario tal y como el reloj ha marcado las 22:00h. La habitual intro del meteorito ha encendido a un público que ya estaba incandescente. Dos minutos que han sabido a dos horas hasta que todo el escenario ha estallado, tan solo cortado el estruendo de la pirotecnia por algo aún más estruendoso: un riff de Angus Young. El diminuto guitarrista ha dado así inicio a «Rock or Bust» y el estadio se ha fundido en uno. En un solo salto y en un solo puño al aire.

En esta noche, Angus ha optado por uniforme azul oscuro, aguantando la chaqueta hasta el quinto tema y la corbata hasta casi el final. Pero hoy el calor ha podido con él y ha hecho lo que no había hecho aún en la gira: salir a pecho descubierto al escenario para los bises. Una tórrida noche madrileña ha sido la culpable y hay que decir que, aunque le cuelguen las carnes más que hace cuarenta años, un concierto de AC/DC sin Angus descamisado no está completo.

El sonido en Madrid ha sido manifiestamente mejor que en Barcelona, aunque el concierto ha estado algo falto de la magia y energía del pasado viernes. No existe un mal concierto de AC/DC pero existen los conciertos de nivel 8 en la escala de Richter y los de nivel 5. La tierra se sacude igual, pero el nivel destrucción no es comparable. Hoy Madrid ha tenido un nivel 5 en la escala de Richter. Los motivos son todos y ninguno: sencillamente Angus no estaba tan inspirado como en Barcelona, donde tuvo una noche realmente impresionante. Tampoco Chris Slade ha estado perfecto, con algunos fallos -el mas notorio en «Highway to Hell» que casi hace perderse a la banda. El caso es que, pese a ser un concierto espectacular, superar lo de la ciudad Condal del otro día era tarea titánica.

El setlist no ha ofrecido sorpresas de ningún tipo: todo igual y en el mismo orden. Ha sonado «Shoot to Thrill» la segunda, con toda la pista con los brazos en alto para la parte central. Tambien ha sonado «Hell Aint a Bad Place to Be» y la eterna «Back in Black», que ha sido el otro gran momento de la primera parte del show. Muy amenazadora ha sonado «Dirty Deeds done dirt Cheap» mientras que en «Thunderstruck» parece que Stevie Young ya ha cogido el verdadero pulso a la canción.

Las campanas han doblado en «Hells Bells», con la gigante campana dejandose ver por el centro del escenario. Al final del tema, Brian y Angus han sido de carrerila hacia el publico como siempre hacen, encontrándose a un estadio absolutamente entregado a partir de ese momento.

A partir de ese momento, salvo «Baptism by Fire», todo ha sido un no parar. Un gang bang de rock and roll. Hasta la reciente «Rock and roll Train» mantiene un puesto como merecido himno, algo que es muy significativo si tenemos en cuenta que el tema más nuevo que están tocando es «Thunderstruck».

La segunda mitad del concierto ha estado presidida por las gemas del baúl de los recuerdos, es decir, «Sin City» y «Have a Drink on me», que junto a «High Voltage» se han convertido en algunos de los temas mas populares de la gira.

Como siempre, el despiporre ha llegado de la mano de «Whole Lotta Rosie» y su inflable Rosie, la abrasiva «TNT» y la infaltable «Let There Be Rock». Angus ha vuelto a repetir su largo solo de 17 minutos que ha sido algo inferior al show de Barcelona. No ha habido el nivel de energía que impregnó ese momento en Barcelona y en ese punto concreto del show, eso es harto importante. Pero Angus es Angus y ha tenido encandilado al publico hasta que ha bajado de la plataforma trasera y ha aparecido como un cohete sobre el escenario para finalizar el tema revolcándose por el suelo y sacándole el ultimo jugo a su guitarra.

Con un Johnson mejor que en Barcelona, la banda ha encarado la recta final con «Highway to Hell», con Angus ya en versión salvaje y descamisado como si de una boda gitana se tratase, y la obligatoria «For Those About to Rock» y el ya habitual rugir de los cañones y de la pirotecnia que invade el espacio aereo madrileño.

Ha sido una noche espectacular pero menos épica. Es el primero de dos shows en Madrid y estoy seguro de que el próximo tendrá mas magia. Pero, como decía, superar lo que hicieron en Barcelona es una labor muy complicada.

Promotor:Live Nation

Día:2015-05-31

Hora:20:30

Sala:Estadio Vicente Calderon

Ciudad:Madrid

Teloneros:Vintage Trouble

Puntuación:8