ARCH ENEMY + ABIGAIL WILLIAMS + ANGELUS APATRIDA

Nueva incursión de ARCH ENEMY en territorio nacional, tal y como viene siendo habitual tras la publicación de cada disco de una banda que desde que entrara Angela Gossow en la formación se ha convertido en una apuesta fuerte en casi todos los mercados europeos, dejándose ver continuamente tanto en festivales como en giras.

El motivo de su visita esta vez no era la publicación de una nueva retahíla de temas, sino de viejos clásicos que en su día grabara el ex cantante Liiva y que ahora han sido reinterpretados y regrabados con la formación actual. Algo que en un principio podría no haber sentado demasiado bien a los fans más añejos de la banda, si bien es cierto que se han alzado en contra muchas menos voces de las que se esperaban. Posiblemente esto sea debido a que los seguidores de ARCH ENEMY de la época Liiva llevan ya una buena temporada apartados de la actualidad de la banda, desencantados de las nuevas directrices adoptadas tiempo ha. Al fin y al cabo poco importa. Y es que a veces basta con simplificar: temas clásicos, sonido actual, buena música y un nuevo filón de death (muy) melódico para los amantes de estas sonoridades. O sea que toca dejarse de dimes y diretes y a disfrutar.

No llegué a tiempo de presenciar la descarga de ANGELUS APATRIDA, pero por lo visto dieron todo un recital, llegando a provocar incluso un wall of death. Por otra parte tenía muchas ganas de ver a los sensacionales ABIGAIL WILLIAMS, una banda de black metal sinfónico proveniente de un país poco dado a practicar dicho estilo como es Estados Unidos. Calidad, sinfonismo y técnica a partes iguales es lo que nos brindaron las hordas del vocalista Ken Sorceron (guitarrista de ABORTED). Tan sólo se les puede reprochar que llevaran todos los teclados y samplers pregrabados y fueran disparados desde mesa, así como que el batería Ken Bedene tuviera algún que otro desliz con los bombos, especialmente durante los primeros compases de la actuación. Más allá de estas pequeñeces, el concierto y el sonido me pareció sensacional. La nota negativa la puso una gran parte del público prepúber que poblaba las primeras filas que, lejos de estar preparado para una música de estas características, no se le ocurrió otra cosa que abuchear a la banda y dedicarle gestos de desprecio. Bienvenidos a España, el país de los paletos. Una vez más, vergüenza ajena la que sentí, sentimiento tan sólo superado por el deseo de poseer un lanzallamas con el que poder quemar a gusto montones de caras llenas de grasa y granos. Insisto en el detalle de que a nivel de marketing, la promoción que se hace de ARCH ENEMY no está orientada al fan del metal extremo, sino al seguidor más allende a estilos contemporáneos de metal moderno, y esta es una de las razones por la cual ocurren cosas como estas. Esté bien o esté mal, lo dejo como un apunte. Tan sólo me queda decir, grandes, ABIGAIL WILLIAMS, os encargasteis de dar una lección de clase y esperamos volver a veros pronto.

La espera se hizo bastante larga, pero finalmente ARCH ENEMY salieron a matar con "My Immortal" y "Revolution Begins". La sala Razz 2 nos suele dar una de cal y otra de arena en cuanto a sonido, dependiendo del evento, si bien últimamente la cal está más presente y esta no fue la excepción. Las últimas veces que había tenido la oportunidad de ver a la banda había salido ligeramente decepcionado por un sonido que adolecía de un matiz de potencia y garra, en otras palabras, que sonaba demasiado "blandito" para tratarse de metal extremo. Afortunadamente esta vez no fue así. Los bajos y la batería atronaron hasta hacer temblar los cimientos de la sala. Chapeau, ahora sí. Los cánticos del público de las primeras filas no se hicieron esperar, si bien el contenido de la letra esta vez era cuanto menos curioso: "Quítate la camiseta, oeoeoe..". Vaya, quién no le ha cantado eso alguna vez al vocalista de TANKARD, por ejemplo, ¿no? Pero veamos, ¿la música os mola o sólo habéis venido ver a la chavala, rufianes? Angela, ajena a lo que se estaba cociendo, tan sólo nos espetó, con una sonrisa en los labios, que parecían unas canciones muy bonitas. Muy pronto cayó "Ravenous", si bien sirvió para transformar la multitud en algarabía. Con el efecto hit single todavía latente en el ambiente, también sonaría la cañera "Blood On Your Hands", que nos mostraría a unos hermanos Amott totalmente hiperactivos y motivados (mucho más que en otras ocasiones, diría yo) que no pararían de intercambiar posiciones sobre las tablas y de adoptar poses. A estas alturas de la película, a Angela ya le habían chivado lo que querían decir los cánticos de la gente, a lo que, ni corta ni perezosa, decidió seguir el juego subiéndose su camiseta y enseñándonos su cintura, para regocijo de los fans más sedientos de carne. Todo un alarde de profesionalidad por parte de la frontwoman, que supo tomárselo con humor.

"My Apocalypse" o "Dead Eyes See No Future" fueron seguramente las canciones más celebradas de cuantas sonarían a continuación, mientras que Daniel Erlandsson disfrutaría de su momento de gloria con un sólo de batería que sigue conteniendo muchos de los gimmicks que ya nos mostrara en giras pretéritas, si bien también hay que decir que consigue que se haga bastante ameno, sin recrearse en demasía. Chris y Michael también gozaron de algunos breves compases para lucirse, si bien lo que realmente encendería los ánimos sería la interpretación de temas tan bien considerados como "We Will Rise", que sonaría antes de que la banda se despidiera y asaltara de nuevo el escenario para arremeter con el bis, de la mano de una siempre efectiva "Snowbound",

"Nemesis" fue la elegida para cerrar por todo lo alto, finalizando la velada con un público extasiado, no tan sólo por la gran descarga que nos había brindado la banda, sino también por el gran calor que se concentró en la parte delantera de la sala. Repito, ahora sí, ARCH ENEMY nos garantizaron una descarga de lo más potente, con un sonido matador que no dejó a nadie insatisfecho. Gran noche.