Una vuelta realmente esperada

ANTHRAX han estado un tiempo sin prodigarse demasiado por estas tierras.
Los múltiples problemas con compañías discográficas tienen gran parte de culpa
y aunque la vuelta discográfica de la banda ha dejado algo indiferentes a
algunos fans, la vuelta de la banda a la actividad en directo ha sido aplaudida
por muchos. Y es que cuando Scott Ian y cia. suben a un escenario, la escena
que se produce es lo mas cercano que se puede vivir a una situación de histeria
colectiva. La energía que desprenden, los temas que tocan, la brutalidad de
su sonido, todo ello forma un conjunto que bajo el nombre “ANTHRAX”, consigue
despertar los instintos mas animales de un publico que acudió en masa a ver
a ANTHRAX en Barcelona.

Aplastantes

Ese es el adjetivo que mejor define la actuación de los estadounidenses en
Barcelona. Desde que la banda puso un pie sobre el escenario hasta que se
marchó del mismo, no pararon de hacer botar a todo el mundo. Tras la introducción
de los BLUES BROTHERS, Charlie Benante se acomoda tras la batería y Frank
Bello aparece sobre el escenario como quien no quiere la cosa. En pocos segundos
Scott Ian, tatuado hasta las piernas, aparece por el lado derecho del escenario,
y entonces es cuando las puertas del infierno de abren. El sincopado inicio
de “What Doesn’t Die” provoca un rugido generalizado, solo callado cuando
John Bush aparece en escena y comienza a berrear las primeras estrofas del
temas. A partir de aquí, nada puede ir mal. Scott Ian comienza a enloquecer
y a moverse sin parar, Frank Bello se divierte yendo de lado a lado del escenario,
Charlie Benante aporrea atronadoramente su batería, John Bush golpea energeticamente
los altavoces de la sala para enfatizar la interpretación de los temas y Rob
Caggiano pues…algo perdido, sinceramente. No parecía pegar demasiado en
aquella situación, pero a nivel instrumental lo hizo bien de sobras.

“Black Dahlia” y “Got The Time” fueron la banda sonora del apocalípsis que
se daba en las primeras filas, aunque nada comparado con lo que llegaría a
moverse la gente una vez bien avanzado el concierto. “Caught in a Mosh” puso
la sala patas arriba, seguida de “Safe Home”, de su nuevo disco “We’ve Come
For You All”, “In My World” e “Inside Out”.

Extrañamente, la banda sonó muy bien durante toda la noche, aunque quizá
contribuyó a ello el lleno total de la sala que probablemente mejoró la acústica
del recinto de manera notable. Cabe destacar que el escenario se les quedó
demasiado pequeño en algunos momentos y sin lugar a dudas, ANTRAX pueden llenar
bastante metros mas de escenario con su simple presencia escénica. Se nota
que la banda está en un buen momento de ánimos y popularidad porque desprenden
bastante positivismo desde el escenario. Se les ve contentos, satisfechos
e incluso alucinados de ver una sala totalmente llena después de tanto tiempo
relativamente alejados de la escena.

Ya en la parte central del concierto sonó “Fueled” y un poco después “Antisocial”,
con la sala vibrando (literalmente) gracias a los saltos del público que abarrotaba
el recinto. La banda sonó bien en todo momento a nivel instrumental, con una
precisión exacta, y sobretodo fue una nueva oportunidad de demostrar que John
Bush es la elección perfecta para ANTHRAX. Pese a que algunos aun añoren a
Belladonna, Bush es todo un mastodonte sobre las tablas. Sabe dirigirse al
público como nadie, y sabe como llevar las riendas de un concierto sin que
le tiemble el pulso en ningún momento. “Madhouse” sonó ensordecedora, precediendo
a un “Black Lodge” que dió un minuto de respiro a todos los congregados. John
Bush aprovechó para aclarar que no tiene que ver con George Bush –que elocuencia-
y nos incitó a todos a dar la espalda a los conflictos bélicos actuales.

Ya en la recta final del concierto sonaron “Nobody Knows Anything”, “NFL”
y un “Only” que coreó desde el primero al ultimo que estaba en ese momento
en la sala. El mosh a estas alturas era imparable, y la gente no paraba de
flotar por encima del publico, uno detrás de otro.  La banda no quiso desaparecer
durante 5 minutos para los bises diciendo Scott Ian que “en estos cinco minutos
podemos tocar un tema más”. Dicho esto, atacó con una versión absolutamente
enloquecedora de “Metal Trashing Mad”. El medley de “Bring The Noise/I’m The
Man” fue una bonita oportunidad de ver a 1000 heavies saltando con un tema
rapero (la incoherencia está a la orden del día, seguro que muchos luego ponen
a parir a LIMP BIZKIT diciendo que “no es metal”). Y el final definitivo llegó
con “Indians” en contra del previsto “I’m the Law”. La banda se despidió,
absolutamente exhausta del aun mas exhausto publico y con la música de South
Park de fondo (“Eres un cabrón hijoputa”, pinchada justo en el momento que
se inicia el solo de ventosidades, para ser concretos) todos procedimos a
abandonar la sala, después de que una vez mas, los ‘THRAX nos noquearan indefinidamente
con un concierto de alta energía.

Han venido a por todos nosotros

Y no han dejado títere con cabeza. Ya sea por el discurso anti-bélico y anti-Bush
de John Bush (valga la redundancia) o por la explosión sónica que supone un
concierto de los americanos, pero lo cierto es que ANTHRAX hicieron un concierto
de magnitud 10 en la escala de Richter. Si alguien creía que se estaban volviendo
excesivamente previsibles, el set-list de esta gira habrá sorprendido a mas
de una escéptico. A fin de cuentas, ANTHRAX siguen siendo uno de los pocos
valuartes de una época de la cual ya no les quedan mas que unos escasos competidores.

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Datos:

Sala Razzmatazz 2

Barcelona

Publico: Lleno (900 aprox.)

Promotor: Robert Mills

Día:27/03/2003

Puntuación:9